Sanidad regula las campañas de donaciones e impide las peticiones de particulares
- Trata de garantizar el espíritu "altruista" y "universal" de las donaciones
- La reforma pone "negro sobre blanco" una práctica prohibida desde los noventa
- También se regula la publicidad de los bancos privados de cordón umbilical
- La ONT desconfía de la eficacia de las campañas en favor de alguien concreto
El Ministerio de Sanidad ha regulado las campañas de promoción y publicidad de las donaciones de células y tejidos humanos para, entre otras cosas, evitar que se puedan realizar peticiones de donaciones para un paciente en particular.
Con esta regulación, publicada en el BOE, Sanidad regula iniciativas como la conocida #MedulaParaMateo, que buscaba conseguir un donante para un bebé madrileño con leucemia, un caso que traspasó fronteras, que contó con la colaboración de deportistas españoles famosos, y que fue puesta en marcha en la red por los padres del niño tras conocer que las células de su hermano no eran compatibles para el trasplante pese a su consanguineidad.
Esta campaña fue modificada tras contactar la Organización Nacional de Trasplantes con la familia del niño y, con el nombre #MédulaparaTodos, evolucionó hacia mensajes de promoción general de la donación para adecuarse al carácter universal y altruista de las donaciones.
Según ha publicado el BOE, Sanidad ha modificado el artículo del real decreto-ley de medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud en lo relativo a las normas de calidad y seguridad para la donación.
Campañas para la donación general, no en beneficio particular
A partir de ahora, no se podrán emprender campañas ni otras acciones de promoción y publicidad de donación de células y tejidos humanos sin la autorización de la autoridad competente de la comunidad autónoma en la que vayan a desarrollar la actividad o de la Organización Nacional de Trasplantes (ONT) cuando se supere el ámbito de la comunidad.
La comunidad autónoma o la ONT recibirán la solicitud y enviarán copia a la Secretaría de la Comisión de Trasplantes del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para que éste órgano colegiado emita un informe.
En el caso de la ONT, se asesorará al solicitante y se comprobará que los mensajes "están en la línea de incrementar la donación de una forma correcta", ha señalado el director de la institución, Rafael Matesanz.
Para poder optar a esta autorización, se han de cumplir además unos requisitos. Así, las entidades que quieran conseguirla deberán ajustarse a los principios de voluntariedad, altruismo y desinterés, y deberán advertir de que ni el donante, ni ninguna otra persona física o jurídica, puede solicitar, ni percibir, contraprestación económica o remuneración alguna vinculada al objeto de este apartado.
La promoción y publicidad de la donación u obtención de tejidos deberá hacerse de forma general, sin buscar beneficio para personas concretas, debiendo evitar los llamamientos colectivos para la donación en favor de un paciente concreto.
"La filosofía general de la norma es que para hacer cualquier actividad de promoción de la donación de células o tejidos, de cualquier tipo, no se podrá hacer promoción de cara a un enfermo concreto, no se podrá pedir compensación económica y no se podrá ofrecer publicidad falsa o engañosa", ha explicado Rafael Matesanz.
Las campañas individuales, prohibidas desde los 90
El director de la ONT ha subrayado que el espíritu de esta regulación es reforzar el carácter "universal" y "altruista" de las donaciones. La legislación española prohíbe desde los años noventa las campañas individuales encaminadas a buscar un donante para un paciente concreto.
La nueva orden, por tanto, no viene a prohibir nada nuevo, sino a "encauzar" los mensajes que se lanzan a la población para que sean los "adecuados", subraya Matesanz.
“La nueva orden trata de "encauzar" los mensajes que se lanzan a los ciudadanos“
Matesanz explica aunque en España todo este tema de las donaciones estaba "razonablemente cubierto" por las distintas legislaciones, hace dos años se produjo un "conflicto" con la empresa alemana DKMS, que buscaba donantes de médula para su banco privado.
El caso llegó a Bruselas y "allí nos recomendaron que esta legislación dispersa se pusiera negro sobre blanco", que es lo que se ha hecho con la nueva regulación, ha enfatizado.
Los donantes no se hallan gracias a los anuncios
Respecto a las campañas para conseguir donaciones, Matesanz asegura que no conoce ningún caso en el que, tras un llamamiento para un paciente en particular, se haya encontrado donante entre los que han respondido al anuncio. "Casi todos acaban encontrando donante, pero ninguno ha sido como consecuencia de ese llamamiento", según Matesanz.
“El director de la ONT recalca que los donantes no se encuentran mediante anuncios“
En el caso concreto de la campaña #MedulaparaMateo, reconoce que es difícil saber la relación causa-efecto de un llamamiento como aquel en cuanto al número de donantes de médula conseguidos, pero que en la ONT se ha pasado de los cerca de 6.000 donantes de hace una década a los 30.000 del pasado año.
"A veces uno quiere ver un final feliz en todo esto y no es verdad", ha añadido Matesanz en cuanto a las campañas para una persona concreta.
Por otro lado, señala que hacerse donante en virtud de una campaña en favor de una persona próxima "puede ser muy emotivo pero luego da lugar a situaciones muy desagradables". El donante queda inscrito en el registro de donantes y podría encontrarse con que tiempo después se le pida que done para alguien ajeno o de otro país y se niegue.
La orden del BOE también regula toda la publicidad de los bancos de cordón umbilical, que surgieron hace diez años y cuyas expectativas reflejadas en publicidad eran "bastante exageradas". Ahora esos anuncios tienen que pasar por los expertos y comprobarse que se adecúa a la realidad científica.
"No es un fenómeno en modo alguno español, más bien internacional, pero cuando se empezaron a publicitar los bancos las posibilidades terapéuticas de estas técnicas se exageraron mucho", ha afirmado Matesanz, explicando que lo que se pretende evitar son falsas expectativas ante los beneficios de estas técnicas.