Estudian generar energía a partir de la actividad eléctrica de bacterias
- Las bacterias producen electricidad con la biodegradación de líquidos
- Podrían cargar móviles o cámaras digitales en un futuro cercano
- Los investigadores buscan incrementar la corriente, todavía baja
Investigadores argentinos están estudiando la generación de bioenergía, es decir, usar bacterias 'electrogénicas' que sean capaces de producir electricidad a partir de la biodegradación de líquidos que proceden de un uso doméstico e industrial.
Científicos del Laboratorio de Bioelectroquímica del Área Electroquímica y Corrosión del Instituto en Ciencia y Tecnología de Materiales (INTEMA), en la ciudad de Mar del Plata, están llevando a cabo la investigación, según informa Dicyt.
“Las bacterias, que pertenecen a los géneros Geobacter y Shewanella, producen electrones al respirar que pueden ser recogidos con electrodos”, ha señalado la bióloga Luciana Robuschi, becaria de la Agencia CyTA, un centro de investigación.
Usos de las bacterías 'electrogénicas'
Robuschi imagina que estas bacterias podrían cargar los móviles o las cámaras digitales en un futuro cercano, con el añadido de que se pueden alimentar con la materia orgánica contaminante de aguas residuales domésticas o industriales.
Los científicos han intentado demostrar la viabilidad del proyecto con un prototipo experimental. Construyeron un dispositivo electroquímico con un electrodo transparente que les permitió observar al biofilm o comunidad de bacterias mientras producían corriente.
Vistas a una tecnología sostenible
Sin embargo, apuntan, la potencia todavía es baja. “Mediante el empleo de un microscopio Raman, que nos permite ver si las bacterias tienen electrones o no, observamos que las células que están más lejos del electrodo no pueden respirar bien; o dicho de otra forma, no pueden contribuir a la producción de corriente”, ha señalado Robuschi.
El objetivo de los investigadores ahora es mejorar la conducción electrónica e incrementar la corriente en no menos de 300%, para lograr que la tecnología sea sostenible.
Los resultados de este trabajo fueron descritos en la edición internacional de la revista Angewandte Chemie, una publicación de la Sociedad de Química de Alemania. En el proyecto también participaron los doctores en Química Juan Pablo Tomba y Mariela Desimone, el licenciado en Biología Germán Schrott, el ingeniero químico Sebastián Bonanni y el doctor en Biología Juan Pablo Busalmen, director de la investigación.