El consorcio para ampliar el Canal de Panamá cuenta con el aval del Cesce italiano y del belga
- España también lo ha concedido a las adjudicatarias del AVE La Meca-Medina
- El Tribunal de Cuentas cuestiona el modo en que se dio aval estatal a Sacyr
- El socio italiano de Sacyr ofrece dos alternativas, rechazadas por el Canal
El Grupo Unidos por el Canal, el consorcio de empresas liderado por Sacyr que se encarga de la ampliación del Canal de Panamá, no solo cuenta con el contra aval de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) para ejecutar el proyecto, sino también de los organismos homólogos de Italia y Bélgica, según han informado a Europa Press fuentes del sector y ha confirmado el exdirector de la Oficina Económica del Gobierno en la etapa de José Luis Rodríguez Zapatero David Taguas.
El grupo adjudicatario de las obras de ampliación de esta infraestructura panameña está integrado, además de Sacyr (48%), por la constructora italiana Impregilo(48%), la belga Jan de Nul (3%) y la local Cusa (1%). Las mismas fuentes aseguran que la concesión de estos contra avales, que refuerzan el otorgado por la aseguradora Zurich, es un procedimiento normal en los grandes proyectos internacionales. De hecho, también se ha concedido al grupo de empresas públicas y privadas adjudicatarias del AVE La Meca-Medina.
"El aval de la obra lo aportó el grupo asegurador Zurich y el Estado español participó en el contra aval en la misma proporción que lo hizo el Cesce italiano, es una operación completamente normal, otra cosa es que luego hubiera alguna irregularidad administrativa", indicó el economista y expresidente de la patronal de grandes constructoras Seopan David Taguas en declaraciones a Antena 3 y que han sido recogidas por Europa Press.
El aumento de costes, por "imprevistos"
Respecto a los sobrecostes que, según el consorcio liderado por Sacyr, han surgido en la ampliación del canal panameño, las mismas fuentes del sector citadas por Europa Press los atribuyen a los "imprevistos" que suelen aparecer en estos grandes proyectos internacionales, como los que afrontaron la construcción del aeropuerto de Berlín o el túnel bajo el Canal de La Mancha, "en cuya construcción no participaron empresas españolas".
En el caso de la construcción del tercer juego de esclusas del Canal de Panamá, según apuntan dichas fuentes del sector, uno de los principales imprevistos ha consistido en la imposibiliad de utilizar el basalto del terreno para fabricar el hormigón "compacto e impermeable" que requiere la obra, en contra de lo inicialmente previsto.
Dichas fuentes rechazan que la adjudicación de las obras del Canal se realizara a un precio temerariamente bajo, dado que se cerró en 3.200 millones de dólares (2.353 millones de euros al cambio actual), "solo" 200 millones de dólares inferior a los 3.400 millones de dólares (2.500 millones de euros) estimados por un organismo independiente para la Autoridad del Canal.
En este sentido, las mismas fuentes recordaron que las condiciones del concurso público internacional promovido para contratar las obras establecía la eliminación de las ofertas económicas que resultaran superiores a la que presentara la Autoridad del Canal. Este fue el caso de las propuestas económicas de los otros dos grupos que pujaron por la obra, que ofrecieron unos 4.100 y unos 6.000 millones de dólares (unos 3.020 y 4.411 millones de euros), respectivamente.
Negociaciones entre consorcio y Canal de Panamá
El presidente de Sacyr, Manuel Manrique, se ha manifestado "optimista" ante la posibilidad de alcanzar un acuerdo con la Autoridad del Canal de Panamá (ACP) que garantice la continuidad de las obras de ampliación, tras constatar avances en su primera reunión con el administrador de la infraestructura.
"Creo que hemos avanzado respecto a nuestras posiciones anteriores y somos optimistas respecto a que lleguemos a un punto de encuentro", ha indicado Manrique en declaraciones a TVE, recogidas por Europa Press.
En este primer encuentro, Sacyr planteó a la Autoridad del Canal que abone al consorcio un anticipo de 400 millones de euros (unos 293 millones de euros), frente a los 100 millones de dólares (unos 73 millones de euros) ofrecido por la ACP. En ambos casos, el consorcio se compromete a aportar de su lado otros 100 millones de dólares.
Este miércoles Salini Impregilo, el grupo constructor italiano socio de Sacyr en las obras del Canal de Panamá, ha planteado dos nuevas alternativas para solucionar el conflicto abierto, ambas rechazadas por el gestor del canal, están fuera de los términos que establece el contrato de las obras de ampliación.
A través de un comunicado, Pietro Salini, el consejero delegado de Salini Impregilo, detalla que la primera alternativa pasa por que recibir un importe de liquidación de 1.000 millones de dólares para completar todos los trabajos que restan de la ampliación.
La segunda alternativa consistiría en recibir de la Autoridad del canal un anticipo de 500 millones de dólares para poder continuar con los trabajos en tanto se resuelven las reclamaciones que el consorcio ha presentado por los sobrecostes que estima presenta el proyecto.
"Ambas propuestas representan la solución más sencilla, más rápida y más económica. Si no se aceptaran, la palabra pasaría al arbitraje internacional que tiene sede en Miami y, mientras, Panamá no tendrá su nuevo canal ni los ingresos derivados de su actividad, que equivalen a 6.500 millones de dólares al año", asegura en el comunicado Salini.