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Un nuevo minimalismo acecha la pasarela

  • Martin lamothe, Ailanto y Montesinos crean sus propios estampados
  • Torretta y Schlesser redefinen el minimalismo
  • Teresa Helbig rejuvenece la costura con ritmos de los 60

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Un nuevo minimalismo acecha la pasarela

Roberto Torretta ha trabajado casi toda la colección en torno a una silueta en forma de A que presenta en solitario en vestidos cortos o mezcla con pantalones pitillos. El argentino dibuja prendas de feminidad madura y elegancia urbana variando las texturas.

Las simetrías marcan los looks diurnos y las asimetrías algunos vestidos de fiesta o noche, que se reducen a tres diseños largos con una atractiva mezcla de tejidos: lisos y rizados, en brillo o mate.  

Torretta combina texturas y códigos de ambos géneros, y aunque todas las prendas se muestran con una apariencia sencilla en realidad esconden un laborioso estudio de patronaje. Lo demuestra en un vestido negro de cuero, versiónd del LBD, que va muy estructurado y luce detalles en crêpe de lana.

Abrigos de raya diplomática “tapan” delicados vestidos estampados en blanco y negro, y un esmoquin con falda juega a ese intercambio de armarios que resulta tan favorecedor.  Y contrastes también en el color: negro y beige, rojo picante y rosa palo, verde botella y burdeos.

Apenas hay complementos, tan solo unas botas y unos cuellos de piel reversible (cuero y pelo) que permiten que una misma prenda ofrezca distintos looks. Torretta busca abrir mercados en el extranjero pero sin dramas, “con alegría, sonriendo… es lo que quiero trasmitir además con esta colección”.

Helbig, rebelde con causa

Teresa Helbig tiene su propio concepto de moda y de negocio.  Lo suyo es el trabajo de taller, lo que ahora llamamos prêt-à-costura. Sus vestidos llevan muchas horas de trabajo y, temporada tras temporada, trae algo diferente.

Al contrario de sus compañeros de calendario, Helbig no ha hecho estampados pero sus prendas, de lejos, parece que los llevan. Unos tienen un laborioso trabajo de collage de piezas que encajan formando paisajes geométricos. Otros, aplicaciones de tachuelas o paillettes que crean juegos de simetría.

Hemos utilizado 35.000 tachuelas”, dice, “terminábamos con las manos dormidas de tanto bordar y aplicar”. Y las aplica sobre tejidos en crêpe de lana gruesa, invernal, con la que crea vestidos y conjuntos de jersey y pantalón.

Su referencia para esta colección es una mujer aventurera, elegante, independiente. Para ella, ha hecho un mono basado en la sastrería clásica que lleva detalles de camisería. Y todo en coral, crudo, camel, curry, bambú y negro, su carta de colores.

La rebeldía de los 60 se plasma en un mono de organza bordado con lana, “es de estilo universitaria gamberra”, dice Helbig mientras nos muestra otro minivestido que en realidad es un mono con short.

Los padres del minimalismo  

El desfile de Ángel Schlesser es un tratado de la sencillez,  un ejercicio de minimalismo y un ejemplo de contención cromática.  “Esta colección es más ligera de lo habitual y he apostado por el volumen centrado en la parte baja de los vestidos y en los pantalones, que son más amplios”.

La silueta va muy desestructurada y los largos de los vestidos tapan o rozan la rodilla. Los diseños de fiesta y noche, en cambio, vienen muy largos, rozando el suelo.

El color entra en esa rara categoría de no-color. Blanco y negro, como uno solo, se alían con marrones y granates, muy masculinos, y un verde oliva.  Un grupo que, unido, funciona.

Siluetas definidas

Un discreto, y tímido, estampado de topos y un garabato de flores deconstruídas, reflejan su pasión por el arte. Los cuadros dominó y ventana saltan de los pantalones a los abrigos, que, al contrario del resto de prendas, llevan una estructura más rígida. 

Schlesser también utiliza pieles naturales. Vemos ponchos, abrigos y estolas en piel de doble faz o zorro.

Juana Martín ha presentado una colección que define como “de líneas depuradas y volúmenes sutiles”. La lana es el tejido central y se acompaña de tules, lúrex y paillettes que aportan ese gusto sofisticado que tanto gusta a la diseñadora.

Vemos sobre la pasarela volantes tímidos y vestidos XXL que llevan generosos escotes de trazo geométrico. Falsos, en realidad, porque son de tul en el mismo tono de la piel.

Martín Lamothe, única y personal

Este sábado ha sido el día del estampado en Ifema y no es que haya habido rebajas en las tiendas de EGO. Martin Lamothe y Ailanto son dos nombres que relacionamos con el print, aunque por motivos distintos.

Elena Martin, de Martin Lamothe, nos trae temporada tras temporada un nuevo trabajo de ilustración, motivos originales que salen de su taller-estudio- centro de investigación y que patenta o vende a otras firmas.

Para esta colección ha querido reflejar el espíritu de las mujeres con poder, o poderes, y ha materializado el estilo de las brujas, curanderas y sacerdotisas en prendas que llevan silueta campana para ir evolucionando hacia una figura más vertical, recta y deportiva.

Puro made in Spain

Destacan los tejidos que parecen cuero que llevan canalé que parece un estampado. También las pieles vueltas en rojo intenso que  “dan un look más fogoso”, dice Martín. Vemos además un estampado de monedas que cierra la colección, un guiño al new age, a la luz.

Trabaja con los estampados y con las pieles. Vemos pelo de cabrito oxigenado, que da una textura inquietante, y patrones convertibles, como un abrigo que se convierte en cazadora con un sencillo golpe de cremallera.

Martin Lamothe produce todas las prendas en Barcelona y Valencia, “soy kilómetro cero”, añade orgullosa.  “Tenemos que intentar hacerlo todo aquí”.

Ailanto, profesores de ciencias

Aitor e Iñaki Muñoz, diseñadores de Ailanto, también han “decorado” sus vestidos de estilo ‘clase de ciencias naturales’. Sobre las prendas vemos grupos de láminas de dibujos vegetales y también familias de mariposas enmarcadas sobre fondos negros.

Los tejidos son, claro, naturales aunque no todos. Ailanto trabaja con neopreno y lo presenta troquelado. Pero no es el único guiño a las nuevas tecnologías. Vemos un estampado de flores de pixel y un trench transparente que deja ver un alma de paillettes.

Su fuente de inspiración, siempre relacionada con el arte, es ahora el trabajo de ilustración de Margaret Mee y también la Shirley Sherwood Gallery of Botanical Art de Londres. De allí salen los patrones, costuras y colores de sus trencas, abrigos, parkas y chalecos que destacan por su volumen definido.

Los colores de las alas de las mariposas, como el negro, verde, granate, rosa o gris, marcan la paleta de color y también el ocre anaranjado de la mariposa pavo real.

La memoria de la moda de España

Y seguimos con prendas de alegres motivos y… pavos reales. Francis Montesinos, toda una institución en esta pasarela, se deja atrapar por el espíritu de Marco Polo y propone un viaje de Oriente a Occidente.

De La India se trae sedas con ricos bordados florales, de África sofisticados vestidos en terciopelo azul desierto con detalles de pasamanería en azabache y del Mediterráneo, nada. Francis es el Mediterráneo. 

Montesinos tinta de colores que saben, huelen y suenan. Azules, verdes, coral, azafrán, naranjas… Destaca, al son del día, el estampado inspirado en los pavos reales. “He tenido cuatro en casa”, dice, “y tienen unos colores increíbles, es un animal mítico y muy elegante”.

Cierra el desfile una novia al más puro estilo de la casa, “es la gran pava”, añade riendo. Pero pronto le cambia el gesto cuando entramos en temas delicados. “Es la colección que más más me ha costado hacer, como esto continúe así….”.

Montesinos, sabor Mediterráneo

La línea masculina destaca por el trabajo de los tejidos. Vemos chaquetas en tweed con paillettes transparentes bordadas en el puño,  caftanes de cuadros con franjas de lana tejida en ochos y cazadoras moteras y bomber con cierto aire de los 50.

Dice Francis que las pasarelas seguirán existiendo, en contra de los fatalistas que aseguran que tienen los días contados. “La moda es lujo, fantasía, pasarela. Lo otro es venta”.

María Barros, con su colección inspirada en el cine y el surrealismo y sus formas de carácter onírico, completa la mañana del sábado en MBFWM.