'La gran estafa americana', o la falsificación de las relaciones humanas
- David O. Russell dirige una película basada en un escándalo político
- Parte con 10 nominciones en los Premios Oscar
- Con Christian Bale, Amy Adams, Jennifer Lawrence y Bradley Cooper
- Escotes para tio Oscar, por Rafael Muñoz.
FICHA TÉCNICA
Título original: American Hustle
Año: 2013
Duración: 138 min.
País: Estados Unidos
Director: David O. Russell
Guión: Eric Singer, David O. Russell
Música: Danny Elfman
Reparto: Christian Bale, Amy Adams, Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Jeremy Renner, Robert De Niro
A David O. Russell, que tiene fama de tirano con los actores, le avalan los resultados. Tanto este año como el pasado (con la comedia romántica El lado bueno de las cosas) ha colado un actor por categoría en la noche de los Oscar, confirmando su buena sintonía con la academia. La gran estafa americana, premiada por los críticos de Nueva York, los Globos de Oro, y el Sindicato de actores, es una de las favoritas para la gala del 2 de marzo con 10 nominaciones.
La gran estafa americana está basada en un escándalo político mayúsculo de finales de los 70. Dos embaucadores de media monta (Christian Bale y Amy Adams) fueron reclutados por el FBI para colaborar en un plan para coger con las manos en los maletines a importantes cargos de Washington, creando una empresa falsa para sobornar a cambio de favores políticos (los documentos de la operación, llamada Abscam, pueden verse en la página del FBI).
Los hechos no son el objeto de La gran estafa americana, como avisa el irónico título de apertura: “Algo de esto realmente ocurrió”. Aunque sea una mezcla de intreiga y comedia, tipo El golpe, es una cinta que destaca por las brillantes interpretaciones de sus protagonistas, todos repetidores en la filmografía de Russell.
Se han divertido con papeles que bordean el ridículo, ya sea física (Chrstian Bale y su bisoñé pegado) o psicológicamente (Bradley Cooper y Jennifer Lawrence). Y, por encima de todos, la normalmente timorata e inquietante Amy Adams, que desata su perfil seductor en una actuación tremenda que solo Cate Blanchett puede dejar sin Oscar.
David O. Russell (The fighter, Tres reyes) que ha coescrito el guion junto a Eric Singer, ha declarado conectar con los personajes por un período de su vida en el que no tenía nada claro. La transformación es uno de los temas, pero por encima se encuentra la estafa como elemento fundamental de las relaciones humanas: la falsificación que cada uno hace de sí mismo para conseguir lo que quiere de los otros. La película muestra su lado más interesante cuando la relación más honesta, el amor de los dos estafadores, se quiebra.
Más que un homenaje a Scorsese
La película de David O. Russell le debe todo a Martin Scorsese a quién homenajea explícitamente en la aparición de Robert De Niro. La inspiración roza el plagio en el ritmo, uso de canciones y planos calcados al director neoyorquino. Junto a El lobo de Wall Street, también multinominada en los Oscar, forma un díptico de embaucadores, bajos fondos y poder en Nueva York.
La impresionante recreación de la ciudad, desde Brooklyn al Upper East Side, es uno los empeños de La gran estafa americana. Capítulo aparte es el vestuario y peluquería -los trajes a lo Tony Manero, los rizos que el personaje de Bradley Cooper se hace rulo a rulo o los escotes de Amy Adams-, que convierte a la película prácticamente en un desfile con continuos cambios. Tanto esfuerzo casi juega en su contra: recuerda a cada segundo que se trata de una visión de los 70 desde la actualidad. La banda sonora es una oportunidad perdida para rebuscar temas setenteros y apuesta por una sucesión de hits de la época (Electric Light Orchestra, Donna Summer, Bee Gees).
David O. Russell, que se metió en un pequeño charco al afirmar que para 12 años de esclavitud lo de Jennifer Lawrence en Los juegos del hambre, espera que su racha de éxito continúe en la televisión, donde prepara una serie dramática que será emitida por la ABC.