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Descubren un proceso de formación de moléculas en el espacio interestelar

  • Han comprobado que existe un tipo de hidrocarburos en el espacio
  • Se forman cerca de las estrellas gigantes rojas a altas temperaturas
  • Estas moléculas pueden ser clave para entender el origen de la vida en la Tierra

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Un grupo de científicos, encabezado por investigadores del Centro de Astrobiología (CSIC-INTA) y del Instituto de Ciencia de Materiales de Madrid (CSIC), ha descubierto un nuevo mecanismo para explicar la presencia de Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos (PAH) en el espacio.

Los investigadores, que han publicado los resultados del estudio en Nature, han combinado observaciones astronómicas y técnicas avanzadas de nanotecnología. El mecanismo propuesto se basaría en la interacción de hidrógeno atómico con granos de polvo formados por carburo de silicio que son muy abundantes en el espacio.

Los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos son grandes moléculas basadas en el carbono, que se originan por la acumulación de hidrocarburos más pequeños. En la Tierra podemos encontrarlos tanto en combustibles fósiles (petróleo, carbón) como en los productos de su combustión.

Observando con telescopios en el infrarrojo medio se ha podido constatar la presencia de estos hidrocarburos también en el espacio interestelar, aunque los mecanismos para su formación no pueden explicar por qué son tan abundantes y cómo pueden formarse en el entorno de las estrellas.

Formación de los Hidrocarburos Aromáticos Policíclicos

Los PAH se forman en la cercanía de las envolturas circunestelares de estrellas gigantes rojas, a una temperatura aproximada de 1.800-2.500ºC. Estas altas temperaturas hacen que el carbono de los granos de polvo de la superficie del carburo de silicio se organice en capas de grafito, conocidas como grafeno.

La intensa radiación de la estrella empuja los granos de polvo a zonas externas más frías con temperaturas de unos 600-1.200ºC aproximadamente.

Aquí, en capas grafíticas externas se liberan los PAH, o especies moleculares más pequeñas, que son expulsados al espacio. Según los autores, “estas moléculas producidas podrían ser clave para comprender el origen de la vida en la Tierra”.

Este grupo de investigación del CSIC lidera el proyecto Nanocosmos que consiguió el pasado mes de diciembre una de las Synergy Grants de la convocatoria 2013 que concede el European Research Council (ERC), organismo europeo que apoya y financia la investigación de excelencia multidisciplinar en la frontera del conocimiento.