El investigador Juan Carlos Izpisúa dimite por falta de un proyecto y desacuerdos en la financiación
- Ha sido por falta de apoyo a un nuevo modelo financiero y a un proyecto
- El investigador del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona lo ha confirmado por mail
- Su equipo consiguió crear minirriñones a partir de células madre en 2013
¿Qué es la medicina regenerativa?
Es una especialidad que aplica los principios de la ingeniería y las ciencias de la vida para fabricar sustitutos biológicos para mantener, restaurar o mejorar la función de órganos y tejidos en el cuerpo humano.
La ingeniería de tejidos incluye conceptos de campos como la biología celular, la microfabricación , la robótica y la ciencia de los materiales para diseñar partes de reemplazo del cuerpo humano. Por ejemplo huesos, cartilagos, una válvula cardiaca, vejiga, etc.. También se conoce como ingeniería de tejidos humanos. Fuente: cmrbarcelona.org
El doctor en Bioquímica y Farmacología, al frente del laboratorio de células madre del Salk Insitute de San Diego y eminencia mundial, Juan Carlos Izpisúa, ha dimitido como director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), según él mismo ha confirmado a través de un correo electrónico a TVE.
Las razones alegadas por Izpisúa en su carta de renuncia han sido la "falta de un proyecto y de búsqueda de un nuevo modelo de financiación competitiva que sea inclusivo", han indicado fuentes de la Secretaría de Estado de I+D+i a RTVE.es
La dimisión ha sido conocida a través del diario El País, que apuntaba a la falta de apoyos financieros y políticos por parte de la Generalitat de Cataluña y del Gobierno de España al investigador, según "fuentes cercanas" consultadas por la publicación.
Ambos gobiernos destinan al 50% un total de 3,4 millones de euros anuales al CMRB -a través del Instituto Carlos III en el caso del ejecutivo central-, una aportación que se ha mantenido en los últimos años, según ha explicado la Secretaría de Estado.
Además, el centro de investigación recibe fondos de otras instituciones, como la Fundación privada Cellex, la compañía multinacional farmacéutica Sanofi, la compañía CardioCel, organizaciones benéficas de Estados Unidos e incluso la recaudación de la iniciativa televisiva La Marató de TV3.
Cambios en la gestión del CMRB
Izpisúa, quien se encuentra en Japón en este momento, no ha comentado su decisión porque "perjudicaría a la ciencia" y ha anunciado que más adelante hablará "alto y claro", según ha revelado a TVE. Presentó su dimisión en la última reunión del patronato del CMRB, celebrada el pasado lunes, y tras serle aceptada se nombró al científico Ángel Raya como su sustituto, recoge Efe haciendo referencia a fuentes del Instituto Carlos III.
El CMRB perderá ahora 18 de los 21 proyectos científicos, ya que el exdirector del centro es su propietario intelectual, según recoge El País. Por su parte, el patronato del centro -formado por 15 miembros- ha manifestado en un comunicado que reconoce al profesor Izpisúa "la calidad de su labor investigadora a la vez que expresa la necesidad inexcusable de cambiar aspectos relevantes de la gestión y organización del Centro".
Asimismo, el patronato ha asegurado que se compromete a mantener la financiación de años anteriores y a continuar con los proyectos de investigación iniciados.
Logros en medicina regenerativa
El CMRB se fundó en 2004, existe como tal desde 2006 y siempre ha estado dirigido por Juan Carlos Izpisúa. Desde entonces han publicado unos 230 artículos científicos, con más incidencia en los últimos años, según han ido progresando las investigaciones. A finales de 2013, el equipo liderado por Juan Carlos Izpisúa creó por primera vez minirriñones humanos, unas estructuras renales tridimensionales en cultivo utilizando células madre humanas.
Se trata de un avance que puede facilitar el estudio de las enfermedades renales, descubrir nuevos fármacos y contribuir a la aplicación de terapias basadas en el uso de células madre. Hasta ese momento, los científicos habían tenido poco éxito en convertir células madre a células del riñón, un obstáculo que acabaron por salvar.
Previamente, en julio, el equipo del CMRB descubrió un nuevo método que facilita el proceso de obtención de células madre a partir de células adultas humanas y por primera vez consiguieron reemplazar un gen que se creía imposible de sustituir. Esta técnica tiene potencial para trasladarse a la práctica clínica.
Según explicaba el propio centro, existen dos tipos de células madre pluripotentes: las células madre embrionarias, que son células inmaduras que nunca se han diferenciado a un tipo celular específico, y las células madre de pluripotencia inducida (iPS, de sus siglas en inglés), que son células adultas a las que se les ha reprogramado su reloj biológico para volver a un estado indiferenciado.
Las células iPS ofrecen dos ventajas: se pueden crear a partir de células del mismo paciente y evitar así el rechazo immunológico, y no implican la destrucción de embriones sobrantes de tratamientos de fecundación in vitro. Hasta ese momento, las células iPS se producían con una fórmula muy estricta que no permitía ninguna variación, mecanismo que se puede modificar gracias al descubrimiento del equipo de Izpisúa.