La infanta respondió con "no sé" o "no lo recuerdo" en 550 ocasiones ante el juez Castro
- La infanta dijo no recordar un gasto en clases de baile cargado en Aizoon
- Castro ironizó: "Yo recibí clases de baile hace 30 años y todavía me acuerdo"
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La infanta Cristina respondió hasta en 550 ocasiones con "no sé", "no lo recuerdo", o "lo desconozco" ante el juez Castro en su declaración como imputada en el caso Nóos, cuando fue interrogada sobre su papel al frente de la sociedad Aizoon, de la que es copropietaria junto a su marido Iñaki Urdangarin.
En concreto, la hija del rey recurrió a imprecisiones como "no lo sé" en un total de 412 ocasiones durante el interrogatorio, según recoge Europa Press, mientras que 82 veces dijo "no lo recuerdo". El resto de evasivas, hasta un total de 579, las saldó con 58 "lo desconozco", siete "no me consta", siete "no lo sabía" y un "no tenía conocimiento", entre algunas otras.
El juez, el fiscal anticorrupción Pedro Horrach y la Abogacía del Estado formularon hasta un total de 1.063 preguntas a la infanta, a lo largo de las siete horas que duró su interrogatorio como imputada en el Juzgado de Instrucción número 3 de Palma.
El magistrado le interpeló hasta en 806 ocasiones, mientras que la Abogacía del Estado, personada en representación de la Agencia Tributaria, lo hizo en 136 y el Ministerio Público en 121.
El juez: "Yo recibí clases de baile hace 30 años y todavía me acuerdo"
Ante las reiteradas imprecisiones de la infanta, el juez Castro llegó a ironizar en un momento de la declaración cuando después de preguntarle sobre un gasto de 707 euros en clases de salsa y merengue para ella y su marido cargado a la sociedad mercantil Aizoon, la infanta aseguró que no lo recordaba.
A esta respuesta, el juez reaccionó: "Yo recibí clases de baile hace treinta años y todavía me acuerdo". Después, le preguntó si sabía "a quién se le ocurrió la feliz idea de camuflar la salsa y merengue como curso de formación" para pasarlo como gastos de la actividad de Aizoon, según consta en la transcripción.
"No lo sé, Señoría", se limitó a contestar la Duquesa, aseverando en cualquier caso que ella no recibió este tipo de clases y que no recordaba quién podía haber participado en ellas. "Igual bailamos salsa y merengue, pero no recibí ninguna clase". "Yo recibí clases de baile hace treinta años y todavía me acuerdo", espetó ante esto el juez.
"De flamenco hace muchos años", terció Doña Cristina, asegurando no recordar si, por su parte, Iñaki Urdangarin recibió recibió el curso de salsa y merengue que en varias facturas figura como pagado de forma directa desde Aizoon. "Lo desconozco", se limitó a responder. Antes de continuar con el interrogatorio, el juez respondió con ironía: "Por la manera de moverse".
Investigación sobre la infanta
Según varios informes de la Policía Nacional, Cristina de Borbón y su esposo cargaron a Aizoon, entre otros gastos, la adquisición y montaje de hasta 72 muebles y elementos del hogar como estanterías, butacas, sofás, mesas y cortinas de lujo para su uso persona. Asimismo, se desprende que la infanta pagó a través de Aizoon servicios de 'coaching' por un total de 6.672 euros de 2005 a 2007, además del curso de salsa y merengue.
La declaración de la infanta ante el juez Castro, el pasado 8 de febrero, se produjo más de dos años después de que su nombre apareciese en el foco de las investigaciones del caso Nóos, a finales de 2011, cuando la Fiscalía Anticorrupción apuntó a Aizoon como una de las empresas 'pantalla' que integraban el entramado societario dirigido a desviar los fondos obtenidos por parte del Instituto Nóos de las Administraciones públicas.
Pese a que las pesquisas dieron sus primeros pasos a principios de 2010, fue en noviembre de 2011 cuando estallaron definitivamente con el registro de Nóos y de varias de las sociedades a él vinculadas.
El hecho de que la hija del rey figurase como vocal en el Consejo de Administración del Instituto y como socia al 50% de Aizoon, comenzó a suscitar las sospechas de los investigadores en torno a hasta qué punto era conocedora de las actividades supuestamente irregulares desplegadas por Urdangarin y por su exsocio Diego Torres.