Una protesta por el precio del transporte en Rio de Janeiro degenera en enfrentamientos
- Los manifestantes han ocupado la estación central
- La Policía ha cargado con gases lacrimógenos
- Un periodista ha resultado herido
Cerca de dos mil personas volvieron a salir este jueves a las calles de Río de Janeiro, en Brasil, para protestar por el aumento del precio de los billetes de autobús, en una concentración que ha generado varios enfrentamientos entre policía y grupos de manifestantes.
La protesta, que comenzó sobre las 18.20 hora local (20.20 GMT) de forma pacífica en el centro de la ciudad, se intensificó cuando los manifestantes entraron en masa en la estación central de Río de Janeiro, según pudo constatar Efe.
Bajo las consignas "FIFA paga mi billete", "El Mundial no se va a hacer" y "Cuánto cuesta mi derecho de ir y venir", algunos de los manifestantes arrancaron varios tornos de la estación e invitaron a los presentes a pasar los controles sin pagar.
A pesar de que el tema central de las protestas era el incremento de los pasajes, algunos de los manifestantes se movilizaron en contra de la organización del Mundial de Fútbol Brasil 2014.
Intervención de la Policía Militar
En el interior de la estación, la Policía Militar (PM) lanzó bombas de gas lacrimógeno para dispersar a los manifestantes, lo que provocó confusión y desconcierto entre las personas que no participaban en la protesta y que querían regresar a sus respectivos hogares.
Fuera de la estación, se produjeron varios enfrentamientos entre los agentes y algunos grupos de manifestantes. Según medios locales, un periodista que realizaba la cobertura de la protesta fue herido.
También se produjeron varios actos vandálicos y fueron incendiados algunos neumáticos en medio de las calles. Todavía no hay constancia de detenidos, pero la Policía comenzó a identificar y registrar a varios de los participantes.
El motivo principal de concentración es el incremento, a partir del próximo sábado, de la tarifa de autobús en Río de Janeiro, que pasará de 2,75 reales (unos 80 céntimos) a tres reales.
Miles de personas en todo Brasil siguen protestando en las calles para pedir mejores servicios públicos, como educación y sanidad, y criticar el gasto en infraestructuras para eventos futbolísticos. Las protestas alcanzaron su punto más alto el pasado verano, con incidentes violentos y la promesa de la presidenta, Dilma Rousseff, de introducir reformas políticas.