El temporal deja cuantiosos daños en el Cantábrico y carreteras afectadas por la nieve

• El viento ha soplado con rachas de más de 100 km/h en la cornisa cantábrica
• Más de 1.000 kilómetros de carreteras, afectadas por nieve, hielo y niebla
• Sigue la búsqueda de un joven de 15 años arrastrado por el mar en Lugo

27 provincias están en alerta por un temporal que remite en la cornisa cantábrica

El temporal de viento y nieve que afecta a las comunidades del Cantábrico y al interior peninsular ha dejado este lunes vuelos cancelados, puertos cerrados y cuantiosos daños en infraestructuras, comercios y viviendas, mientras sigue la búsqueda de un joven que ha desaparecido arrastrado este domingo por el mar en Lugo.

Así durante las primeras horas del día el viento ha soplado con fuerza en la cornisa cantábrica con rachas de más de 100 km/h que han obligado a regresar a Madrid a un vuelo de Air Nostrum que no ha podido aterrizar en el Aeropuerto de Parayas (Santander) y se ha cancelado la salida de otro con destino a la capital de España.

En el mar el sistema de boyas de Puertos del Estado ha registrado "oleajes extremos" en el caso de la coruñesa Estaca de Bares, donde llegó a medir este fin de semana una altura significante de ola de 12,8 metros, muy similar a su récord histórico de 12,9. Sin embargo según cálculos oficiales, esta zona del litoral soportó en alta mar olas individuales de más de 20 metros de altura, equivalentes a un edificio de siete plantas.

Mientras, los equipos de búsqueda del joven desaparecido en Lugo han rastreado este lunes la costa de Lugo en dirección a Burela y especialmente hacia Barreiros "siguiendo las corrientes del Cantábrico", según ha explicado Javier Jorge Castiñeira, el alcalde de Foz.

Los 60 efectivos con dos helicópteros y dos embarcaciones que participan en el dispositivo han intensificado su labor ante la previsión de empeoramiento del estado del mar, que obligará previsiblemente a suspender el rastreo.

Cuantiosos daños en Asturias y Cantabria

En Asturias, los 16 puertos de titularidad autonómica han sufrido daños de distintas características, según ha confirmado el presidente del Principado, Javier Fernández, durante la visita ha hecho a Cudillero.

Uno de los puntos más afectados ha sido el de Luarca cuyo Museo del Calamar Gigante ha sufrido daños "muy severos", tanto en su estructura como en su exposición: el océano se tragó muchos de los ejemplares expuestos.

Santander y Laredo son las dos localidades cántabras  más dañadas, con cientos de metros de barandillas arrancadas en los  paseos marítimos y duchas destrozadas en playas prácticamente  desaparecidas, entre otros problemas.

El gobierno cántabro ha empezado a recabar datos de todos los ayuntamientos costeros afectados para coordinar la petición de ayuda al Estado, mientras que para los próximos días, se mantiene las alertas en la costa por olas que pueden llegar, en algunas horas, a los siete metros, y por vientos en el litoral, que superarán los 100 kilómetros por hora, incluso los 140.

El Ayuntamiento de Santander ha solicitado formalmente al   Ministerio del Interior la adopción de medidas y fondos extraordinarios   para paliar las consecuencias que los fenómenos  meteorológicos  adversos  han ocasionado el pasado fin de semana en la  ciudad, según ha anunciado este lunes el alcalde de Santander, Iñigo de la   Serna.

Efectos en el País Vasco

En el País Vasco, donde el temporal coincidió con la pleamar como demuestra el mareógrafo de Bilbao, la huella de su paso la han comprobado personalmente este lunes el ministro de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete, y el lehendakari Íñigo Urkullu.

El ministro se ha desplazado a Bakio (Vizcaya), donde ha reconocido que "estamos en la fase de ver cuál ha sido el impacto" a fin de "restaurar todos los entornos urbanos" tras el paso de un "temporal muy potente que ha causado muchos daños".

A la espera de las estimaciones de las compañías de seguros, han comenzado los trabajos de reparación más urgentes como los del dique del puerto de Bermeo (Vizcaya), arrasado la mañana del domingo por la fuerza del oleaje.

San Sebastián también ha sufrido especialmente el temporal y los puentes de María Cristina y de Mundaiz presentan daños estructurales. Aunque muchos donostiarras aseguran no recordar nada semejante, la delegada territorial de Aemet en el País Vasco, Margarita Martín, recuerda que en los registros figuran catástrofes "incluso peores" como la inundación de la Parte Vieja en 1930.

Más de mil kilómetros de carreteras afectadas

El primer gran temporal de frío y nieve de este año en España ha afectado a más de mil kilómetros de carreteras españolas.  León ha sido la provincia más afectada con tres puertos cerrados,  además de la comunidad de Asturias donde se ha declarado el nivel rojo  en diez puertos de montaña.

En concreto se han visto afectados 1.455,1 kilómetros, de los cuales  1.354,1 se han visto afectados por las nevadas, 90 por la niebla y 11  por el hielo.

Treinta provincias de catorce comunidades siguen este lunes en alerta naranja o amarilla por el temporal de viento y nieve  que azota la península, con especial incidencia en la cornisa  cantábrica y el litoral atlántico gallego donde se esperan olas de 8  metros de altura y rachas máximas de viento de 90 km/h.

La predicción de la Aemet, recogida por Servimedia, destaca como fenómenos meteorológicos más significativos nevadas en cotas relativamente bajas de la península y viento fuerte en zonas de Galicia y de la Cordillera Cantábrica.

La cota de nieve bajará en la mitad norte peninsular hasta los 600 metros en   las zonas montañosas y los 900 metros en otros lugares, así como entre   los 800 y los 1.200 metros en el resto de la Península Ibérica. Las   temperaturas diurnas irán en ligero a moderado descenso en la mitad   oeste peninsular, y habrá pocos cambios en el resto.

La Agencia Estatal de Meterología prevé además este martes la llegada de un nuevo temporal marítimo a las costas de Galicia, donde se prevén vientos fuertes en el interior de hasta 140 kilometros por hora. El viento también afectará a la cordillera cantábrica y el Pirineo de Navarra.