El juez decano de Palma abre diligencias previas por la filtración del vídeo de la infanta
- En el vídeo se ve a la infanta responder varias veces "no lo recuerdo"
- El juez Castro tiene "sospecha" de quién ha podido ser el autor
El juez decano de Palma, Francisco Martínez Espinosa, ha anunciado este lunes la apertura de diligencias previas para investigar la filtración de un vídeo de cinco minutos de la declaración el pasado sábado de la infanta como imputada en el caso Nóos en el que se ve como responde varias veces al instructor, José Castro, que no se acuerda o que no sabe.
Martínez Espinosa ha señalado que por el momento se está investigando el origen del vídeo, que se encuentra colgado en la plataforma de internet Wouzee y que ha sido difundido por El Mundo, y de la fotografía de la infanta sentada durante el interrogatorio y que fue publicada por este mismo periódico el domingo.
El juez decano ha explicado que de incoarse estas investigaciones no sabe si irían a cargo del propio juez instructor del caso Nóos, José Castro, o se deduciría testimonio de ello en el juzgado de guardia.
Ya este domingo, el juez Castro dio una orden verbal al jefe superior de la Policía Nacional en Baleares a fin de que abra una investigación inmediata para averiguar el origen de la imagen publicada este domingo por el diario 'El Mundo' que se tomó dentro de la sala de vistas.
El vídeo de la declaración
El diario El Mundo ha difundido este lunes en su edición digital el vídeo de algo más de cinco minutos de la declaración de la infanta Cristina ante el juez José Castro. El vídeo lleva la marca de agua de Wouzee, una página para compartir vídeos.
En el vídeo, grabado con la cámara ladeada y la imagen vibrando, se aprecia a la infanta Cristina por detrás, respondiendo a las preguntas del juez, mientras que se escuchan silbidos y protestas en la calle.
En varias ocasiones, el autor de las imágenes mueve la cámara en algunos momentos y enfoca el techo y el suelo, en lo que parece un intento de no ser descubierto.
"No lo recuerdo"
La grabación colgada en Internet empieza con el juez Castro preguntando a la infanta "a cuántas asociaciones sin ánimo de lucro o fundaciones ha pertenecido" antes de sacarse con Iñaki Urdangarin. "No lo recuerdo", contesta, aunque a continuación reconoce haber sido "presidenta de honor" en alguna.
Doña Cristina asegura que antes de casarse con su marido no tenía acciones en "ninguna" fundación y afirma desconocer "la mecánica" cuando el juez le advierte de que debía saber que cuando constituyó junto a Urdangarin la sociedad mercantil Aizoon eso se hizo con la "voluntad inequívoca" de que el dinero de ingresara esa empresa sería de los dos miembros del matrimonio.
La hija menor del rey también dice que no se acuerda de cuáles eran los objetivos de Aizoon y niega que le comunicaran a ella la captación de clientes de la empresa.
En ese momento, el juez le muestra un correo enviado por Urdangarin al secretario personal de las Infanta, Carlos García Revenga, donde el duque especifica que se le dé "una copia a Cristina" de una comunicación de Nóos, la entidad sin ánimo de lucro que presidió Urdangarin y que firmó contratos millonarios con los Gobiernos balear y valenciano.
Castro también se refiere a otro email que se le envía a la infanta. "Aprovecho que estás conectada para enviarte una comunicación de Nóos que tengo pensado enviar. Hay dos versiones. Clientes colaboración amigos y otra para... No quiero sacar un duro. Léelo y dime qué te parece". Pero doña Cristina de nuevo responde que no recuerda haber recibido ese email.
Fallo del sistema
El juez decano ha atribuído lo sucedido a un fallo del sistema por cuanto la persona en cuestión logró acceder al edificio judicial con un dispositivo que permitiera la grabación.
"No estoy preocupado, pero sí en cierta medida indignado por quien llevó a cabo esta práctica, quien desmerece radicalmente lo que hizo. Debe pagar las consecuencias legales por ello", ha incidido.
Asimismo, ha apuntado que hasta el momento no tiene constancia de queja alguna que se haya presentado por este motivo. Al margen de ello, ha recalcado que la declaración discurrió con "absoluta normalidad" y con una "correcta organización", aparte "de esta incidencia, que lamento, evidentemente".
40 personas en la sala
En total fueron unas 40 personas las que entraron en la sala entre abogados defensores, fiscales, representantes de la acusación y los funcionarios del Juzgado de Instrucción número 3. Todos ellos están plenamente identificados con nombres y apellidos.
El Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJB) ha confirmado que todos ellos dejaron sus móviles, tabletas y portátiles bajo custodia de los Juzgados, en la planta baja del edificio, mientras la declaración de la infanta se producía en la planta segunda, en la sala F.
El fallo del sistema de seguridad fue que el dispositivo utilizado para grabar "o no pasó el arco o era de tamaño reducidísimo", ha detallado el juez decano. También ha explicado que había agentes de la Policía en el interior de la sala, uno o dos según los distintos momentos, "para vigilar si alguien pudiera estar filmando".
Castro considera "incalificable" el vídeo
Por su parte, el juez que instruye el caso Nóos, José Castro, ha asegurado este lunes que la grabación del vídeo en el interior de la sala durante la declaración de la infanta le parece "algo incalificable".
Castro ha afirmado, en declaraciones a los medios a su llegada este lunes a las dependencias judiciales, que tiene "sospechas" de quién pudo ser el autor de dicha grabación, pero que no puede revelar nada al respecto.
Por otro lado, cabe recordar que el juez Castro había dictado anteriormente un auto en el que se prohibía expresamente la grabación de imágenes en el interior.
Para ello, estableció la obligación de que todas las personas que accedieron a la sala, unas cuarenta entre abogados defensores, fiscales, representantes de la acusación y funcionarios, depositaran bajo custodia policial antes de entrar sus teléfonos móviles, tabletas, ordenadores portátiles o cualquier otro dispositivo que pudiera grabar imágenes o sonido.
Para prevenir una posible filtración, el juez había accedido además a la solicitud de la defensa de la infanta de que la declaración solo se grabara en audio para su posterior transcripción, pero no en vídeo como se había hecho en ocasiones precedentes.