El Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes firman un alto el fuego
- El país llevaba semanas al borde de la guerra civil por violencia política y étnica
- El acuerdo contempla la liberación de líderes de los rebeldes presos
El Gobierno de Sudán del Sur y los rebeldes han firmado en Adis Abeba un acuerdo de alto el fuego, después de más de un mes de un conflicto que ha colocado al país más joven de África al borde de la guerra civil.
El acuerdo, firmado en Addis Abeba con el auspicio de los estados vecinos, debe ser efectivo este viernes ("en 24 horas") y contempla la liberación de 11 líderes políticos o militares rebeldes en manos de las fuerzas gubernamentales. No obstante, el texto no precisa plazos ni los términos para esta última cuestión, que había bloqueado hasta ahora las negociaciones, informa AFP.
La violencia en Sudán del Sur estalló el pasado 15 de diciembre, cuando el presidente del país, Salva Kir, acusó a su exvicepresidente y actual líder rebelde, Riek Mashar, de una intentona golpista.
Miles de personas han fallecido durante los enfrentamientos (10.000 según la ONG Grupo Internacional de Crisis) y al menos 335.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por la violencia, de las que casi 80.000 han salido del país, según cifras de la ONU.
Siguiente ronda de negociaciones
El pacto fue firmado por los jefes de la delegación de Gobierno sursudanés, teniente general Nhail Deng Nhail, y de la delegación rebelde, general Taban Deng, en la sala de un hotel de la capital etíope abarrotada de diplomáticos y periodistas.
"El Gobierno es capaz de hacer cumplir a su Ejército el cese de las hostilidades y aplicar la letra y el espíritu del acuerdo", ha asegurado Deng Nhail, quien ha dado un apretón de manos a su interlocutor tras rubricar el pacto, informa Efe.
"Creemos que nuestros camaradas que languidecen en prisión son presos de conciencia por sus opiniones políticas. Pensamos que su presencia física es importante para que las negociaciones terminen con éxito", ha dicho por su parte o el negociador rebelde, según la misma agencia.
Además del conflicto étnico latente entre las etnias del presidente Kir y el rebelde Mashar, su socio hasta hace unos meses; en el conflicto también ha cobrado protagonismo la lucha por el control de las zonas petrolíferas del pais.
Naciones Unidas da la bienvenida a la noticia
Por su parte, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ha dado la bienvenida a este acuerdo entre el Gobierno y los rebeldes. En una declaración unánime, los 15 países miembros "ponen de relieve la importancia de garantizar la viabilidad" del acuerdo ya que "de él depende el avance hacia la plena reconciliación".
Del mismo modo, el Consejo ha condenado los ataques contra la población civil desde que comenzaron los combates el 15 de diciembre y ha destacado la necesidad de que "aquellos que han cometido esos actos rindan cuentas".
Además, los países "condenan los ataques y acusaciones contra la Misión de la ONU en Sudán del Sur (UNMISS)" e invitan a todos los interesados "a cooperar con la misión para cumplir su mandato".
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha calificado la decisión de "un primer paso crítico en la construcción de una paz duradera" y ha llamado a los líderes del país a trabajar de inmediato para la realización de este acuerdo y alcanzar un diálogo político entre todas las partes para resolver las causas subyacentes del conflicto", agregó.
Misión africana
El acuerdo se ha logrado tras varias semanas de negociaciones auspiciadas por la Autoridad Intergubernamental para el Desarrollo (IGAD), el bloque regional formado por Etiopía, Kenia, Uganda, Sudán, Somalia e Yibuti.
Por este lado, el director de Paz y Seguridad de la IGAD, Tewolde Gebremeskal, ha manifestado su esperanza de que "las armas se silencien antes de 24 horas".
Entre los diplomáticos presentes en la ceremonia se encontraba también el embajador de la Unión Europea (UE), Alex Rondos, quien subrayó que "la paz se debería restaurar y los asesinatos deben cesar", pues "la ley internacional ha de respetarse", según la misma fuente.
Además del tema de los presos, la presencia activa de tropas de Uganda --miembro de la IGAD-- en Sudán del Sur también ha provocado el malestar de los rebeldes, que acusaban a los soldados ugandeses de atacar sus posiciones y de contravenir así el espíritu de las negociaciones. Los líderes de los siete países de África Oriental que forman IGAD han aprobado el envío a Sudán del Sur de una fuerza pacificadora de 5.500 soldados autorizada por una resolución de la ONU para doblar el número de cascos azules en el país.