Las CC.AA. tienen 70 tributos propios con los que consiguen menos del 2% de sus ingresos
- Los economistas señalan que no se cumple con la corresponsabilidad fiscal
- Critican que se "legisla mucho", se modifica a menudo y cambian los requisitos
Las comunidades autónomas cuentan ya con 70 tributos propios, aunque su recaudación les supone un bajo porcentaje de sus ingresos tributarios, menos del 2% del total, en concreto, un 1,6%. Algunos impuestos son tan ineficientes que no se llega a percibir ni lo que cuesta gestionarlos.
Esta es una de las conclusiones del Consejo general de Colegios de Economistas de España, que ha presentado este miércoles su Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2014, una radiografía sobre los tributos cedidos y los propios de las autonomías del régimen común y resumen del sistema tributario de los territorios forales.
Según estos profesionales, al sistema de financiación autonómico le falta transparencia y equidad; es complejo y poco transparente, sin que "la pretendida" corresponsabilidad fiscal sea efectiva.
El catedrático de Hacienda Pública y asesor del Consejo, Luis Caramés, ha señalado que el principio de corresponsabilidad fiscal no se puede cumplir, a pesar de la amplitud de la capacidad normativa de las autonomías, porque de la recaudación de los impuestos cedidos y debido a los distintos fondos no queda en cada región más de un 25%, ya que el resto se reparte según diferentes criterios.
Legislación "muy farragosa"
Los expertos consideran que la técnica legislativa de la mayoría de las comunidades es "muy farragosa", porque se "legisla mucho", se modifica muy a menudo, por lo que el contribuyente la desconoce. Los tipos reducidos, reducciones, bonificaciones o deducciones se condicionan a "multitud" de requisitos, que "en muchos casos, se deben cumplir durante años después de aplicarlos".
Apuntan que en el IRPF, los cambios tienen "poca importancia cuantitativa" y que en el impuesto de patrimonio se ha legislado menos. En el de transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados ven "una clara tendencia a subir tipos".
Critican que la gestión tributaria que realizan las CC.AA. es muy diferente de unas a otras y eso supone "un coste para el contribuyente".