Putin critica las injerencias de "intermediarios" en Ucrania y asegura que Rusia no interferirá
- El presidente ruso afea la actuación comunitaria ante Van Rompuy y Barroso
- Se han reunido en el marco de la cumbre entre la Unión Europea y Rusia
- El encuentro ha quedado diluido por las divergencias sobre Ucrania
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha aprovechado la cumbre bilateral con la Unión Europea para afear veladamente la actuación de Bruselas en la crisis de Ucrania, al criticar las injerencias de “intermediarios” en la política ucraniana, al tiempo que aseguraba que su país no va a "interferir".
“Estoy seguro que el pueblo ucraniano lo va a resolver por sí mismo“
"Estoy seguro que el pueblo ucraniano lo va a resolver por sí mismo y Rusia no va a interferir", ha comentado Putin en una rueda de prensa al término de la cumbre bilateral, en la que el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, ha señalado que la UE continuará con sus esfuerzos para intentar mediar entre el Gobierno ucraniano y la oposición.
En este sentido, Van Rompuy ha recordado que este mismo martes viaja a Kiev la jefa de la diplomacia comunitaria, Catherine Ashton, como lo ha hecho ya el comisario europeo de Vecindad, Stefan Füle.
Sin embargo, Putin ha rechazado cualquier intervención externa en Ucrania, donde el Gobierno ha dimitido y el Parlamento ha derogado las polémica leyes que restringían el derecho a manifestarse a causa de las protestas de la oposición. "No creo que Ucrania necesite intermediarios. Cuanto más intermediarios hay, más problemas hay", ha subrayado Putin.
Van Rompuy defiende la actuación de la Unión Europea
Las manifestaciones en Ucrania comenzaron en noviembre pasado cuando el Gobierno del presidente Víktor Yanukóvich rechazó en el último minuto firmar un acuerdo comercial con la Unión Europea y optó por aceptar de Moscú un préstamo sin condiciones de 15.000 millones de dólares y una rebaja en los precios del gas importado de Rusia.
Van Rompuy ha insistido en que el uso de la fuerza en Ucrania no va a resolver sus problemas políticos, por lo que ha enmarcado la mediación comunitaria en los esfuerzos para "evitar la escalada" de violencia y contribuir a "restaurar la estabilidad política".
Ante las "diferentes interpretaciones y malentendidos" que pueden tener sobre la Asociación Oriental impulsada por el bloque europeo para estrechar su relación con Ucrania, Armenia, Georgia, Bielorrusia, Moldavia y Azerbaiyán, Van Rompuy ha anunciado que la UE y Rusia van a poner en marcha un grupo de expertos que analice esas preocupaciones.
"He dejado claro que la Asociación Oriental no afecta a los vínculos económicos, comerciales, sociales, humanos y culturales de Rusia con muchos de nuestros vecinos comunes", ha indicado Van Rompuy, quien ha asegurado que esos lazos "no estarán en peligro, sino al contrario, serán estimulados por un desarrollo económico dinámico y exitoso" de esos países.
Igualmente, ha dejado claro que cualquier acuerdo comercial entre la UE y esos países "es completamente compatible con los acuerdos comerciales existentes" entre Rusia y esos países, y que pueden "interactuar constructivamente con la Unión Aduanera [liderada por Rusia] mientras se apliquen las normas de la Organización Mundial del Comercio y se garantice la libertad de decisión".
Putin y la economía
Por su parte, el presidente ruso ha hecho hincapié en que "es en nuestro interés" que los vecinos comunes de Rusia y la UE sean "prósperos" y estén "desarrollados". "Estos países han intentado activamente cooperar con la UE y también preservar sus lazos históricos con Rusia, y nosotros ciertamente deberíamos ayudarlos en esas aspiraciones", ha comentado.
Rusia, ha dicho Putin, "siempre ha respetado, está respetando y respetará los derechos soberanos de todas los entes internacionales", incluidos "los Estados nuevos que emergieron tras la caída de la Unión Soviética".
“La preocupación aquí no es la decisión soberana de Ucrania sino el impacto económico del acuerdo“
Sobre el acuerdo comercial que Ucrania no llegó a firmar con la UE, ha afirmado que "la preocupación aquí no es la decisión soberana de Ucrania sino el impacto económico del acuerdo".
Cualquier decisión en términos de costes-beneficios para cualquier país la debería hacer la nación en cuestión a través de procedimientos democráticos", ha concluido.