La oposición ucraniana propone en el Parlamento una reforma de la Constitución
- El Parlamento Europeo también pide la vuelta a la constitución de 2004
- El portavoz presidencial desmiente que se vayan a convocar elecciones
- La UE y EE.UU. estudian un plan de ayuda financiera
La oposición de Ucrania ha dado este martes un nuevo paso en su guerra abierta contra el presidente, Víktor Yanukóvich, al proponer la limitación de sus facultades a través de la reforma de la Constitución. Además, tanto la oposición interna y la Unión Europea (UE) están presionando al presidente, Viktor Yanukóvich, para que convoque elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas como única salida a la crisis política que vive el país desde hace dos meses.
"Frenemos la dictadura. Retornemos a la Constitución que convierte a los diputados en sujetos de adopción de decisiones y no en meros 'aprietabotones'", ha asegurado el opositor Vitali Klitschkó durante la sesión de la Rada Suprema (Legislativo). Las tres formaciones opositoras con representación parlamentaria han planteado este martes en la Rada el retorno a la Constitución promulgada durante la Revolución Naranja de 2004, en la que Yanukóvich tuvo que renunciar a la presidencia.
Esa Carta Magna, que distribuía el poder ejecutivo entre el presidente, el Gobierno y el Parlamento, fue enmendada en 2010 para convertir a Ucrania en una república presidencialista. "Debemos regresar a la reforma constitucional. Si no lo hacemos, la sociedad puede estallar", ha dicho Klitschkó, líder del partido UDAR (Golpe) y considerado el opositor con mayor gancho electoral.
Seguidamente, Klitschkó, campeón mundial de los pesos pesados, abordó este asunto con Yanukóvich, al que planteó que la reforma constitucional ayudaría a "bajar la temperatura" del antagonismo en la sociedad ucraniana.
"Él (Yanukóvich) me dijo que todo debe transcurrir en el marco legal y que la reforma de la Constitución podría llevar hasta medio año. Nosotros no disponemos de ese tiempo. Estoy convencido de que este asunto debe resolverse con urgencia", ha asegurado. Además, se ha mostrado totalmente en contra de la federalización del país, argumentando que eso daría la puntilla a la independencia de Ucrania, país dividido prácticamente en dos entre el este rusoparlante y el oeste ucraniano y más europeísta.
La presidencia descarta la reforma
En respuesta, la presidencia ucraniana ha descartado este martes el retorno a la Carta Magna de 2004 por la vía rápida, con el argumento de que sería un paso "anticonstitucional" y agravaría las tensiones en el país, escenario de protestas antigubernamentales desde el pasado 21 de noviembre.
El oficialismo recuerda que en su momento la Constitución de 2004 fue muy criticada por las instituciones europeas, que advertían sobre el estallido de una crisis debido a la incapacidad del Parlamento de formar un Gobierno estable y a la difícil cohabitación entre un presidente y un primer ministro de distinto signo político.
Mientras, en una muestra de que en el seno del oficialismo existe diversidad de opiniones, el diputado Nikolái Rudkovski ha abogado por aprobar esta misma semana una nueva ley sobre referéndum con el fin de convocar un plebiscito para reformar el sistema político y electoral.
Rudkovski ha subrayado que tras la consulta popular Ucrania debería convocar elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas, como exigen los líderes de la oposición.
Convocatoria de elecciones
Además, tanto la oposición interna y la Unión Europea (UE) presionan al presidente Yanukóvich, para que convoque elecciones parlamentarias y presidenciales anticipadas como única salida a la crisis política que vive el país desde hace dos meses. Sin embargo, el diputado y representante del presidente en el Parlamento, Yuri Miroshnichenko, ha descartado que Yanukóvich esté dispuesto a aceptar esta posibilidad.
"Esta cuestión no está de actualidad. Hemos aprobado la ley (de amnistía) y hemos dejado atrás (la cuestión de las elecciones)", ha puntualizado a la agencia rusa Interfax.
El propio Miroshnichenko, en unas declaraciones realizadas el lunes a la televisión, dio pie a pensar que el presidente podía dar su brazo a torcer. "Si los políticos no somos capaces de ponernos de acuerdo, de alcanzar un compromiso y cumplirlos, la única forma democrática de resolver la situación es celebrar elecciones anticipadas", ha dicho el diputado, supuetamente citando palabras textuales de Yanukóvich en la reunión que mantuvo a fines de la semana pasada con los miembros del grupo parlamentario del Partido de las Regiones, la formación oficialista.
Ayuda financiera de la UE y EE.UU.
Por otro lado, se espera que la jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Catherine Ashton, aterrice de nuevo este martes en Kiev. Entre los asuntos de su agenda se incluye la posible asistencia financiera que se plantean Estados Unidos y Europa.
Según la propia Ashton en declaraciones a The Wall Street Journal, este "Plan de Ucrania" debe centrarse en distintos sectores de la economía "para hacer las cosas mejor" aunque "los números no serán modestos".
Desde Estados Unidos se confirma que se ha debatido este asunto aunque no se ha especificado la cantidad. Por su parte, el jefe del Estado ucraniano no ha hecho comentarios sobre el tema.
Este apoyo hipotético de americanos y europeos llegaría a Kiev "después de la formación de un gobierno tecnocrático y cuando el país reanudará el camino de la recuperación económica a través del FMI", ha dicho la portavoz del Departamento de Estado Jennifer Psaki.
En su entrevista con el WSJ, Ashton no ha dado ninguna indicación de la cantidad de fondos que pueden estar disponibles para Ucrania. Sin embargo, según un diplomático europeo en declaraciones a AFP, será “difíci llegar hasta la oferta de Rusia ".
Tras el fracaso de la firma de Asociación entre la Unión Europea y Ucrania a finales de noviembre, Moscú ofreció a Kiev 15 mil millones dólares de crédito y la reducción de los precios del gas en un 30%.
Durante las negociaciones sobre el Acuerdo de Asociación, la UE había propuesto un plan de 610 millones de ayuda. Aunque el plan inicial fue modificado a instancias del FMI y ridiculizado por el presidente Yanukovich.