Industria: el nuevo sistema para fijar el precio de la electricidad ahorrará un 3% de media al año
- El ahorro se logrará al eliminar los sobrecostes financieros de la subasta
- El Ministerio remite este lunes su propuesta a Competencia
- Las asociaciones de consumidores creen insuficiente la supresión de la subasta
- Facua: la supresión de la subasta "no va a resolver las altísimas tarifas"
- OCU avisa que el precio mayorista viene fijado por el de la tecnología más cara
El recibo de la luz de los consumidores acogidos a la tarifa regulada se vinculará directamente al mercado eléctrico mayorista a partir de abril, ha confirmado este lunes el Ministerio de Industria y Energía, que asegura que eso permitirá ahorrar una media anual del 3%, debido a la eliminación de los costes financieros que acarreaba el modelo de subastas trimestrales.
Industria defiende este nuevo mecanismo -que aunque entrará en vigor en abril, se reflejará en la factura de mayo- como el "más transparente y menos costoso para el consumidor" y destaca que implicará la desaparición de "toda actuación del Gobierno en la fijación del precio de la electricidad".
En diciembre pasado, el Gobierno anuló el resultado de la última subasta Cesur por concurrir "circunstancias atípicas". Esa puja habría provocado una subida de la electricidad del 11%, pero el Ejecutivo fijó por decreto un precio provisional para este primer trimestre del año a la espera de establecer un nuevo mecanismo. Ese precio provisional se comparará al cierre del trimestre con el precio medio del mercado en el período, y la diferencia -que por el momento es a la baja- se ajustará en las facturas de los consumidores en los meses de mayo o junio.
Fuentes de Industria han explicado que este mismo lunes remitirán a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) su propuesta del sistema que se utilizará para fijar la parte de la tarifa que contabiliza el consumo de la energía -que supone el 45% del recibo- y que sustituirá a las subastas trimestrales que servían de base hasta ahora, tal y como adelantó este fin de semana el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, en una entrevista en El País.
El nuevo Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (la antigua tarifa de último recurso, la TUR) se compone por los peajes de acceso -que fija el Gobierno para retribuir las actividades reguladas-, el componente energético y, finalmente, los impuestos.
Industria admite que habrá cierta volatilidad
Hasta ahora, el componente energético se determinaba trimestralmente en unas subastas denominadas Cesur que aseguraban un precio fijo para los tres meses siguientes, aunque este sistema implicaba costes por la cobertura de intermediarios financieros.
Según destaca Industria, con el nuevo modelo desaparecen esos costes financieros, que han supuesto un sobrecoste anual de 300 millones de euros, un total de 1.160 millones en los cuatro años de vigencia del modelo.
El ministerio señala que, con el nuevo sistema, el precio de la energía se decidirá haciendo una media del coste en el mercado mayorista durante el período de facturación. De hecho, los puntos de suministro que dispongan de contadores con discriminación horaria pagarán su consumo en función del precio registrado cada hora efectiva en ese mercado al por mayor.
Al margen de este sistema, los consumidores que lo deseen tendrán la opción de contratar una tarifa con precio fijo para todo el año, ya que Industria obligará a las comercializadoras de referencia a ofrecer esta opción, aunque el ministerio advierte que será más cara. Los consumidores que se acojan a estas tarifas, pasarán al mercado libre, aunque siempre tendrán la opción de volver al regulado.
Esto supondrá, según ha reconocido Industria, cierta volatilidad, ya que el precio del mercado fluctúa en función de diversos factores, entre los que destaca la disponibilidad de producción renovable -que entra a un coste de cero euros y abarata el precio de cierre-, aunque asegura que no será más que "unos pocos euros", al alza o a la baja, en la factura final. Hay que señalar que la energía eléctrica más cara se produce en las centrales de ciclo combinado, que funcionan con gas y que dependen del precio de ese combustible.
Críticas de las organizaciones de consumidores
Precisamente, ese funcionamiento de los precios en el mercado mayorista es el que lleva a las asociaciones de consumidores a criticar y desconfiar del nuevo sistema.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) advierte de que el mercado mayorista "no es transparente" y hace que prevalezca "el precio de la más cara y no el coste real", ya que se determina por los llamados precios marginales.
"El sistema de precios marginales hace que todas las tecnologías reciban el precio de la más cara y no el coste que realmente cuesta producir la energía", aseguran desde la OCU.
La OCU coincide con otra organización de consumidores, Facua, al tachar de "insuficiente" la supresión de la subasta Cesur.
El portavoz de Facua-Consumidores en Acción, Rubén Sánchez, ha asegurado que la propuesta de Industria "no va a resolver la problemática de las altísimas tarifas". Sánchez cree que "si ha podido haber juego sucio en la subasta, no tenemos por qué pensar que no lo haya en el mercado mayorista", ya que el sector eléctrico "goza de nuestra absoluta desconfianza".
Las reservas de esta asociación de consumidores pasan por que, entre otros factores, "es el tercer sector con más denuncias por fraude" e, "históricamente, han hinchado los precios". Además, considera "sospechoso" que el Ejecutivo no acceda a dialogar con las asociaciones de consumidores.
Piden reformas en el mercado mayorista
Es por ello que consideran "fundamental" reformar la fijación del precio mayorista de la energía, "más ahora que ese precio servirá para determinar lo que pagarán los consumidores". Asimismo, ambas organizaciones coinciden en que lo positivo de esta propuesta es que se reducirá la "especulación" que caracteriza a la subasta trimestral Cesur.
Desde Industria se insiste en la transparencia del nuevo sistema y se ha explicado que habilitará una herramienta que estará disponible en su web y en la de la CNMC, con la que cada consumidor podrá introducir sus datos (potencia, período de facturación y consumo) para comprobar si su recibo es correcto y adecuado a los precios del mercado en el período concreto de la facturación.
Para garantizar que el mercado eléctrico mayorista funciona correctamente, tanto Industria como la CNMC planean reforzar los mecanismos de vigilancia, aunque no han desvelado en qué sentido.