Egipto vota la Constitución entre muestras de apoyo al Ejército y protestas islamistas
- Al menos nueve muertos en la primera jornada de votación
- El referéndum es un examen para los militares tras el golpe de Estado
Las urnas se han abierto este martes en Egipto para celebrar un referendo constitucional marcado por un fuerte cariz plebiscitario hacia la figura del ministro de Defensa y jefe del Ejército, general Abdel Fatah al Sisi, y por las protestas islamistas, en las que han muerto al menos nueve personas.
La jornada empezó con tensión en El Cairo, que se despertó con la noticia de una explosión en la Corte del Norte de Guiza, en el barrio popular de Imbaba.
Pese a no causar víctimas, este incidente caldeó los ánimos de unos ciudadanos que enseguida acudieron al lugar de la explosión para mostrar, provistos de fotografías de Al Sisi y banderas de Egipto, su rechazo a lo ocurrido y su apoyo al general.
"Los que cometen estas atrocidades no son musulmanes ni egipcios, pero los venceremos, tendremos un presidente mucho mejor porque Egipto es una nación siempre unida", decía Abla Moharram mientras observaba con indignación los destrozos causados por la explosión.
Boicot o legitimidad
Las fotografías y carteles se transformaron en papeletas con un símbolo azul, que representa el sí a la reforma de una Constitución que pretende legitimar la hoja de ruta propuesta por el Ejército tras el golpe de Estado del 3 de julio de 2013 en el que depusieron al presidente islamista Mohamed Morsi.
En el interior de los colegios electorales era casi imposible encontrar una sola persona que hubiese votado por el no. Los detractores de la Carta Magna se han dividido entre los que han boicoteado la consulta, en su mayoría representados por los Hermanos Musulmanes, y los partidarios del no, cuyos apoyos se han reducido recientemente.
El partido islamista moderado Egipto Fuerte decidió en los últimos días unirse a la abstención, después de que varios de sus miembros fueran detenidos mientras realizaban propaganda a favor del no.
De esta manera, lo que se suponía que iba a ser un referéndum para aprobar la rebaja del corte islamista y el blindaje militar que recoge esta nueva Constitución, adquirió un cariz de plebiscito sobre la figura de Al Sisi.
El ministro de Defensa y jefe de las Fuerzas Armadas mostró el pasado sábado su intención de presentarse a las próximas elecciones presidenciales "si el pueblo se lo pide". Las elecciones presidenciales deberán celebrarse en los próximos seis meses.
"El pueblo egipcio es un pueblo faraónico, con antecesores faraónicos, y el ejército está para protegerlo, desde Amosis I hasta Al Sisi", ha dicho tras votar en un colegio cairota Atiya Ahmed Atiya.
El apoyo a Al Sisi lleva implícito también un completo rechazo a los Hermanos Musulmanes, recientemente declarados como "organización terrorista" por el gobierno interino en un mensaje que parece haber calado en la población.
"Los Hermanos Musulmanes son el diablo, son asesinos, quieren matar a nuestros hijos, destrozar el país. Mirad lo que han hecho contra nuestro trabajadores, que Dios se los lleve pronto", gritaba Nayla Ahmed, una mujer con niqab (velo que cubre la cara), a las puertas del tribunal atacado en El Cairo.
Enfrentamientos en varias zonas
A lo largo del día han muerto al menos nueve personas por la violencia en todo el país, según el Ministerio egipcio de Sanidad.
Cuatro de los fallecidos perdieron la vida en la ciudad de Sohag, según el Gobierno egipcio, que ha acusado a francotiradores de los Hermanos Musulmanes de haberse apostado en las azoteas de la localidad y abrir fuego contra los electores que se dirigían a votar. Otras cuatro personas murieron en la provincia de Guiza, y una más en Beni Suef, al sur de El Cairo, en choques entre la policía y los islamistas.
Mientras, un portavoz de los Hermanos Musulmanes ha informado de la muerte de ocho personas y ha indicado que los muertos en Sohag, entre los cuales había un menor, eran simpatizantes de Morsi que protestaban contra la Constitución.
Las votaciones concluirán este miércoles y una vez refrendada la norma fundamental empezará la cuenta atrás para la convocatoria de elecciones presidenciales y legislativas en los próximos seis meses, sin conocer todavía cuál de los dos comicios se celebrará en primer lugar..