Liberado un empresario en Galicia y detenidos siete de sus secuestradores
- Ha sido liberado en Lalín (Pontevedra) y llevaba cinco días secuestrado
- Los integrantes de la banda tienen antecendentes en secuestros exprés
- Los investigadores confirman que el móvil era cobrar un rescate de 70.000 euros
Unidades especiales de la Guardia Civil han liberado esta madrugada en Lalín (Pontevedra) a un empresario gallego que llevaba cinco días secuestrado y han detenido a siete personas en la operación, según han informado fuentes de la investigación.
Los cabecillas del secuestro del empresario son dos hermanos, uno de ellos novio de la hija de los dueños de la casa en la parroquia de Xar, donde ha sido liberado el empresario secuestrado.
Los agentes localizaron este jueves el lugar en el que estaba retenido el empresario que había sido secuestrado el lunes pasado en la localidad de Betanzos y, tras diseñar el dispositivo, han procedido esta madrugada a su liberación. Pese a las "condiciones de insalubridad", las mismas fuentes han señalado que el hombre se encuentra en buen estado físico.
La operación en la que participaron efectivos de la unidad especial de intervención desplazada desde Madrid, continua abierta, se van a practicar algunos registros y no se descartan nuevas detenciones.
Según han confirmado fuentes próximas a la investigación a Europa Press, el hombre fue liberado en torno a las 2:00 horas de la madrugada del jueves al viernes de un galpón dentro de una cuadra en el municipio pontevedrés de Lalín. Las primeras informaciones apuntan que el secuestro pudo producirse para hacer frente al pago de una deuda contraída por el empresario.
La reclamación del rescate dio la pista
Los captores del empresario empresario del sector maderero, que tienen cerca de 60 años y han sido detenidos en el municipio de Xar, habían pedido un rescate de 70.000 euros y habían fijado un plazo para su pago, que expiraba este viernes.
Dos de los captores han sido detenidos después de que embistieran esta mañana a un coche del instituto armado en la localidad coruñesa de Melide.
Según las fuentes, fue precisamente la gestión de la reclamación de ese rescate lo que condujo a la Guardia Civil a la pista para el arresto de los secuestradores y la liberación del empresario.
El secuestrado, de entre 30 y 40 años, estaba encapuchado y maniatado en una habitación de una casa grande y en la operación ha sido incautada una pistola.
Una banda dedicada a secuestros exprés
Agentes de la Unidad Central Operativa (UCO) y otras unidades especiales de la Guardia Civil han llevado a cabo la operación, que continua abierta a la espera de nuevos registros y en la que no se descartan más detenciones. Se trata de una banda cuyos integrantes tienen antecedentes dedicada a secuestros exprés.
Según han confirmado a Europa Press fuentes de la investigación, los dos hermanos cabecillas de la banda, la novia de uno de ellos y los padres de ésta permanecen detenidos en el cuartel de Lonzas, en A Coruña, junto a los otros dos detenidos, que son el hijo de uno de los cabecillas de la organización y un vecino de la vivienda de Lalín donde el empresario permaneció secuestrado y que, en el momento de la entrada de los agentes, se hallaba allí.
Los siete, dos de los cuales tienen antecedentes policiales graves -uno de ellos estuvo en prisión por homicidio-, serán puestos a disposición judicial de un juzgado de instrucción de Betanzos (La Coruña) en un plazo aún no determinado.
Cinco de los arrestos se practicaron de madrugada en la vivienda de Lalín, donde también estaba un menor, de 14 años de edad, hijo de la mujer que es novia de uno de los cabecillas, que ha quedado bajo la custodia de su padre biológico.
El secuestro se produjo el pasado sábado 18 de enero y fue denunciado al día siguiente por la esposa del rehén, un empresario del sector maderero de 41 años. Los captores pidieron a la familia un rescate de 70.000 euros y fijaron este viernes de plazo para efectuar el pago.
Las fuentes de la investigación consultadas por Europa Press han señalado que los propietarios de la vivienda donde se mantuvo el cautiverio del empresario tenían conocimiento de lo que ocurría en un galpón de la propiedad.
Asimismo, han ratificado que el empresario secuestrado no mantenía ninguna deuda con sus captores, como ya había dicho su familia. Se reafirman, en cualquier caso, en el móvil económico para obtener los 70.000 euros que pedían los captores y no descartan que incluso la organización pudiese haberse equivocado de persona.