Los empleados de la eléctrica pública AHK se manifiestan en Chipre contra las privatizaciones
- Han lanzado piedras contra el Parlamento y han obligado a suspender la sesión
- El millar de manifestantes intenta influir en la cámara que decidirá el jueves
Las fuertes protestas de trabajadores de la compañía estatal de electricidad AHK, concentrados a las afueras del Parlamento chipriota, han obligado a suspender durante unas horas el debate sobre la ley de privatizaciones de empresas públicas.
Según informaron fuentes policiales, un millar de manifestantes lanzaron frutas y piedras contra el edificio, que provocaron leves daños materiales, mientras la Cámara estuvo a oscuras durante media hora después de que los manifestantes cortaran el suministro eléctrico.
Los sindicatos de AHK han celebrado una huelga de 12 horas, la tercera que convocan este mes para protestar contra la privatización de los entes públicos, obligada por el rescate de Chipre, y presionar así al Parlamento, que debe pronunciarse el próximo jueves.
Huelga de telecomunicaciones y de la autoridad portuaria
Mientras, los empleados de la empresa pública de telecomunicaciones CYTA, que también organizaron paros la semana pasada, han dejado de trabajar durante una hora.
Por su parte, los trabajadores de la autoridad portuaria, cuya privatización está también prevista, se han unido a la convocatoria de huelgas de CYTA y AHK.
La privatización de estos organismos estatales representa una de las condiciones del acuerdo que el Gobierno de Chipre firmó el pasado año con la troika de acreedores (Banco Central Europeo, Comisión Europea y Fondo Monetario Internacional) a cambio de una ayuda financiera de 10.000 millones de euros.
Chipre tiene que conseguir 1.400 millones de euros en cuatro años a través de la venta de empresas públicas.
Cooperativas de crédito
La Comisión Europea (CE) ha aprobado la reestructuración de las cooperativas de crédito en Chipre y de su órgano central, el Banco Central Cooperativo, a fin de que el sector se convierta en viable a largo plazo sin una ayuda estatal continuada.
El plan de reestructuración en profundidad aprobado por la CE "crea los fundamentos para transformar la banca cooperativa en instituciones de crédito viables que financien la economía chipriota sobre una base sostenible", según el vicepresidente de la CE y comisario de Competencia, Joaquín Almunia.
Dada la elevada proporción de préstamos dudosos, generada por la recesión y una concesión de créditos descuidada, el sector bancario chipriota necesita reconstruir unos colchones de capital sólidos mediante una recapitalización de 1.500 millones de euros.
El plan supone una importante revisión de la estructura y las prácticas comerciales del grupo, dado que el número de cooperativas será reducido a 18 a través de fusiones. Estas instituciones serán controladas por el órgano central de cooperativas, que a su vez pertenecerá al Estado en un 99%.
Hasta hace poco existían aproximadamente cien cooperativas de crédito en Chipre, que no estaban controladas por el Banco Central Cooperativo al que estaban afiliadas. Cada institución pertenecía a sus miembros, principalmente sus clientes, y esta estructura descentralizada y la relación estrecha con sus propios prestatarios provocó prácticas arriesgadas y laxas.
Como consecuencia, y debido a la profunda recesión, más del 40% de los préstamos concedidos son dudosos en la actualidad, un porcentaje que va en aumento. Para gestionar adecuadamente los préstamos morosos, se creará una nueva división especializada y se nombrarán nuevos equipos de gestión, tanto en el Banco Central Cooperativo como en las propias cooperativas de crédito.