El Parlamento de Nicaragua aprueba la reforma que abre la vía otra reelección de Ortega
- La reforma constitucional sale adelante por 64 votos contra 25
- También contempla la elección sin mayoría absoluta en primera vuelta
- La oposición acusa al presidente de crear un régimen autoritario
La mayoría sandinista en la Asamblea Nacional de Nicaragua ha aprobado la reforma de la Constitución que otorga más poder al presidente del país, Daniel Ortega, y elimina la limitación de mandatos.
La reforma ha sido aprobada con 64 votos a favor, 25 en contra y ninguna abstención. La oposición ha comparado esta reforma con el tipo de administración que protagonizaron los Somoza durante gran parte del siglo XX, cuando Nicaragua era considerada una dictadura.
La modificación constitucional establece la posibilidad de reelegir indefinidamente al presidente y hacerlo en primera vuelta simplemente con mayoría simple de votos; y faculta al jefe del Estado para emitir decretos ejecutivos con fuerza de ley, entre otras cosas.
Sin segunda vuelta
En el primer caso, la eliminación de la limitación de mandatos ha sido una tendencia en otros países latinoamericanos en los últimos años (y es habitual en Europa); pero la elección de un mandatario mayoría simple en un sistema presidencialista es mucho más infrecuente: lo habitual es que si no alcanza un mínimo (normalmente el 50%) haya una segunda vuelta.
Los diputados de la opositora Bancada Partido Liberal Independiente (Bapli) se han retirado del hemiciclo una vez ha sido aprobado el proyecto completo y se iba a proceder a una relectura artículo por artículo. La reforma ya fue aprobada en primera lectura el 10 de diciembre y se espera que entre en vigor ya en cuanto la promulgue el Ejecutivo, según France Presse.
"Esta reforma constitucional profundiza la democracia, la participación de la familia, de la comunidad en el quehacer político", ha dicho en el pleno el jefe del grupo parlamentario sandinista, Edwin Castro, según la agencia Efe.
Más poder al Ejército
"No necesitamos un Somoza, perdón un Ortega 'forever' (para siempre)", ha dicho desde el otro lado el subjefe de Bapli, Alberto Lacayo, según la misma agencia, que recuerda que el texto también cuenta con la oposición de la jerarquía de la Iglesia Católica nicaragüense, que la considera de cariz autoritario.
La reforma contempla no sólo otorgar más poderes a Ortega sino también mayores facultades al Ejército de Nicaragua; agrega los nuevos límites del país en el Caribe con Colombia y Honduras, fijados por la Corte Internacional de Justicia de La Haya, e incluye un acuerdo marco para la construcción del Gran Canal Interoceánico por la empresa china HKND Group, que establece la concesión y explotación del proyecto durante 50 años, prorrogables por otros tantos.
Ortega, de 68 años, fue reelegido en 2011 para su tercer mandato, el segundo consecutivo, con un 62% de los votos tras una cuestionada candidatura y una jornada electoral plagada de denuncias de irregularidades.
El actual gobernante es considerado por distintos sectores como el presidente con más poder desde el dictador Anastasio Somoza Debayle, debido a que su partido, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), domina todos los poderes del Estado, así como la mayoría de Gobiernos municipales. Además, es el jefe supremo de la Policía Nacional y del Ejército.