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Los tres grandes partidos británicos le niegan a Escocia conservar la libra si se independiza

  • Conservadores, laboristas y liberales se ponen de acuerdo en este asunto
  • Escocia amenaza con dejar de pagar la deuda si le prohíben usar la libra
  • Mantener la libra supondría una cesión de soberanía en política económica

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Osborne niega la libra a una Escocia independiente

El ministro británico de Economía, el conservador George Osborne, ha advertido a Escocia de que no podrá conservar la libra esterlina si consigue su independencia tras el referéndum que se celebrará el 18 de septiembre.

"Si Escocia se retira del Reino Unido, se retirará de la libra", ha afirmado este jueves Osborne en Edimburgo, después de que el Gobierno autónomo escocés, del nacionalista Alex Salmond, prometiera mantener la moneda británica si se produce una eventual independencia.

"No hay ninguna razón legal por la  que el resto del Reino Unido tuviera que compartir su moneda con  Escocia" si ese territorio rompe la unión forjada en 1707.

Una unión monetaria "no funcionaría y costaría empleos y dinero", por lo que sería  impensable que un responsable del Tesoro en Londres la autorizase, ha añadido.

Los conservadores cuentan con el apoyo de los otros dos mayores partidos británicos en esta postura. El titular del Tesoro, el liberal demócrata Danny  Alexander, ha subrayado que la unión monetaria "no sucederá si no hay acuerdo", y "no lo habrá". Y en la misma línea se ha pronunciado el portavoz laborista de Economía, Ed Balls.

Escocia amenaza con no pagar la deuda

La negativa en bloque a aceptar una eventual unión de la libra supone  un duro revés para el campo independentista, liderado por el gobernante  Partido Nacionalista Escocés (SNP) de Salmond, pues se trata de un tema  clave que puede decantar la intención de voto.

"La libra no es un activo para ser dividido entre dos países tras una separación como (si fuera) una colección de discos", ha afirmado Osborne, y ha insistido en que Escocia estará mejor económicamente si se mantiene unida a Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte.

"El Reino Unido está creciendo más rápido que cualquier otra economía avanzada de Europa (...) Nada puede ser más perjudicial para la seguridad económica aquí en Escocia que dividir a nuestro Reino Unido", ha asegurado.

Osborne ha cusado además a Alex Salmond, de  "amenazas temerarias" al haber indicado que una Escocia  independiente "rechazaría asumir su parte de la deuda nacional" si el  Reino Unido se opusiera a compartir la libra.

Este miércoles, la "número dos" del Gobierno autónomo escocés, Nicola Sturgeon, acusó a Londres de "acosar" a Escocia por negarse a que la región conserve  la libra esterlina y amenazó con que, en ese caso, Edimburgo se reservaría la opción de dejar de pagar la deuda.

Sturgeon: "La libra es tanto nuestra como de ellos"

Adelántandose a las declaraciones de Osborne, Sturgeon aseguró que la posición del ministro de Economía forma parte de  una táctica del Gobierno porque los sondeos de opinión muestran un  incremento del apoyo a la causa independentista.

La independencia gana adeptos

Un sondeo hecho por la firma ICM y recientemente publicado reveló que la tendencia a favor de la independencia ha subido cinco puntos, del 32 al 37 %, mientras que la campaña que apoya la unión descendió del 49 al 44 % y el resto no contestó.

La viceministra principal calificó de "absurdo" un rechazo de la unión  monetaria puesto que perjudicaría a las empresas instaladas en  Inglaterra que comercian con Escocia y acarrearía "unos costes de  transacción de cientos de millones".  "Esta es una posición que no  tiene sentido. Es una posición táctica", insistió Sturgeon en declaraciones a la BBC.

Salmond, en su Libro Blanco, indicó que una Escocia independiente conservará la libra y que el Banco de  Inglaterra será la entidad de crédito de último recurso. Pero Londres advierte de que para depender del Banco de  Inglaterra, Edimburgo tendría que ceder control sobre su política  monetaria y los tipos de interés.

Y Osborne ha vuelto a remarcar lo que piensan muchos: la contradicción de pedir una  unión de la moneda, que requeriría de Edimburgo ceder el control de su  política monetaria al Banco de Inglaterra, al tiempo que se busca la  independencia en todos los demás aspectos, sobre todo económico.