Mario Laborie, analista: "La primera ronda de Ginebra II ha salido mejor de lo que se esperaba"
- Cree que es "un avance " que Gobierno y oposición se hayan visto las caras
- "No existe solución militar", advierte
- Vaticina una mayor brutalidad si la guerra se estanca
La primera ronda de conversaciones para la paz en Siria en el marco de la conferencia de Ginebra II ha finalizado este viernes sin ningún acuerdo concreto, ni siquiera el de abrir corredores humanitarios para atender a una población civil exhausta tras tres años de conflicto.
La ronda, sin embargo, ha servido al menos para que se sienten cara a cara los enemigos irreconciliables, el Gobierno de Bachar al Asad y la oposición armada, representada por la Coalición Nacional de Fuerzas Opositoras (CNFROS).
"Es un avance", explica a RTVE.es Mario Laborie, analista de seguridad internacional. "Ha salido mejor de lo que se esperaba, porque podía haber habido una ruptura completa de negociaciones. No ha sucedido eso, sino todo lo contrario", añade.
La vía diplomática, la única salida
"Esto solo tiene una solución, que es diplomática - asegura Laborie - Solución militar no existe porque ninguno de los dos bandos tiene capacidad para imponerse."
"Hay que hacer un esfuerzo mucho mayor de diplomacia, porque no hay otra salida", insiste.
El analista abunda en esta tesis en un artículo sobre el conflicto sirio para el libro Panorama geopolítico de los conflictos 2013, publicado por el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE), y presentado este jueves.
El artículo, escrito en septiembre de 2013, afirmaba que todas las esperanzas estaban puestas en llevar a los contendientes a la mesa de negociaciones "lo antes posible".
El camino hasta esa mesa, sin embargo, ha estado plagado de obstáculos. "Previamente a las conversaciones existían muchas reticencias. Los países occidentales tuvieron que hacer una presion sobre los opositores para que fueran, porque se planteaban condiciones previas que no eran realistas", recuerda Laborie en conversación con RTVE.es este viernes.
Acercamiento EE.UU.-Rusia
La celebración de la cumbre de Ginebra II ha sido un empeño de la ONU y de dos actores externos cuya posición en el conflicto era hasta hace poco antagónica: Estados Unidos y Rusia.
"El acercamiento entre ambos - puntualiza Laborie - se dio previamente a Ginebra II, cuando EE.UU. inició el movimiento para una operación de castigo contra el régimen, cuando se comprobó la utilización de armas químicas".
Ante la perspectiva de una intervención militar, Rusia recogió el guante lanzado por el secretario de Estado, John Kerry, y convenció a Asad para que se deshiciera de su arsenal químico.
"Desde ese momento se ha producido un acercamiento de la diplomacia rusa a la de EE.UU., no solo por el tema de las armas químicas, sino por el incremento de la actividad yihadista. Es muy preocupante lo que está pasando en Siria. Por ejemplo la unión del Frente al Nusra con el Frente Islámico en Irak o Al Qaeda", explica el analista.
"Esto preocupa enormemente a Occidente - continúa - Cualquier apoyo a la oposición puede ser visto como un apoyo a los yihadistas. Este factor ha provocado un realineamiento de la política norteamericana y de Occidente con las tesis rusas, que son más proclives a un cambio de gobierno, pero no de régimen".
"Ya no se insiste en la caída del régimen. Se dice que Asad se tiene que ir", apostilla Laborie.
Una guerra más brutal
Pero mientras en Ginebra se buscaba una puerta a la paz, en Siria continúa la guerra, sin que se produzcan ganancias sustanciales por ninguno de los bandos y sin que las agencias humanitarias internacionales puedan llevar víveres a los civiles de la ciudad de Homs o del campo de refugiados palestino de Yarmuk.
Laborie cree que, si no hay progresos diplomáticos, el conflicto se endurecerá. "Las brutalidades aumentarán, porque eso es lo que ocurre en una guerra que se estanca", vaticina.
El analista advierte que en Siria "hay más de 10.000 extranjeros, incluso europeos, que han acudido a luchar" y destaca, como dato preocupante, que las luchas entre las propias milicias opositoras ya sean moneda común.
"Como no se dé una solución al conflicto, la guerra va a durar y cada vez va a ser peor, y la población civil es la que va a sufrir", concluye.