La parálisis política en Ucrania enciende nuevas alarmas sobre su economía
- Rusia expresa su preocupación por el aumento de la deuda de su socio
- Ashton no obtiene avances aparentes tras su tercera visita al país
- La moneda se deprecia un 10% en dos días y se teme la fuga de capitales
Mientras la oposición y el Gobierno ucraniano siguen abiertamente enfrentados, Rusia ha expresado su renovada “preocupación” por la situación financiera de su vecino, que depende de sus ayudas para el suministro energético y cuya moneda se ha depreciado más de un 10% en los dos últimos días.
Además, este miércoles la jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, se ha vuelto a reunir en Kiev con el presidente, Víktor Yanukóvich, y con los líderes de la oposición, que han vuelto a pedir la dimisión del mandatario.
El país sufre una grave crisis política con constantes protestas desde que hace dos meses y medio el Gobierno rechazó firmar un acuerdo de asociación con la UE y reforzó sus relaciones con Rusia.
La deuda del gas
Desde allí, el portavoz del presidente Vladimir Putin ha expresado su inquietud por los acontecimientos. “Nos preocupa el aumento de la deuda (de Ucrania) por el gas” que le suministra Rusia a un precio especial, ha dicho Dmitri Peskov en una entrevista radiofónica. "Si todo el mundo respeta la letra, nadie tendrá que cambiar nada", ha dicho sin aclarar si se planteaba la denuncia de los contratos.
Según la agencia Reuters, un contrato de 2009 permite al proveedor ruso Gazprom solicitar pagos por adelantado y si ahora invocara esa cláusula, llevaría a Kiev a la quiebra.
Estas declaraciones llegan en momentos en que la moneda ucraniana sufre una notable depreciación. Este miércoles, un dólar cambiaba por 9,40 grivnas y un euro por 12,03 grivnas, lo que supone una depreciación de más del 5% respecto a la víspera, en la que había sufrido un movimiento similar, según AFP.
“Los inversores se van a otras monedas y hay fuga de capitales“
"Hay pánico. La grivna cae y el banco central no la respalda porque sus reservas están debilitadas”, ha explicado a esa agencia Dmytro Sologoub, economista del Raiffeisen Aval Bank. “Los inversores se van a otras monedas y hay fuga de capitales”, ha añadido. La semana pasada, el Banco de Chipre --que también atraviesa una grave crisis financiera— anunció que se iba del país.
Tercera visita en dos meses y medio
Mientras, en el terreno político la situación parece estancada. Ashton ha vuelto por tercera vez al país desde que estalló la crisis y no ha podido anunciar ningún avance relevante, y al contrario ha expresado su “necesidad de ver una aceleración” de los acontecimientos, sin más detalles.
También ha ofrecido la ayuda de Bruselas para que mediadores de alto nivel participen en el diálogo entre Gobierno y oposición --tal y como piden líderes de esta campo-- y para contribuir a la investigación independiente de la violencia de las últimas semanas.
Horas antes, el dirigente opositor Vitali Klitschkó dio a Yanukóvich dos opciones: o retornar a la Constitución promulgada durante la Revolución Naranja de 2004 o convocar elecciones presidenciales y parlamentarias anticipadas, informa Efe. "No tenemos tiempo. Hablamos de días e incluso de horas. No debemos permitir una nueva escalada del conflicto", ha dicho el líder de la formación Udar (Golpe), que se ha entrevistado con Ashton junto a los máximos dirigentes de Batkivshchyna (Patria), Arseniy Yatsenyuk; y de la formación ultraderechista Sbovoda (Libertad), Oleh Tyahnybok.
Tras lograr la semana pasada la dimisión del Gobierno y la derogación de las leyes que coartaban la libertad de expresión y reunión, ahora la oposición exige el retorno a la Constitución promulgada durante la llamada Revolución Naranja de 2004. Esa carta magna, que distribuía el poder ejecutivo entre el presidente, el Gobierno y el Parlamento, fue enmendada en 2010 para convertir a Ucrania en una república presidencialista.
También discrepan sobre el alcance y las condiciones de la amnistía decretada para los manifestantes detenidos en las protestas, que se han saldado con varios muertos y cientos de heridos tanto entre los manifestantes como en la policía.