El Gobierno tailandés declara el estado de excepción en Bangkok para frenar las protestas
- La medida se toma a dos semanas de las elecciones anticipadas
- Regirá para la capital y las provincias aledañas durante dos meses
El Gobierno de Tailandia ha impesto el estado de excepción en Bangkok, para contener el aumento de la violencia relacionada con las manifestaciones antigubernamentales, a dos semanas de las elecciones generales.
La medida entrará en vigor a partir de la medianoche de este martes al miércoles, afectará también a las zonas adyacentes a la capital y estará vigente durante 60 días, según el grupo de comunicación estatal MCOT.
El estado de excepción permite a las fuerzas de seguridad detener a sospechosos sin necesidad de presentar cargos, decretar el toque de queda, disolver reuniones públicas de más de cinco personas y censurar a los medios de información.
Al menos nueve personas han muerto y más de 500 han resultado heridas desde que las protestas empezaron a ocupar ministerios en noviembre pasado.
La violencia ha ido en aumento desde que los manifestantes comenzaran, el día 13 de enero, el bloqueo y ocupación de más de una decena de importantes avenidas de la capital con varios ataques con granada que han causado un muerto y decenas de heridos.
Recompensa de Thanksin Shinawatra
Las autoridades locales han iniciado un dispositivo de búsqueda y captura contra uno de los sospechosos del último ataque de este tipo, que parece haber sido grabado por una cámara de vigilancia.
El ex primer ministro de Tailandia Thanksin Shinawatra, prófugo de la justicia tailandesa, ofreció una recompensa de 10 millones de bat (casi 225.000 euros y más de 300.000 dólares) para quien capture a este sospechoso.
Thaksin, quien reside en Dubái porque si regresa a su patria deberá cumplir dos años de prisión por un delito de abuso de poder, es hermano de Yingluck Shinawatra, la actual primera ministra del país.
Informaciones del Ejército
Un portavoz del Ejército ha alertado de que han detectado movimiento de armas y material explosivo hacia la capital que puede contribuir a una escalada de violencia, según el diario Bangkok Post.
Por su parte, uno de los líderes del movimiento de los camisas rojas, simpatizantes de Thaksin, ha rechazado que sus militantes hayan tenido algo que ver en los recientes ataques y apunta que estos forman parte de una conspiración para justificar un golpe de Estado militar.
Por segundo día consecutivo, el líder de las protestas, Suthep Thaugsuban, ha encabezado una marcha por el centro financiero de Bangkok. Suthep, quien abandonó su escaño parlamentario y el Partido Demócrata para embarcarse en esta "cruzada", exige la dimisión del Gobierno interino de Yingluck y aplazar las elecciones legislativas del 2 de febrero hasta que se haya reformado el sistema político y acabado con la corrupción.
Las reformas las llevaría a cabo un consejo popular no electo de 400 miembros en los próximos 12 a 15 meses. Yingluck ha rechazado desde el primer día utilizar la fuerza con las protestas y ha apostado por las elecciones anticipadas.
Desde 2006, Tailandia vive una profunda crisis política que cada uno o dos años desemboca en manifestaciones de partidarios o detractores de Thaksin que han causado decenas de muertos e importantes pérdidas económicas.