Al menos siete muertos en un bombardeo desde Siria contra una ciudad suní del Líbano
- Entre los fallecidos hay un niño de seis años
- Arsal es blanco de ataques por apoyar a los rebeldes sirios
Al menos siete personas han muerto, entre ellas un niño de seis años, y 15 han resultado heridas en la localidad libanesa de Arsal por el impacto de proyectiles disparados desde el lado sirio de la frontera, según ha informado la agencia oficial libanesa ANN.
Arsal, en el noreste del Líbano y fronteriza con Siria, es una población de mayoría suní favorable a la oposición siria que sufre casi a diario bombardeos efectuados desde el país vecino, aunque el de este viernes ha sido de los más mortíferos. Las fuentes de seguridad lanzan ataques periódicos para perseguir a los rebeldes.
Uno de los proyectiles ha tenido como blanco el domicilio de un familiar del alcalde de Arsal, donde se ha registrado el mayor número de fallecidos.
El alcalde Ali Hujairi ha explicado a la emisora La Voz del Líbano que cuatro casas fueron alcanzadas por los cohetes, mientras que la televisión Al Yadid ha señalado que uno de ellos cayó cerca de una posición del Ejército.
Contagio de la guerra siria
Además, la aviación siria bombardeó la carretera que comunica las poblaciones de Joseye y Qaa, a lo largo de la frontera líbano-siria, que en muchas zonas no está bien delimitada.
Este bombardeo se produce un día después de que estallara un coche bomba en la ciudad de Hermel, también en el noreste del Líbano, que causó cuatro muertos y 32 heridos. Hermel es un bastión del movimiento chií de Hizbulá, que ha enviado a sus hombres a luchar junto a las fuerzas del régimen sirio.
La seguridad se ha deteriorado en el Líbano desde el inicio de la guerra siria en marzo de 2011, con un aumento de los enfrentamientos sectarios, los atentados terroristas y los secuestros, además de los bombardeos.