Tres clásicos del cómic: 'Bruno Brazil', 'Johan y Pirluit' y Alfredo Pons
- 'Bruno Brazil' es el gran agente secreto del cómic de los 60 y 70
- 'La flauta de seis pitufos' es la primera aparición de los duendecillos
- 'Alta tensión' recoge las historias cortas de Alfredo Pons para 'El Víbora'
Estos días coinciden en las tiendas de cómics tres clásicos indiscutibles del Noveno arte: Bruno Brazil (Ponent Mon), de Greg y William Vance, las aventuras de un super espía inspirado en James Bond; Alta tensión (La Cúpula), que recoge las ochenteras historias de Alfredo Pons para la revista El Víbora; y un nuevo tomo de Johan y Pirluit (Dolmen), que incluye La flauta de los Pituflos, la primera aparición de los famosos personajes de Peyo.
'Bruno Brazil'
William Vance era un dibujante casi desconocido cuando se unió al guionista Michel Greg para crear, en 1967, a uno de los personajes claves del cómic europeo, Bruno Brazil, un agente secreto, con licencia para matar, que intentaba trasladar el éxito de las películas de James Bond a la historieta, pero que pronto desarrolló su propia personalidad. Y que ahora podemos disfrutar, al completo, en tres volúmenes integrales editados por Ponent Mon, que recogen todas sus aventuras de los 60 y los 70.
Con su característica cabellera blanca, gracias a la que era reconocible a simple vista, el personaje comenzó siendo polémico por el realismo de sus historias que no escatimaban en escenas violentas, pero muy pronto se convirtió en un éxito que cambiaría el cómic europeo haciéndolo más adulto. Brazil, era un super agente que, sin embargo, no era infalible ni invencible, y que pronto requeriría la ayuda de un maravilloso elenco de secundarios conocidos como "el Comando Caimán", que le ayudaría en sus peligrosas misiones.
Unos guiones llenos de acción, suspense y humor; y unos escenarios de lujo, como en los que se movía James Bond, dieron a esta serie un toque muy especial. Algo a lo que contribuían los dinámicos dibujos de William Vance. En estas páginas somos testigos de la evolución de su arte, una evolución que muy pronto le llevaría a crear otra de las grandes obras del cómic mundial la, aún más exitosa, XIII, pero eso es otra historia. No os perdáis esta auténtica obra del culto.
'Alta tensión'
El mejor retrato urbano de los ochenta en clave de género negro, es lo que redescubrimos en Alta tensión (La Cúpula), un tomo que reúne las inolvidables historias que Alfredo Pons (Barcelona 1958-2002) dibujó para la mítica revista El Víbora. Si el cine quinqui fue clave en aquellos años, esta sería su versión en cómic, solo que las historias son mucho mejores.
Y es que las paginas de este cómic nos redescubren a un artista inquieto, que hundía sus raíces en la calle para retratar a una serie de personajes inolvidables que arrastran sus vidas por bares, callejones, clubs nocturnos, habitaciones de hotel... y que solo intentan sobrevivir en un mundo hostil en el que impera la violencia. Entre todos ellos destaca la bailarina erótica (y prostituta) María Lanuit, una mujer irresistible por muchas razones, la principal: su personalidad arrolladora ( y que sería uno de los personajes recurrentes de Pons). De hecho, María es la protagonista de la portada de este recopilatorio.
Pons era poeta, escritor e historietista, y uno de las primeras estrellas de la revista El Víbora, que marcaría una época. Allí desarrolló series de gran éxito como Amigas, María Lanuit, Sarita o Escalera de vecinos. Pero quizá sea en esta selección de historias cortas donde le encontramos en su estado más puro, más certero; donde desarrolla una serie de personajes inolvidables con sus sueños, sus frustraciones y la fuerza irresistible de sus pasiones. A veces Pons también adaptaba obras de autores como Robert Bloch o Bukowski, lo que demuestra su interés por las buenas historais. Un clásico imprescindible que nos habla de una época en la que el cómic no sólo hablaba de temas sociales, sino que estaba inmerso en ellos.
'Johan y Pirluit' (y los Pitufos)
Nuevo tomo de la colección en la que Dolmen está recopilando las aventuras de Johan y Pirluit, y que recoge tres historias que ya son clásicos del cómic europeo, aparte de dos historias cortas y un extenso dossier de más de treinta páginas que incluye imágenes inéditas en todo el mundo, y otras que no habían vuelto a publicarse desde hace más de medio siglo. Destaca también un artículo profusamente ilustrado acerca de la adaptación cinematográfica de La flauta de seis pitufos, escrito en exclusiva para esta edición por Alfons Moliné. Sin duda la edición definitiva de los personajes de Peyo.
En La flecha negra, inédito en España en forma de álbum, Johan y Pirluit se enfrentan con un traidor oculto en el propio castillo del rey. Y El señor de Pikodoro es un relato de aventuras y humor que gira alrededor de un juego de identidades cambiadas. Dos historias en las que Pirluit va acaparando el protagonismo, algo que, sin duda habría conseguido si no fuera porque en el siguiente título, unos duendecillos azules iban a cambiar la historia del cómic.
Y es que en La flauta de seis pitufos, clásico indiscutible del cómic europeo, asistimos al nacimiento de los famosos duendes azules. De hecho el título original era La flauta de seis agüjeros, pero ya desde la primera edición en tomo, se cambió, lo que demuestra el éxito inmediato de los pequeñajos. Lo curioso es que Peyo aseguró a su editor que "Son personajes secundarios, de aquí a dos o tres años no se hablará más de ellos". Todavía no sospechaba el éxito que tendrían en todo el mundo, algo a lo que contribuyó la curiosa forma de hablar que inventó para ellos.
Tres clásicos indiscutibles reeditados en formatos que les hacen justicia; tres cómics de lujo que nos recuerdan por qué amamos al Noveno Arte.