¿Por qué la gripe azota en invierno?
- La gripe común produce unas 5000 muertes cada año en España
- El virus de la gripe entra en nuestro organismo a través de las mucosas
- La vacuna es el mejor método para evitar el contagio
Los casos de gripe están multiplicándose estos días de invierno. Las urgencias de algunos hospitales madrileños están desbordadas por esta enfermedad y en Aragón hay un brote de gripe A con decenas de hospitalizados. Tanto se ha disparado el contagio que ya ha alcanzado el nivel de epidemia, que se decreta cuando hay 100 casos por cada 100.000 habitantes.
“Cada año el pico suele empezar en Navidad y se prolonga hasta febrero o marzo”, explica a RTVE.es Antoni Trilla epidemiólogo experto en gripe del Hosptal Clinic de Barcelona. Aunque la gripe está presente todo el año, en estas fechas se multiplican los casos porque se dan las condiciones ideales que favorecen el contagio.
El virus de la gripe entra en nuestro organismo a través de las mucosas, como la presente en los ojos, la boca o la nariz. Si algún infectado nos estornuda y salpica en alguna de estas zonas puede contagiarnos. También si tocamos alguna superficie donde esté el virus y a continuación nos frotamos un ojo, chupamos los dedos o metemos uno en la nariz.
El peligro de la vuelta al cole y al trabajo
En las fechas cuando se produce en España el pico de gripe solemos permanecer más tiempo compartiendo espacio en lugares cerrados con escasa ventilación. Así, las posibilidades de contagio aumentan. Además, los niños vuelven al colegio después de la Navidad y se intercambian los virus que pueden haber contraído durante las vacaciones con las babas. Estos niños recién infectados se lo pegan a sus familias. Del mismo modo, los adultos se infectan unos a otros cuando se reincorporan al trabajo tras las vacaciones.
Por otro lado, “la baja humedad y temperatura propia de estas fechas favorece la transmisión de la gripe. En estas condiciones el virus puede vivir más tiempo fuera de un individuo. El virus puede vivir en una superficie entre 24 y 48 horas”, asegura Trilla.
“Los pomos de las puertas, los botones del ascensor, las barras de los autobuses por ejemplo son lugares donde pueden reposar los virus. Por eso para evitar contagios hay que lavarse las manos cuando toquemos superficies de uso común y evitar tocarnos las mucosas”, aconseja el especialista.
La gripe común produce unas 5000 muertes cada año en España. La producen tres o cuatro virus parecidos que circulan de manera simultanea cada año y persisten décadas, con ligeras variaciones en su genoma.
Hasta marzo es posible vacunarse en los centros de salud
Cada cierto tiempo aparece un virus con mutaciones más acusadas (cambio antigénico mayor) que afectan con más virulencia al infectado. Es el caso de la gripe A (H1N1) que apareció en 2009 y que poco a poco hemos normalizado, nuestro cuerpo ya ha asimilado el virus y lo combate adecuadamente.
La vacuna es el mejor método para evitar la gripe. “La vacunación es crucial para evitar las muertes y deber ser prioritaria para personas con alto riesgo de sufrir complicaciones en caso de padecer la gripe, como ancianos y los enfermos crónicos, y para las personas en contacto con estos grupos de alto riesgo ya que pueden transmitírsela, como el personal sanitario”, asegura a este medio Rafael Fernández Muñoz, de la Sociedad Española de Virología.
Hasta marzo es posible vacunarse contra la gripe en los centros de salud. Un buen ejemplo de las complicaciones derivadas de la falta de vacunación son los hospitalizados por la gripe A en Aragón. Todos son personas con factores de riesgo sin vacunar. El departamento de Salud Pública aragonés ha activado el protocolo que se aplica en estos casos, que incluye vacunar a todos los que hayan estado en contacto con los afectados.
El foco asiático
El principal reservorio de gripe está en Asia. Allí el hacinamiento entre personas es habitual. Además, es muy común convivir con aves.
Históricamente, la gripe que afecta a los humanos proviene de estos animales que siguen sirviendo a la naturaleza de coctelera para crear nuevas cepas. “Las aves se infectan con varias cepas de manera simultánea e intercambian segmentos de ADN. Así puede nacer un nuevo virus con características distintas a las habituales y que pueda transmitirse de una persona a otra”, explica Fernández Muñoz. Luego, las aves migran y dispersan la enfermedad por distintos puntos del globo. Una vez contagiados lo humanos, también la dispersamos con rapidez gracias a los desplazamientos en avión.
A lo largo del siglo XX se han producido tres grandes pandemias gripales muy letales. La 'gripe española' (H1N1) infectó entre 1918 y 1920 a la tercera parte de la población mundial y mató a 40 millones de personas. También fue muy virulenta la 'gripe asiática' (H2N2) de 1957, que causó 2 millones de muertes, y la 'gripe de Hong Kong' (H3N2) en 1968, con 1 millón de muertos.