La cabra de Guadarrama asegura la conservación del entorno del río Alberche, en Madrid
- Es una raza ganadera autóctona en peligro de extinción
- Explotaciones ganaderas como esta ayudan a conservar los espacios
- La actividad tradicional rentable es compatible con la conservación
Algunas organizaciones profesionales y conservacionistas llevan años esforzándose por recuperar razas ganaderas autóctonas que están asegurando la calidad de muchos hábitats, por razones históricas, culturales y también argumentaciones estrictamente medioambientales.
Razas como la vaca blanca cacereña, la oveja merina negra o la cabra de Guadarrama, catalogada esta última como "en peligro de extinción" pero que ha vuelto a "colonizar" muchos espacios del centro peninsular.
En la localidad madrileña de Villa del Prado se localiza una de las cabañas más numerosas de esta raza caprina. Concretamente sobre los encinares del río Alberche y de su afluente, el río Cofio, un valioso espacio de la Red Natura 2000 que destaca por su buen estado de conservación, a pesar de la cercanía a Madrid (apenas 80 kilómetros) y por albergar algunas especies de flora y fauna más emblemáticas de la península ibérica.
Economía tradicional y conservación
En Villa del Prado, unas 500 cabras de Guadarrama, una especie autóctona que solo ha sobrevivido en zonas altas del centro, pasta a diario y garantiza con su presencia la buena conservación del lugar.
El propietario del rebaño, el ganadero Juan Antonio Martín del Pozo, ha subrayado a EFE que estas actividades tradicionales son "fundamentales" para el medio ambiente porque contribuyen a que el monte esté más limpio y mejor cuidado, además de ser un ejemplo de actividad económica tradicional rentable "perfectamente compatible" con la conservación.
“Las cabras pastan y contribuyen a que el monte esté más limpio y mejor cuidado“
Martín del Pozo preside la Asociación de Criadores de Cabra de Guadarrama, una organización que desde hace 20 años trabaja para garantizar la conservación de la raza y procurar su expansión, y que está promoviendo que muchos ganaderos modernicen y adapten sus explotaciones a las cada vez mas exigentes condiciones sanitarias.
Se trata además de animales muy rústicos que están contribuyendo a rentabilizar zonas de difícil acceso que no resultan aprovechables para otro tipo de ganado.
La cabra de Guadarrama, en peligro de extinción
La veterinaria Paloma Díez de Tejada ha observado que se trata de un animal en peligro de extinción y catalogado dentro de las razas de "protección especial" por el Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, y ha explicado que tras el descenso que ha experimentado el censo durante los últimos años, en la actualidad se ha estabilizado en torno a los 8.000 ejemplares.
Díez de Tejada ha celebrado que gente joven se haya incorporado a la explotación de este tipo de ganado, lo que a su juicio es un signo "muy esperanzador" tras la tendencia de los últimos años de vender rebaños enteros o de apostar por otras razas.
Un espacio de la Red Natura 2000
La actividad de esta cabaña se sucede sobre uno de los lugares mejor conservados de la Red Natura 2000 en España, los Encinares del río Alberche y el río Cofio, catalogados como Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) y como Zona de Especial Protección para las Aves (ZEPA), las dos figuras previstas en la Red Natura 2000.
En este espacio viven especies como el águila imperial o el buitre leonado. Se trata de una extensa mancha verde que se extiende por las comunidades de Madrid, Castilla-La Mancha y Castilla y León.
Así, se constituye como un espacio ejemplar de la Red Natura 2000 para comprender cómo la supervivencia a largo plazo de especies y hábitats puede depender de las actividades más tradicionales.
Ese es el principal objetivo de la Red Natura 2000 -un instrumento legislativo de conservación de la Unión Europea-, que incluye un conjunto de casi 26.000 espacios que se quieren proteger para garantizar a largo plazo la supervivencia de las especies y los hábitats más valiosos de Europa.