Más de 850.000 personas necesitan ayuda urgente por malnutrición en Somalia, según la ONU
- Lo establece un informe de la Organización de la ONU para la Alimentación (FAO)
- La cifra incluye a unos 203.000 niños menores de cinco años
- Además, la OMS alerta de las secuelas psicológicas por el conflicto
Unas 857.00 personas necesitan "asistencia humanitaria urgente" por falta de alimentos en Somalia, según un informe divulgado este martes en Nairobi por la Organización de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Otra organización de la ONU, la OMS, también ha alertado de que uno de cada tres somalíes sufren desordenes psicológicos a causa del conflicto.
Según el informe de la FAO, la cifra de necesitados incluye unos 203.000 niños menores de cinco años que sufren "malnutrición aguda". El texto, elaborado por la Unidad de Análisis de Seguridad Alimentaria y Nutrición para Somalia de la FAO (FSNAU) y la Red de Sistemas de Alerta Temprana de Hambruna (FEWS NET), informa Efe.
Ese grupo incluye a "51.000 niños que están gravemente malnutridos y, consecuentemente, afrontan un mayor riesgo de muerte", señala el documento. En cualquier caso, subraya el informe, las lluvias, los bajos precios de los alimentos y la asistencia humanitaria han provocado una significativa reducción de la población que requiere ayuda urgente, que alcanzó el pico de 4 millones de personas durante la hambruna que azotó al país del Cuerno de África en 2011.
Un prologado conflicto armado
La mayoría de las 857.000 personas citadas anteriormente son desplazados internos, precisa la FAO, al añadir que la seguridad alimentaria de otros dos millones de personas "sigue frágil" en Somalia. A pesar de los avances logrados en los últimos dos años en el terreno político, Somalia se encuentra todavía inmersa en un prolongado y complejo conflicto armado.
Las tropas de la Misión de Unión Africana en Somalia (AMISOM), el Ejército somalí y varias milicias pro gubernamentales combaten a Al Shabab, la milicia fundamentalista islámica dominante desde 2006, y que controla amplios territorios del centro y el sur del país.
Somalia vive en un estado de guerra y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin un gobierno efectivo y en manos de milicias radicales islámicas, señores de la guerra y bandas de delincuentes armados.
Consecuencias psicológicas de la guerra
El conflicto ha generado también secuelas psicológicas entre la población. Según la Organización Mundial para la Salud (OMS), uno de cada tres somalíes sufre algún tipo de trastorno de orden psicológico.
Pese al inquietante dato, superior al de otros países pobre o devastados por la guerra, la OMS advierte de que el país no cuenta con una política oficial para salud mental y muy pocos profesionales están equipados adecuadamente para hacer frente a la magnitud del problema, informa AP.
Las escasas iniciativas suelen ser particulares. Es el caso de Ali Abdulrahman Awale quien consiguió recaudar dinero entre empresarios locales y somalíes que viven en el extranjero para abrir el primer hospital mental en Mogadiscio en 2005.
Desde entonces, Awale , enfermero psiquiátrico de profesión, ha conseguido abrir seis centros de salud mental en todo el país , tres de ellos en la capital, y puede ofrecer ayuda a más de 15.000 personas.