Un tribunal estadounidense cuestiona la 'neutralidad de la Red'
- Dar la razón a Verizon frente a FCC rompe el principio de neutralidad de la Red.
- Los proveedores podrían ofrecer navegación por Internet con restricciones
- En Estados Unidos todavía podrían producirse cambios a favor de la neutralidad
El pasado 14 de enero un tribunal de apelaciones de Washington, D.C. falló a favor del gigante de las telecomunicaciones Verizon. Se trataba de una resolución que podría tener importantes implicaciones para la neutralidad de la Red, un concepto importante tanto para clientes de las compañías de telecomunicaciones como, por extensión, para internautas de todo el planeta.
La neutralidad de la Red es un tema complejo en detalles pero fácil de entender; se aplica a las líneas de comunicaciones y contenidos de Internet. Se resume en una frase: "Todos los bits han de ser tratados por igual" sin diferencia de qué contengan, qué aplicación se está utilizando o cuál sea su destino.
Todos han de ser transmitidos por las mejores rutas, con garantías como la velocidad de transmisión y con la integridad propia de las comunicaciones personales. Los usuarios deben poder utilizar cualquier protocolo técnico sin que sus transmisiones puedan ser filtradas, bloqueadas, o el acceso restringido de algún modo, más allá de lo técnicamente posible.
Vía libre a un acceso controlado a la Red
La reciente sentencia básicamente viene a permitir a los proveedores de servicios de Internet como Verizon comercializar el acceso a Internet aplicando diversas tarifas según los servicios, tipos de datos o lugares por los que el usuario quiera navegar.
También permitiría otras cuestiones, tales como bloquear contenidos, aplicaciones o servicios por cualquier razón, y hacerlo tanto por cuestiones ideológicas como por competencia de mercado.
En este nuevo escenario podría suceder que un proveedor de acceso, por ejemplo, ofreciera una tarifa barata que permitiera navegar por su propia red pero no buscar en Yahoo o en la Wikipedia, junto con otra opción extra que permitiera ver y descargar vídeos a alta velocidad pero solo en su videoclub y no en YouTube u otra distinta que incluyera las llamadas de teléfono fijo o móvil pero bloqueando Skype o Whatsapp por ser 'competencia'.
Si solo una compañía se comportara así los consumidores no tendrían problema en cambiar a otra, pero si debido a la ausencia de una regulación de la neutralidad todas lo hacen, los internautas pueden quedarse sin opciones.
Al mismo tiempo esto puede hacer que empresas nativas de Internet, como el servicio de vídeo Netflix, el de música Spotify o Skype (el servicio de chat y teleconferencias de Microsoft) tengan que pagar cuotas o 'peajes' a los proveedores de acceso para estar disponibles para los clientes. Esos peajes acabarían de un modo u otro repercutiendo en los usuarios finales.
Lucha para salvar la neutralidad de la red
En la sentencia se hace una diferenciación entre lo que son 'servicios de telecomunicaciones' (que es como venían tratándose hasta ahora) y 'servicios de información', la nueva definición que permite hacer la discriminación.
Aunque la neutralidad de la Red garantiza técnicamente que Internet funcione sin problemas -incluso priorizando cierto tráfico respecto a otro por cuestiones puramente técnicas- la diferenciación por razones comerciales, estratégicas o ideológicas no es algo que guste a los internautas, que han organizado diversos movimientos sociales y campañas para salvar la neutralidad de la Red en los últimos años.
Distintas regulaciones
Naturalmente todo esto está sucediendo de momento en Estados Unidos y en otros lugares del mundo las normativas a aplicar son distintas. En Europa, por ejemplo, la neutralidad de la Red lo tiene más fácil.
Pero no es arriesgado pensar que un cambio en el escenario como este pueda afectar a la percepción que hay de ella en el futuro, o que directamente afecte a servicios internacionales que están alojados o se proporcionan desde Estados Unidos a clientes de todo el mundo.
Pero los internautas no pueden considerarlo todo perdido todavía: en el caso de Verizon contra la FCC (Comisión Federal de Comunicaciones, defensora en este caso de la neutralidad) podría suceder que a pesar de la sentencia la FCC 'reclasifique' a los ISP dentro de otra categoría o 'negociado', lo cual les sometería a controles más estrictos.
Esto haría que al igual que sucede con las emisoras de televisión, la radio o el servicio telefónico, tuvieran que garantizar que todos los servicios para los que obtienen licencias funcionen por igual para todos los usuarios,comportando efectivamente de forma neutral. Así que la última palabra todavía no se ha dicho del todo.