La ESA activa la sonda Rosetta tras dos años de hibernación para el último tramo de su viaje
- Va a estudiar el cometa 67P para investigar el origen del sistema solar
- La sonda Rosetta se posará en la superficie del cometa en noviembre
- El centro de la ESA en Madrid procesará los datos que se obtengan este año
La sonda Rosetta ha despertado a las 19.19 horas, a 673 millones de kilómetros del Sol, en medio de un acto que ha acogido el Centro Europeo de Operaciones Espaciales (ESOC) en Darmstadt, Alemania.
Rosetta ha enviado a la Tierra la señal de que se ha despertado tras dos años y medio de hibernación para limitar el consumo de energía en su viaje hacia el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko.
El director de Operaciones de Rosetta, Andrea Accomazzo, confirmó la llegada de la señal de la sonda en el centro de control de operaciones de la Agencia Espacial Europea (ESA) en Darmstadt (oeste de Alemania), entre el júbilo entre los asistentes.
Respuesta a la formación de los plantes
La sonda de la Agencia Espacial Europea (ESA), tiene como objetivo estudiar en profundidad el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko para intentar encontrar respuestas científicas al proceso de formación de los planetas y más concretamente, de la Tierra.
Rosetta lleva ya diez años viajando por el espacio al encuentro del cometa 67P. Hace dos años y medio entró en estado de hibernación ya que no recibía suficiente luz solar para producir electricidad, y por eso pasó este periodo para recorrer el tramo más solitario y frío de su viaje, cuando se encontraba a unos 800 millones de kilómetros del Sol, cerca de la órbita de Júpiter, según explica la ESA.
Este lunes, desde el ESOC se ha activado el 'despertador' de la sonda, es decir, los mecanismos de la nave se han puesto en marcha a lo largo de seis horas, aproximadamente, hasta que han enviado una señal a la Tierra.
Ha sido entonces cuando el equipo ha confirmado que Rosetta está lista para continuar su desplazamiento al encuentro del cometa 67P.
Última fase del viaje hacia el cometa 67P
Hasta abril, la sonda Rosetta, que va a bordo de la nave de la ESA llamada Philae, llevará a cabo el último tramo de su largo viaje, ya que ahora está a nueve millones de kilómetros de su objetivo.
Está previsto que la sonda mapee el cometa en agosto y será en noviembre cuando Rosetta se aproxime al cometa 67P y aterrice en él con "delicadas maniobras".
Son varios los centros espaciales implicados en la misión, en Colonia, Tolouse o Madrid. Las distintas estaciones se comunicarán con Rosetta y obtendrán datos que se procesarán en el centro de la ESA de la capital española. Más adelante estarán disponibles para la comunidad científica.
Investigación del origen de la Tierra
Según ha señalado en el acto de la ESA el director de Operaciones y Vuelos espaciales, Thomas Reiter, el equipo de la Agencia Espacial Europea será capaz de saber si la sonda podrá aterrizar una vez esté allí. Asimismo, ha manifestado que la misión "revolucionará nuestros conocimientos sobre los cometas y el origen de la vida".
“Rosetta será la primera sonda que aterrice en un cometa“
Por su parte, el director científico y de Exploración robótica de la ESA, el astrofísico español Álvaro Giménez, ha destacado que la misión Rosetta es "absolutamente única" en cuanto a las operaciones que va a llevar a cabo.
En este sentido, ha subrayado que es la primera sonda que va a aterrizar en un cometa. Una vez lo consiga estudiará el histórico de la temperatura del 67P, para saber a qué distancia ha estado del Sol. También investigará sus procesos de transformación y el agua.
"Creemos que el 40% del agua que hay en la Tierra podría provenir de cometas", ha indicado Giménez, quien ha afirmado que si Rosetta encuentra moléculas orgánicas, habrá pistas para conocer el comienzo de la vida en la Tierra.
En sus primeros años de misión, Rosetta se acercó tres veces a la Tierra y una a Marte para impulsarse a más de 800 millones de kilómetros del Sol, pasando cerca de la órbita de Júpiter y visitando dos asteroides en su camino.
Por ejemplo, de uno de ellos, Lutetia, obtuvo imágenes en 2010, importantes para obtener datos sobre la composición de su superficie y de su entorno próximo.