Una cadena de atentados sectarios en Irak deja más de 70 muertos
- Es el día más sangriento de los últimos meses
- Han estallado al menos siete coches bomba en varios barrios de Bagdad
- El primer ministro Al Maliki dice que la lucha contra Al Qaeda continuará
La violencia sectaria que repuntó en 2013 continúa desangrando Irak. Este miércoles ha sido uno de los días más mortíferos de los últimos meses. Al menos 73 personas han muerto y 152 han resultado heridas en una cadena de atentados, la mayoría con coches bomba, en diferentes zonas de Bagdad y en el este de Irak, según han informado fuentes policiales.
Al menos 14 personas han perdido la vida y otras 25 han resultado heridas por la explosión de tres bombas durante el funeral por un miliciano suní pro-gubernamental en la aldea de Shateb, en la provincia de Diyala, en el este de Irak. Los heridos han sido trasladados al hospital más cercano y las autoridades han asegurado que el número de víctimas puede aumentar, debido a la gran cantidad de personas que había en el lugar.
Mientras, en la capital, esta nueva oleada de ataques ha dejado al menos 29 muertos y 87 heridos.
Ocho personas han perdido la vida y 20 han resultado heridas por la explosión de dos coches bomba en el barrio de Al Huseiniya, en el noreste de Bagdad.
Los coches bomba han dejado también víctimas mortales en la zona de Shaala (noroeste), donde han muerto ocho civiles y 23 han resultado heridos; en la calle Sanaa (centro), seis muertos y doce heridos; y en la plaza de Al Andalus, en el centro de Bagdad, con cinco muertos y nueve heridos.
Una decena de coches bomba
Un suceso parecido se ha registrado en la zona de Al Duyail, en el norte de Bagdad, donde han muerto cuatro personas y tres sufrieron heridas.
Además, cuatro personas han muerto y 14 han resultado heridos por el estallido de un coche bomba en la zona de Shaab, en el noreste de la capital; al tiempo que se registraron tres muertos y ocho heridos en un atentado similar en la zona de Al Obaidi (este); y cuatro muertos y once heridos en la zona de Al Sadr (este).
Tres personas han muerto y 15 han resultado heridas tras la explosión de un coche bomba en otro mercado popular, Shalal, también en el noreste de Bagdad, y otros dos más han fallecido en el zoco de Abidi, en el este, por un artefacto explosivo.
La agencia France Presse asegura además que otras seis personas, entre ellas tres soldados, han muerto en Mosul (norte).
“Maliki pide ayuda internacional para evitar la creación de estados diabólicos“
Y, por último, un oficial de la policía iraquí murió tras la explosión de una bomba adherida a su vehículo en Zaafarin, en el sudeste de Bagdad.
Violencia sectaria imparable
La violencia sectaria en Irak se ha disparado por la oposición de la minoría suní al gobierno de Nuri al Maliki (chií), al que acusan de marginarles. Según el proyecto independiente Iraq Body Count, en 2013 murieron casi 9.500 civiles debido a la violencia, una cifra similar a la de 2008, el peor año de la guerra civil que se desató en el país tras la invasión de EE.UU.
El primer ministro Al Maliki ha señalado directamente a Al Qaeda y ha asegurado que la lucha continuará. "La batalla será larga y continuará (...) Si nos quedamos en silencio significará la creación de estados diabólicos que traerán el caos y la inseguridad a la región y al mundo", ha dicho Al Maliki en televisión, donde ha pedido ayuda internacional.
Los atentados se producen cuando el Ejército iraquí sigue intentando recuperar el control de las ciudades de Faluya y Ramadi, en la provincia de Anbar, de mayoría suní, que perdió en diciembre a manos de milicianos locales y del Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL), un grupo vinculado con Al Qaeda. El Ejército iraquí aseguró hace una semana que había recuperado el terreno perdido gracias a la ayuda material de EE.UU., pero lo cierto es que los extremistas continúan en el interior de estas ciudades.