HRW pide a España que no devuelva inmigrantes a Marruecos porque son maltratados
- Acusa a la Policía marroquí de abusar de los inmigrantes
- Muchos son deportados a Argelia sin garantías
- Reprocha a la Guardia Civil por uso excesivo de la fuerza
La organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), con sede en EE.UU., pide a España que no devuelva inmigrantes irregulares a Marruecos hasta que este país no asegure que no son maltratados.
HRW ha hecho público este lunes un informe en el que acusa a la Policía marroquí de abusar e incluso robar a los inmigrantes. "Human Rights Watch ha documentado casos en que policías marroquíes golpearon a estos migrantes, los despojaron de sus escasas pertenencias, quemaron sus precarias residencias y los expulsaron del país sin cumplir los requisitos de debido proceso", se puede leer en el resumen en español del informe (disponible en pdf).
"El gobierno de Marruecos - continúa - insiste en que la policía no hizo otra cosa que aplicar la política nacional sobre inmigración y negó que esta fuerza hubiera cometido actos de violencia contra migrantes. Sin embargo, el testimonio de los migrantes, corroborado por otras fuentes, sugiere que se habrían producido numerosos casos de abusos de personas originarias del África subsahariana en Marruecos".
"La Policía nos arresta todos los días"
La ONG ha realizado su informe a partir del testimonio de inmigrantes subsaharianos que se encuentran actualmente en la región noreste de Marruecos, entre la frontera con Argelia y la ciudad española de Melilla.
Las normas exigen que la policía evalue si los migrantes cuentan con la documentación adecuada, como visas que les permitirían permanecer en Marruecos durante tres meses, o si buscaban asilo para huir de un contexto de persecución o eran refugiados con permiso para permanecer en el país.
“Corrieron detrás de nosotros, quemaron nuestra casa“
"La Policía viene y nos arresta todos los días. Corrieron detrás de nosotros. Quemaron nuestra casa. Huimos y cuando volvimos todas las casas, la comida, estaba quemada", narra Anthony, un joven de 17 años de Ghana.
Otro inmigrante, Ismael M., que se oculta en un bosque de la localidad marroquí de Oujda, narra como los gendarmes marroquíes "entran en nuestras tiendas y se llevan los teléfonos. Los inmigrantes perdemos nuestros teléfonos todos los días".
Sofía K., camerunesa y embarazada de cuatro meses, describe cómo la Policía quemó su tienda. "Estaba traumatizada", asegura.
Hassan N., quien usa muletas, describió a los investigadores de HRW cómo fue esposado y golpeado. "Me golpearon 10 o 12 veces en la espalda, con un palo. Estaba sangrando".
“Me golpearon 10 o 12 veces con un palo. Estaba sangrando“
De los 67 migrantes entrevistados por HRW, 37 afirmaron que funcionarios de seguridad marroquíes los expulsaron por la fuerza en la frontera de Marruecos con Argelia, sin cumplir los pasos legales correspondientes.
HRW pide a Marruecos que proteja los derechos humanos e insta a la Comisión Europea (CE) a que "investigue y supervise" el trato a los migrantes al otro lado de las fronteras comunitarias.
A España, se le insta a "poner fin al retorno forzado a Marruecos de ciudadanos de terceros países indocumentados y de personas apátridas, hasta tanto Marruecos demuestre que está en condiciones de proteger de manera sistemática a solicitantes de asilo y refugiados y ofrecer un trato humano a los migrantes".
A Argelia se le pide asegurar que sus agentes emplean la violencia mínima y efectuar las deportaciones de acuerdo con las normas internacionales.
La ONG calcula que en Marruecos hay entre 4.500 y 40.000 personas en situación irregular.
Uso excesivo de la fuerza por la Guardia Civil
Las entrevistas realizadas por la ONG sugieren que "tanto las Fuerzas Auxiliares de Marruecos como la Guardia Civil española han recurrido al uso excesivo de la fuerza contra los migrantes que intentan ingresar a Melilla".
"La Guardia Civil expulsó en forma sumaria a migrantes que ingresaron a Melilla y los entregó a las patrullas fronterizas marroquíes en el límite entre Melilla y Marruecos", asegura el documento.
Jean Luc M., de 12 años y proveniente de Camerún, narra así los malos tratos sufridos, supuestamente, a manos de los guardias civiles.
"A comienzos de octubre pasé la tercera valla y entré en Melilla. La Guardia Civil me golpeó; me dispararon con un neutralizador [aparentemente una pistola eléctrica]. En ambas ocasiones me golpearon con las botas y con los cinturones... No me preguntaron nada y me devolvieron a los marroquíes".
“La Guardia Civil me golpeó con botas y cinturones... No me preguntaron nada y me devolvieron a los marroquíes“
Omar B. describe escenas similares: "Consegimos saltar la valla pero la Guardia Civil nos detuvo antes de llegar al campamento donde viven los migrantes. Eramos 27. Nos golpearon con palos y nos esposaron las manos. Nos hicieron andar hasta la puerta de la frontera y nos entregaron a los marroquíes. Luego estos nos golpearon en las piernas con bastones".
HRW hace un llamamiento al Gobierno español para que "asegure que no se deporte arbitrariamente a migrantes, incluso en la frontera" y a que se den instrucciones a la Guardia Civil para que "recurra únicamente a un uso mínimo y proporcional de la fuerza cuando resulte necesario y no haya otras alternativas".
También se pide a los agentes que "se abstengan de emplear la fuerza ilegítima contra menores y procuren identificar a menores no acompañados cuando realizan actividades de control de fronteras".
Denuncia de las ONG ante la Fiscalía por la tragedia de Ceuta
El pasado viernes, las ONG denunciaron precisamente devoluciones sumarias de inmigrantes que habían conseguido llegar a Ceuta. El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, va a comparecer ante el Congreso a petición propia por la actuación de las fuerzas de seguridad ante una avalancha que se produjo el mismo día, y en la que murieron ahogadas 15 personas.
Este lunes, una veintena de ONG han presentado una denuncia ante la Fiscalía General del Estado para que se investigue la muerte de al menos 15 inmigrantes en aguas de Ceuta la semana pasada. Piden que se analice la actuación de la Guardia Civil porque no coincide en nada con la versión de los inmigrantes.
Por su parte, la Guardia Civil, que ha difundido un vídeo con imágenes de los inmigrantes arrojando piedras a los agentes, ha defendido la actuación del cuerpo como "impecable" y ajustada a los protocolos establecidos desde hace años en estas situaciones.