A Manu

El periodista y escritor Manu Leguineche.

Compartíamos varias pasiones. La que más nos acercó: Guadalajara. Él presumía de su Brihuega, aunque en eso poco tuvo que hacer frente a mi monumental Sigüenza.

También compartimos la pasión por viajar (Javier Reverte comentaba hace unos minutos que Manu, como los grandes aventureros, nunca se conformó con imaginar lo que había detrás de una montaña). Y otra afición que une: las ganas de narrar. Pero en eso no hay comparación posible.

Manu Leguineche fue un reportero curioso (¿acaso se puede no serlo?), consciente de que las grandes verdades de la vida están encerradas en el corazón de las personas. Y que sólo hay una manera de conocerlas: abriendo ese corazón.

No sabría decir si Manu fue el mejor reportero de la tribu, pero desde luego fue (es) el maestro de todos ellos. Suficiente.

Esta mañana su hermana Rosa me ha contado que ella y Manu siguieron juntos El reportaje perfecto, el programa especial que hicimos en En Portada por nuestros primeros 30 años. No era momento para preguntar detalles, pero me he emocionado sólo imaginando esa escena. Porque, lo olvidaba, con Manu compartí otra cosa: los dos hemos dirigido En Portada... Y eso son palabras mayores.