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El reencuentro de 'Merkozy' pone en evidencia a un Hollande en horas bajas

  • Merkel se ha reunido con Sarkozy en Berlín durante más de una hora
  • El dúo sigue teniendo tirón pese a la amarga derrota electoral del francés 
  • Las imágenes de su encuentro son un bofetón para el impopular Hollande

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El expresidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante su amistoso encuentro en la Cancillería de Berlín.
El expresidente francés, Nicolás Sarkozy, y la canciller alemana, Angela Merkel, durante su amistoso encuentro en la Cancillería de Berlín.

Nicolás Sarzkozy está de vuelta. Y de la mano de Angela Merkel. En su primer gran discurso desde que dejó la presidencia francesa tras perder las elecciones en mayo de 2012Sarkozy ha defendido la integración de la zona euro en Berlín, ante una corte de seguidores, después de reunirse con la canciler alemana.

Pese a que en un primer momento dijo que dejaría la política para siempre tras su amarga derrota frente al socialista François Hollande, Sarkozy ha dado a entender que podría regresar "por obligación".  Las encuestas muestran que él es el claro favorito entre los votantes conservadores para presentarse a las elecciones presidenciales de 2017.

Antes de hablar en un evento de la Fundación Konrad Adenauer en Pariser Platz, cerca de la Puerta de Brandenburgo, Sarkozy ha visitado a Merkel en la Cancillería. 

La reunión estaba inicialmente programada para durar 30 minutos, pero se alargó durante más de una hora, un tiempo insual para que un líder alemán dedique a un expolítico de un partido de la oposición. Pero Sarkozy no es cualquiera para Merkel.

Bofetón para Hollande

Y para terminar de dar un bofetón a Hollande, las imágenes del encuentro se han difundido aunque en un principio no se iban a publicar. Y en ellas se ve a la pareja, apodada "Merkozy" por su perfecta sintonía durante los primeros momentos de la crisis del euro, sonriendo y charlando amistosamente en la oficina de Merkel con vistas al Reichstag.

Merkel, cuyo partido Cristianodemócrata (CDU) es el aliado natural del conservador UMP de Sarkozy, se negó a reunirse con Hollande durante la campaña electoral francesa, una decisión que causó polémica.

Europa necesita liderazgo

Sarkozy, de 59 años, no se ha referido a Hollande durante todo el discurso en un aparante intento por contrastar su relación con Merkel y su reputación como líder audaz frente a la de su sucesor, cuyos lazos con la canciller alemana son más débil y su vacilante inicio de legislatura ha hundido su popularidad a mínimos históricos.

"Durante la crisis, Europa necesitaba un liderazgo. El liderazgo no es una mala palabra, es una obligación. Y cuando tienes miedo a conducir, no estás cumpliendo con tus responsabilidades", ha afirmado Sarkozy.

Un día después de que Merkel realizara una visita al primer ministro británico, David Cameron, Sarkozy ha tenido un mensaje para los países de la Unión Europea que no estaban preparados para unirse a la moneda única y ha defenido una zona euro más integrada, fuerte y ambiciosa.

"Necesitamos más integración en la Europa que comparte el euro, menos integración en la Europa de los 28", ha dicho, refiriéndose a los estados miembros del bloque más amplio.

"Un choque con Rusia por Ucrania sería una catástrofe"

En medio de una profunda crisis política en Ucrania, Sarkozy ha instado a Europa a ofrecer a la exrepública soviética, junto con Bielorrusia, Georgia y Rusia, un "nuevo marco" para la cooperación, advirtiendo a Occidente contra un choque "catastrófico" con Moscú.

"Nada sería peor que una confrontación innecesaria con Rusia", ha afirmado Sarkozy, cuyo discurso fue interrumpido por aplausos varias veces. "Creo que en Berlín esto se comprende mejor que en ningún otro lugar del mundo".

Después de mantener un perfil bajo en este último año y medio desde su derrota electoral, Sarkozy ha empezado a aparecer en público. Ha asistido a los conciertos de su esposa Carla Bruni, la cantautor y exmodelo, y apareció aprincipios de este mes en un evento de campaña por Nathalie Kosciusko-Morizet, su exportavoz, que se postula para alcalde de París.

En un artículo reciente en el diario francés Le Monde, su círculo cercano le describió como un "león enjaulado",  desesperado por volver a la política. Algunos han expresado su preocupación porque su reaparición sea prematura y pueda dañar sus opciones. Para las próximas elecciones presidenciales quedan aún tres años.