El Gobierno argentino pacta la subida de los precios para contener la inflación

• Ha anunciado acuerdos con productores y cadenas de comercialización
• El objetivo es "dar credibilidad y proteger el bolsillo de los consumidores"

El ministro argentino de Economía, Axel Kicillof, junto al Jefe de Gabinete argentino, Jorge Capitanich, durante una rueda de prensa en el Ministerio de Economía en Buenos Aires.

El Gobierno de Argentina ha anunciado acuerdos con productores y cadenas de comercialización para intentar evitar el crecimiento incontrolado de los precios y frenar el impacto de la devaluación de la moneda que ha acentuado la inflación en los últimos días.

El acuerdo, que ha sido anunciado por el ministro de Economía, Axel Kicillof, y el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, incluyen pactos de estabilidad de precios en distintos bienes. Se dará marcha atrás a las subidas para electrodomésticos y productos electrónicos, aunque autorizó a estas compañía a aplicar incrementos entre el 5% y el 7,5% con respecto a los precios que tenían el 1 de enero.

En acero y productos plásticos, las empresas productoras y las grandes cadenas de comercialización retrotraerán los precios al 21 de enero, día en que se desató la depreciación del peso, con una devaluación del 17% acumulada la semana pasada. El Gobierno anunció además que se buscarán acuerdos similares en el sector de la construcción.

Además, el programa 'Precios Cuidados', que estipula precios para 194 productos de consumo masivo que se venden en supermercados, será extendido a todo el país a partir del próximo lunes.

Llamada a la colaboración ciudadana

Los dos hombres fuertes del Ejecutivo de la presidenta argentina, Cristina Fernández, han hecho un llamamiento a la población para que colabore en la denuncia de posibles excesos o irregularidades en los precios de los comercios para contribuir a aumentar los controles sobre la inflación.

Kicillof ha dicho que se estudiarán los casos donde los bienes tengan componentes importados para ver cómo les afecta la devaluación y si debe o no aumentarse su precio de venta.

Además, Capitanich ha indicado que se trabajará con representantes del sector de la construcción para garantizar una estabilidad de precios en ese segmento y ha adelantado que se estudiarán pactos similares para el material escolar en vísperas del inicio del nuevo curso.

“Es absolutamente imprescindible avanzar en esta estructura de ajuste de precios con el objetivo de dar credibilidad, certidumbre y proteger el bolsillo de los consumidores”, ha explicado Capitanich que también ha adelantado que los acuerdos alcanzados con empresarios y distribuidores se completarán con convenios con asociaciones de consumidores e intendentes (alcaldes).

El jefe de Gabinete ha asegurado que hay un "ardid impulsado por  comerciantes y empresarios inescrupulosos que pretenden afectar el poder  adquisitivo de los consumidores" a través de aumento de valores,  fijación de precios en dólares o desabastecimiento.

Lucha contra la inflación

La inflación es hoy por hoy la principal amenaza de la economía argentina, tras el desplome del peso que la semana pasada se devaluó un 17%.

Para Kicillof, no hay “ningún motivo económico racional” para decir que los movimientos del dólar pueden influir en los precios en Argentina. Sin embargo, la medida llega días después de la retirada del cepo cambiario que el Gobierno mantenía sobre el dólar, una moneda que los argentinos han comprado tradicionalmente para asegurar su ahorros.

Tras conocerse la autorización de la compra de hasta 2.000 dólares mensuales, la cotización del dólar en el mercado negro de divisas de Argentina retomó la tendencia alcista mientras que en el mercado oficial de divisas el precio del peso se depreció un 0,12% respecto al dólar.

Asimismo, las reservas monetarias del Banco Central argentino han cerrado el miércoles en 28.520 millones de dólares, 181 millones de dólares menos que al cierre de este martes, para sostener al peso tras la devaluación de la semana pasada.

Aun así, el jefe del Gabinete ha defendido que este es un nuevo movimiento de la estrategia del Gobierno que apuesta por los estímulos "cuando se cumplen los acuerdos" y penalizaciones "cuando se incumplen" y ha anunciado que las sanciones irán desde multas a clausuras de establecimientos.