El satélite Proba-V de la ESA ya vigila la vegetación de nuestro planeta
- Mide menos de un metro cúbico y pesa 158 kilogramos
- La duración de la misión está prevista entre dos años y medio y cinco
Lanzado en mayo de 2013 a bordo del segundo cohete Vega de la Agencia Espacial Europea (ESA), el satélite Proba-V comenzó su misión a principios de diciembre tras el pertinente periodo de calibración y pruebas.
El Proba-V tiene como objetivo monitorizar y estudiar la cubierta de vegetación de nuestro planeta y los datos que aporte se usarán para estudiar el uso de la tierra, clasificar los tipos de vegetación que la cubren, vigilar las cosechas, predicción de hambrunas, y estudios de la biosfera.
Vegetación a nivel global
Desde que fue declarado operativo ha enviado ya más de 5.000 imágenes, 65 mapas globales diarios, y seis resúmenes de diez días; sus datos están siendo usados ya por unos 100 equipos científicos de todo el mundo.
Proba-V permite controlar la extensión de la vegetación que cubre el mundo casi a diario, ya que es capaz de obtener imágenes del 93% de nuestro planeta en un día. Para eso se usa la llamada cámara de vegetación.
Parte del proceso de calibración ha consistido en comparar los datos que obtiene el Proba-V con los de su predecesor, el Spot-5 francés, para ver si coinciden los resultados, como así ha sido.
Afinando los resultados
Pero si la cámara del Spot-5 tiene una resolución máxima de un kilómetro, la del Proba-V alcanza una resolución máxima de 100 metros en el espectro visible y de 200 metros en el infrarrojo cercano en los 500 kilómetros centrales de los 2.250 que alcanza su campo de vista; fuera de esta área central la resolución es de 333 metros.
Estos resultados han animado a la Agencia Espacial Europea y a Qinetiq a empezar a estudiar la posibilidad de crear un futuro satélite de la serie Proba con una resolución de 100 metros.