Afganistán, Siria y las guerras en estados débiles de África marcarán la agenda internacional en 2014
- Expertos consultados por RTVE.es señalan los conflictos abiertos
- La nueva política exterior de Irán, clave en Oriente Medio
- Las protestas callejeras pueden ser de nuevo protagonistas
Con el cambio de año, tanto medios de comunicación como centros de análisis de todo el mundo acostumbran a hacer un balance del periodo que acaba y a intentar prever cuáles serán los puntos de interés del que empieza.
La retirada de la mayor parte de las tropas extranjeras de Afganistán, la guerra en Siria y los conflictos internos en países africanos con estados débiles centrarán la atención internacional en 2014, según los analistas consultados por RTVE.es.
Afganistán
2014 será el año de Afganistán, donde EE.UU. sigue envuelto en la guerra más larga de su historia. En febrero se ha de producir una primera reducción de tropas, de 50.000 a 34.000 soldados, y para diciembre se dará por acabada la "misión de combate".
EE.UU. ha ofrecido a las autoridades un acuerdo para mantener un contingente en el país, pero el presidente, Hamid Karzai, ha rechazado firmarlo hasta después de las elecciones, que tendrán lugar en abril.
"Todo depende de cómo se produzca la sucesión tras las elecciones. Si no hay un candidato de consenso, habrá conflicto, y los militares tendrían que salir de forma desordenada", explica a RTVE Félix Arteaga, analista de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano.
Eduard Soler, coordinador de investigación del Centro de Información y Documentación de Barcelona (CIDOB), cree que "Obama tiene mucha presión para una retirada total y en el mínimo tiempo, pero quizá no sea lo más inteligente".
"Lo que ocurre cuando hay una fecha - explica Soler en conversación con RTVE.es - es que todas las partes intentan usarlo a su favor. Hay voluntad en EE.UU. y el resto de países que han participado en la guerra de hacer ver que mereció la pena. Karzai, por su parte, quiere una transición lo más ordenada posible, y los talibanes quieren demostrar que no están derrotados".
El analista del CIDOB destaca además las posibles repercusiones para Pakistán. "Hay una tendencia de creciente conexión y esto se verá consolidado en 2014. Suceda lo que suceda en un país, tendrá repercusiones en el otro".
Siria: puede haber acuerdo, pero no paz
La convulsión causada por las revueltas que sacudieron el ámbito árabo-islámico durante 2011 ha demostrado ser una onda larga, un iniciador de procesos que a día de hoy siguen abiertos.
En Oriente Medio, la guerra civil en Siria, que cumplirá tres años el 11 de marzo y ha dejado decenas de miles de muertos y seis millones de desplazados, amenaza la estabilidad de sus vecinos, en especial Líbano.
Está previsto que el 22 de enero tenga lugar en Suiza la cumbre de "Ginebra 2" para discutir un eventual proceso de paz. Ninguno de los expertos que han hablado con RTVE.es esperan que un hipotético acuerdo se traduzca en el fin del conflicto.
"Lo que tenemos es una balcanización de Siria, la separación del país en zonas de influencia de unos y otros", asegura Arteaga. "Ese reparto se va a mantener. Nadie va a tratar de echar a Asad porque sería peor el remedio".
Para Soler, "a nivel regional hay intención de desescalar, de bajar la intensidad del conflicto, pero la gran dificultad será presionar sobre actores locales [la oposición armada y el régimen de Asad] cada vez más autónomos".
"Incluso si hubiera un acuerdo de paz en 2014, otra cosa es que termine la violencia. Estamos muy lejos de que Siria retome algo parecido a la normalidad", añade.
El gobierno de Damasco, mientras tanto, se ha comprometido a destruir todo su arsenal químico, aunque no es previsible que la eliminación se haya completado antes del verano.
Y no puede olvidarse a los periodistas que permanecen secuestrados o desaparecidos en el país árabe, entre ellos tres españoles: Javier Espinosa, Ricardo García Vilanova y Marc Marginedas.
Irán, clave regional
El asunto clave en la región será el papel que juegue Irán. El acuerdo entre Teherán y los países del Grupo 5+1 (los cinco del Consejo de seguridad, EE.UU., Rusia, Reino Unido, Francia y China, más Alemania) para congelar el programa nuclear ha abierto la vía a una posible normalización de relaciones y la posibilidad de colaborar en escenarios como el sirio.
El acuerdo, firmado en noviembre, daba un margen de seis meses hasta alcanzar un compromiso definitivo.
"Si Irán progresa en la línea de la distensión, todo mejorará bastante", opina Félix Arteaga.
Eduard Soler cree que esa posible normalización con Irán sería uno de los game changers de 2014, según la expresión inglesa para referirse a acontecimientos que pueden acarrear cambios profundos. El otro de estos game changers podría ser un avance hacia la resolución del conflicto árabe-israelí.
"Las dificultades para un acuerdo entre palestinos e israelíes son las mismas de siempre y las expectativas son más bajas que nunca. Pero podría cambiar la dinámica porque se ha tocado fondo. La diplomacia norteamericana y en especial John Kerry [secretario de Estado] están especialmente activos, y no lo harían si no creyeran que pueden conseguir algo", explica el investigador del think tank barcelonés.
Mirando hacia el Magreb, habrá que estar pendiente de la evolución de la crisis política en Egipto, Túnez y Libia y el futuro del gobierno de Abdelaziz Buteflika en Argelia.
África: esperando la próxima crisis humanitaria
En 2013 se han cumplido las previsiones de que Mali y en general la zona del Sahel serían uno de los focos de inestabilidad regional e internacional.
La guerra de Mali, a comienzos de año, con intervención del Ejército francés, no ha contribuido a disipar el peligro potencial de internacionalización de los conflictos internos que sufren países con estructuras estatales muy débiles.
Es el caso de Sudán del Sur y de la República Centroafricana (RCA), donde la violencia se ha disparado a finales de año, pero también de Somalia y la República Democrática del Congo.
Eduard Soler considera que la creciente inestabilidad en esta zona, que define como un "Sahel ampliado", debe ser motivo de preocupación para los países del sur de Europa, en especial si hay "contagio" a Níger y Chad.
Arteaga, por el contrario, confía en que estos conflictos no afectarán al sur del continente europeo "a no ser que caigan los países vecinos", es decir, los estados del Norte de África. "Esa es la preocupación. Hay que ayudar a estos países a conciliar seguridad y desarrollo", advierte.
María Jesús Vega, portavoz en España del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), espera que la comunidad internacional haga lo posible por detener las crisis en una región del planeta donde hay centenares de miles de refugiados y un número mucho mayor de desplazados internos (600.000 en República Centroafricana 400.000 en Sudán del Sur y 2.6 en la República Democrática del Congo, según cifras del organismo).
"El número de refugiados no ha dejado de crecer en el mundo en 2013. Aún no se han cerrado las crisis antiguas cuando se abren otras nuevas", señala Vega en conversación con RTVE.es.
Sin abandonar el continente africano, Nigeria puede convertirse en otro motivo de preocupación por la escalada de acciones del grupo islamista Boko Haram.
China y Rusia: lucha por la hegemonía regional
Junto a los enfrentamientos bélicos, 2014 traerá previsiblemente nuevas tensiones diplomáticas en torno a dos gigantes que buscan reafirmar su presencia en la esfera internacional: Rusia y China.
"Veremos conflicto diplomático, pero no abierto. Se trata de una lucha por la hegemonía regional en dos contextos distintos: Eurasia y Asia Oriental", puntualiza Eduard Soler. Para Félix Arteaga, son "gestos geopolíticos, para demostrar que se es potencia y para que cuenten con ellos".
El secretario de Defensa de EE.UU., Chuck Hagel, visitará Pekín en un momento en que el gigante asiático vive tensiones con sus vecinos en el Mar de China y en el que el régimen de Corea del Norte, de la mano de Kim Jong un, ha vuelto a concitar la atención mundial con pruebas nucleares y sangrientas purgas internas.
Según el investigador del CIDOB, "hay países dispuestos a vivir con una China hegemónica a nivel regional, pero también dispuestos a ponerle límites".
En el caso de Rusia, la voluntad de su presidente, Vladímir Putin, de "proteger los mercados" y de blindarse ante las críticas internas ha conllevado roces con la UE, el último en Ucrania.
Rusia está también dispuesta a mantener su influencia en otros escenarios, como puede ser el caso de Siria (Moscú tiene allí su única base militar en el Mediterráneo) y el de las ex repúblicas soviéticas de Asia Central.
Atención a la calle
Desde 2011, año de las revueltas árabes y de las protestas ciudadanas por la crisis económica, los brotes contestatarios se han convertido en un elemento más a tener en cuenta. En 2013 han aparecido allí donde no se esperaban, como en Brasil, Turquía o Tailandia.
"Vivimos momentos convulsos, con tensiones socioeconómicas muy fuertes, que hace que puedan estallar algunas protestas. El año que viene no sabemos", dice Eduard Soler.
Arteaga habla de "primaveras" que "pueden causar desestabilización interna" por algún tiempo en países como Argentina o Venezuela.
La revista The Economist se atreve a dibujar un cuadro de predicciones de protestas en el que sitúa a los países según una escala entre el "riesgo muy bajo" de inestabilidad social (Austria, Dinamarca o Japón) y el "riesgo muy alto" (Argentina, Baréin, Egipto, Grecia, entre otros). España está en el grupo de "alto riesgo", según la revista financiera. Ya veremos.