'Blechkoller', un cómic de submarinos premiado en Francia
- Es obra del guionista Damián y el dibujante Javier Hernández
- Un thriller bélico-psicológico con el que han conseguido el premio VSD
En el cine hay todo un subgénero de películas bélicas dedicado a los submarinos (con grandes títulos como El submarino, La Caza del Octubre Rojo, K-19, Duelo en el Atlántico...) pero en el cómic no es nada habitual y menos un título con tanto interés como Blechkoller (Norma), del guionista Damián Campanario (Khalid) y el dibujante Javier Hernández (que debuta a lo grande en el mundo del cómic).
“Es un álbum enmarcado en la segunda guerra mundial, más concretamente en el papel que jugaron los submarinos durante la misma –asegura Damián-. Cuenta la historia de Erik Schultz, el técnico de comunicaciones de un submarino alemán, y de como la presión y la responsabilidad de su puesto lo hacen enfermar hasta el punto de poner en peligro la vida de sus compañeros”.
“De aspecto frágil y enfermizo, iremos viendo a lo largo de su travesía como Schultz sufre el síndrome "Blechkoller" y como ciertos episodios de su infancia agravan su situación –comenta Javier Hernández-.
“Lo acompaña su superior Günter, que podríamos definir como el antagonista de Erik. Su carácter es fuerte e impulsivo. Por último destacaría el personaje del capitán, que podemos decir que encarna la figura paternal y que acaba jugando un papel determinante al final de la historia. La transformación física que experimenta este personaje ha sido, de hecho, un gran reto para mí como dibujante”.
¿Qué significa Blechkoller?
“Blechkoller (o síndrome de la lata de sardinas) es un tipo de psicosis que padecían algunos tripulantes de los submarinos tras varias semanas de confinamiento, encerrados en un espacio muy reducido y con unas condiciones de vida muy duras -comenta Damián-. Apenas podían apenas sanear el aire dentro del submarino, sin poder asearse y sobre todo con la tensión de poder ser atacados en cualquier momento por las cargas de profundidad y acabar así en el fondo del mar sin escapatoria alguna”.
“Esa psicosis –continúa el guionista- podía provocar ataques de histeria donde los tripulantes llegaban incluso a infligirse autolesiones o atacaban a otros compañeros de tripulación. Es la enfermedad que padece el protagonista en su U-boot y que se ve potenciada por el desarrollo de la historia a lo largo de todo el álbum”.
Una enfermedad agravada por el ambiente claustrofóbico del submarino. “Al ser un thriller psicológico es fundamental reflejar ese ambiente –comenta Javier-. Para hacerlo utilicé planos muy cerrados y puntos de vista que reflejaran la incomodidad de las estancias dentro de un submarino. El tratamiento del color, potenciando su valor narrativo, me ha ayudado a recrear esos ambientes”.
Un thriller psicológico
“Sí, más que un cómic bélico (aunque ese sea el escenario) podríamos hablar de un thriller psicológico -añade Damián- porque el conflicto está, en gran medida, en la mente de Erik, nuestro protagonista. En la historia vamos alternando la acción en el submarino con flashbacks que cuentan una parte de su pasado y que nos dan pistas del origen de su enfermedad y de sus comportamientos en el presente”.
“Intentamos que el inicio del cómic empezará ya con un primer conflicto y luego en lugar de dejar respirar el lector las cosas se pusieran cada vez más difíciles para Erik. Y transmitir la sensación de opresión, la angustia y la claustrofobia que debían sentir los marineros durante esos largos periodos de confinamiento en los submarinos”.
Un ambiente subrayado por los estupendos dibujos de Javier Hernández: “Me interesa mostrar especialmente las expresiones de los personajes, su expresión corporal, que la ambientación ayude a reforzar esos aspectos, el estilo semi-realista que hago es ideal para ese propósito aunque también diría que no lo controlo del todo, intento no entretenerme mucho en los detalles para mostrar una idea que encaje bien con la narración”.
Sus influencias
“Cuando escribí las primeras seis páginas, que en un principio había planteado como una historia corta, no había visto ninguna película ni era un aficionado al cine bélico en particular –comenta Damián-. Eso cambió cuando esas seis páginas se transformaron en un proyecto de álbum. En ese momento empecé un trabajo de documentación que me llevó a leer mucho material sobre la segunda guerra mundial y la importancia que tuvieron los submarinos durante la misma. Un amigo me dijo que la película de referencia dentro del género era Das Bootn (El submarino), y ciertamente es una película increíble”.
“Intentando ofrecer algo diferente al film, para desarrollar el guión, creo que surgieron de forma inconsciente otras influencias que se alejan mucho del tema de los submarinos como En busca del arca perdida o Un hombre lobo americano en Londres. Si leéis el cómic creo que averiguaréis en seguida a que me refiero, aunque yo no me di cuenta hasta que estuvo acabado”.
Javier también confiesa su inspiración: “El capitán, por ejemplo, está inspirado en el personaje principal de la película El submarino (Das Boot), de Wolfgang Petersen. También me ayudó para la ambientación, ya que recrea muy bien lo que es la vida en el interior de un submarino. Por otra parte hay un montón de documentación en la red sobre los submarinos de la II Guerra Mundial, aunque al ser mi estilo poco realista me he tomado bastante libertad al dibujar”.
“Influencias –confiesa- tengo cientos y cada día más, mucha gente comenta que mi estilo le recuerda a Frederik Peeters o a Roger Ibáñez en las tintas, y la verdad es que son dos autores que me encantan”.
Premio y exposición en París
Con este trabajo ambos han conseguido el Premio VSD 2012. “Nos dio la oportunidad de que el cómic se publicitara en una revista de gran tirada en Francia y poder hacer una presentación en una galería parisina con mucha presencia de medios de comunicación –asegura Damián-. Javier pudo exponer allí sus originales y tuvimos el privilegio de que dos autores a los que admiramos como Merwan Chabane y Fabien Bedouel dijeran que las páginas estaban muy bien sin saber que los estábamos escuchando. Fue uno de los mejores momentos de la presentación”.
“Yo llevaba más tiempo intentando abrirme camino en el mundo del cómic y para mi fue fue un experiencia increíble. Para Javier, que ha dibujado para el álbum sus primeras páginas, ha sido más especial todavía”.
“Fue genial, imagínate, se publica mi primer cómic y además se exponen los originales en una galería parisina ¡un sueño!” -añade Javier-.
“Más allá de eso tampoco sabemos si ha tenido una repercusión a nivel de ventas porque la editorial 12bis bajo la persiana unos meses después de la salida de nuestro álbum y ahora los derechos de la obra están en manos de Glenat” –confiesa Damián-.
Sus proyectos
Damián nos comenta que “Estoy preparando bastantes proyectos con autores con los que ya he colaborado antes como Javier Hernández (Blechkoller) o Jordi Pastor (con el que publiqué Khalid el pasado mes de abril, un cómic basado en mi experiencia como educador social, donde hablo del trabajo que realizamos en centros de acogida con menores inmigrantes en riesgo de exclusión social) y con otros autores como Alex Fuentes, Adrián Bago, Juan Sanmiguel, Jordi Planellas o Miguel Hernández.
Javier tampoco para: “Acabo de terminar un proyecto, nada de submarinos, con Damián y me pongo enseguida con unos guiones también suyos de historias cortas de temáticas muy distintas”.
Una pareja que seguirá dando mucho que hablar en los próximos meses.