Confide: una app para intercambiar mensajes que se destruyen una vez leídos
- El mensaje desaparece una vez que se ha leído
- Favorece el intercambio de información confidencial personal y profesional
- La aplicación es muy fácil de utilizar y es gratuita
La aplicación para teléfonos móviles iPhone y Android (en breve) Confide es el equivalente a compartir información 'con la grabadora apagada', off the record: permite enviar mensajes de texto que una vez leídos se destruyen como si de una película de Misión Imposible se tratara, pero prescindiendo de la parte en la que el mensaje explota.
La idea recuerda mucho al malogrado Facebook Poke o al, por el contrario, exitoso a su manera Snapchat: ambas aplicaciones permiten enviar una fotografía y que esta se borre a los pocos segundos desde el momento en el que el destinatario la abre para verla. Solo que en el caso de Confide no se trata de fotografías sino de mensajes de texto.
De modo que según sus desarrolladores, Confide "permite decir todo aquello que uno desea, de forma honesta y directa" pero sin que quede rastro o prueba escrita de ello; de forma privada y sin correr el riesgo de que el mensaje acabe en las manos, o ante los ojos, de quien no debería.
Se trata de poder decir por escrito, con la inmediatez y con la comodidad de la mensajería instantánea y del correo electrónico, todo aquello que por el motivo que sea preferimos comunicar en persona o, como mucho, por teléfono.
Un mensaje que se revela poco a poco
De hecho la idea no es nueva y existen algunas aplicaciones similares. Pero sí que esta funcionalidad está muy bien implementada en Confide. De hecho, enviar un mensaje desde esta aplicación es igual de fácil que hacerlo desde el correo electrónico. En caso de que el destinatario no tenga la aplicación Confide, podrá leer al respecto en el mensaje recibido e instalarla directamente en su móvil, y gratuitamente.
Es poco probable que el receptor de un mensaje enviado a través de este servicio pueda guardarlo porque no es fácil capturar la pantalla, ni hacer una copia fotografiando o fotocopiando la pantalla del teléfono móvil. De conseguirlo -no sin cierto trabajo- la copia no resultaría integra.
Esto es porque el mensaje se recibe con todas las palabras que lo forman ocultas: que hay que ir pasando el dedo sobre ellas para que se muestren y revelar la totalidad del escrito.
De este modo el mensaje nunca está completo del todo en la pantalla, lo que añade un nivel de protección adicional. Una vez que el mensaje ha sido leído -es decir, una vez que se han revelado todas las palabras que contiene y el receptor lo cierra- el texto se borra y desaparece del teléfono móvil.
Confide cifra los datos que se envían de un teléfono a otro de tal modo que no se guarda copia en los servidores; y en el improbable caso de que el mensaje sea interceptado el contenido no será visible. Una vez borrado "desaparece sin dejar rastro", según sus creadores.