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La batería del móvil permite conocer en tiempo real la temperatura ambiente

  • Estudian la relación entre la temperatura de los móviles y ambiente
  • Los datos se obtienen de miles de usuarios que participan voluntariamente
  • El modelo obtiene datos relativamente precisos y en tiempo real

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Miles de teléfonos que hacen uso de la aplicación envían información de la temperatura.
Miles de teléfonos que hacen uso de la aplicación envían información de la temperatura.

Los smartphones modernos disponen de un sensor que mide la temperatura de la batería de litio del teléfono para prevenir que esta se caliente en exceso, algo que puede resultar peligroso.

El aumento en la temperatura de la batería puede deberse a las condiciones ambientales, a un uso intensivo del teléfono o puede aumentar en zonas de menor cobertura, donde el procesador trabaja constantemente para buscar la señal y mantener la conexión con la red móvil.

De hecho, no es extraño que un teléfono llegue a poner en modo de bajo consumo -por ejemplo, bajando el brillo de la pantalla o reduciendo su rendimiento- cuando detectan un aumento en su temperatura.

Correlación entre la temperatura ambiente y la del móvil

Aprovechando ese dato, investigadores neerlandeses están determinando cómo medir la temperatura ambiente a partir de la temperatura del móvil. Uno y otro dato no son semejantes, ya que la temperatura de la batería de un teléfono incluso en reposo es algo mayor que la temperatura ambiente.

Sin embargo, los investigadores han logrado determinar una fuerte correlación entre la temperatura ambiente y la temperatura de la batería del móvil cuando se procesa una cantidad suficiente de estos datos, cuando se obtienen de una base de usuarios lo suficientemente grande.

Para desarrollar el algoritmo de cálculo, los investigadores obtuvieron el dato de la temperatura de la batería a partir de la información enviada por miles de teléfonos que hacen uso de la aplicación OpenSignal, un servicio colaborativo que determina la presencia y la intensidad de las señales de wifi y de telefonía móvil en todo el mundo y muestra los datos sobre mapas locales de cobertura.

Se calcula que la aplicación OpenSignal capta hasta un millón de estas lecturas cada día procedentes de unos 150.000 teléfonos Android, aunque por el momento los investigadores están trabajando con las mediciones procedentes solo de una decena de ciudades.

Conocer la temperatura con precisión

Medir la temperatura de forma distribuida en el interior de las ciudades ofrece datos más fiables que además están constantemente actualizados, casi en tiempo real y a diferencia de lo que sucede si únicamente se consideran los datos obtenidos por las estaciones meteorológicas fijas.

Estas tienen un número mucho más reducido y en la mayoría de las ocasiones fuera del centro de las ciudades cuyo dato, además, se actualiza con mucha menor frecuencia.

"Conocer con precisión la temperatura de la ciudad es especialmente importante debido al 'efecto isla' producido por el calor urbano. Básicamente el centro de un ciudad tiende a ser más cálido que sus alrededores debido a la presencia de materiales que absorben el calor como el asfalto, el cemento y los edificios; entre otras cosas esto supone un aumento del riesgo -incluso de muerte- para una parte de la población, especialmente entre los más jóvenes y los ancianos", explican en Inside Science.

Para determinar la relación correcta, el algoritmo debe considerar la transferencia de calor del cuerpo del usuario al teléfono y de la temperatura ambiente, especialmente en verano.

Incluso varía de un teléfono a otro dependiendo de su construcción -material y capacidad aislante- y eficiencia -el calor disipado durante su funcionamiento-. El sistema debe considerar también las estaciones del año, y en teoría también debe distinguir cuándo un teléfono se encuentra en el exterior o en el interior y si es de día o de noche.

Con todo, según los investigadores, al comprar los datos obtenidos con su algoritmo y las mediciones reales en el exterior -obtenidas de la información proporcionada por los aeropuertos de estas ciudades- observaron que, en el peor de los casos, la variación era de apenas 1,5 grados, lo cual tiene mérito teniendo en cuenta que las diferencias entre la temperatura de la batería y la temperatura ambiente 'real' puede multiplicar esa diferencia por diez.