Rusia aumenta su presión sobre las tropas ucranianas en Crimea, pero niega un ultimátum
- Las unidades ucranianas en la península están rodeadas
- Yatseniuk, nuevo primer ministro ucraniano: "No se entregará Crimea"
- Rusia anuncia la construcción de un puente entre su territorio y Crimea
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Rusia ha aumentado su presión sobre las fuerzas armadas ucranianas en Crimea con el despliegue de militares para, según Moscú, "defender los derechos" de la mayoría étnica rusa en la península. Sin embargo, ha negado el ultimátum que había denunciado el Gobierno de Kiev. En las bases militares en Crimea, rodeadas por fuerzas no identificadas, se suceden las negociaciones por las cuales Rusia intenta que las fuerzas ucranianas se subordine a las autoridades de la región autonóma y dejen de obeceder al Gobierno de Kiev, según el enviado especial de TVE, Carlos Franganillo,
Durante las últimas horas se han sucedido las informaciones no confirmadas de numerosos mandos ucranianos que ya han rechazado órdenes de Kiev. Pero el corresponsal de TVE informa de que algunos mandos ucranianos se han negado aunque no hay informes de enfrentamientos armados y de hecho no se tiene constancia de que haya habido ni un solo disparo.
Moscú ha tachado de "radicales antidemocráticas" a las nuevas autoridades ucranianas que apartaron del poder al presidente Víktor Yanukóvich hace diez días y sostiene que su intervención en Crimea se produce para defender los derechos de la comunidad de etnia rusa, mayoritaria en esa región. Una de las primeras decisiones del Parlamento tras la destitución de Yanukóvich fue derogar la ley que reconocía la cooficialidad de la lengua rusa en las regiones donde es hablado por más del 10% de la población.
Estos movimientos se producen pese a las advertencias y las protestas diplomáticas adoptadas tanto por la Unión Europea (UE) como por Estados Unidos, que dicen apoyar las reclamaciones de las nuevas autoridades de Kiev para preservar la integridad territorial de Ucrania.
Tropas rodeadas
El despliegue de soldados rusos sin identificar empezó el viernes. Durante el fin de semana, el ministro ucraniano de Defensa, Igor Teniuj, denunció que Rusia había enviado 6.000 soldados adicionales a Crimea. Este lunes, en una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de la ONU, el embajador ucraniano ante la ONU, Yuriy Sergeyev, aumentó la cifra a más de 16.000 soldados, que según aseguraba, habrían llegado a la península desde el pasado 24 de febrero. Este extremo no ha sido confirmado.
Los uniformados bloquean la sede de la Dirección Regional de Guardafronteras de los mares Negro y Azov, los destacamentos de Simferópol y Kerch, y los puestos de la guardia marítima de Kerch y Sebastopol, según las autoridades ucranianas, que han denunciado que el despliegue ha aumentado en las últimas horas sin dar nuevas cifras.
También se han hecho con el control total del puerto de Kerch, conexión marítima entre Crimea y Rusia a través del estrecho del mismo nombre, según aseguran medios locales ucranianos.
La guardia fronteriza ha afirmado que la presión de los militares rusos para que sus efectivos se pasen al Gobierno regional se ha intensificado en las últimas horas, con el empleo de la fuerza física y métodos psicológicos. A primera hora de la noche, un portavoz de la guardia fronteriza ha apuntaba que fuerzas rusas habían tomado el puesto de control de la guardia de fronteras en la parte ucraniana del transbordador, según informa Reuters.
Además, barcos de guerra rusos se están moviendo dentro y fuera del puerto de Sebastopol, donde tiene su base la flota rusa del Mar Negro, y según fuentes ucranianas habría también buques de las flotas del Mar del Norte y del Báltico. El presidente interino ucraniano, Aleksander Turchinov, también ha dicho que estos buques han bloqueado a los de su Armada en la bahía de Sebastopol y ha instado a Moscú a cesar sus "agresiones y actos de piratería".
Además, el Ministerio de Defensa ucraniano ha informado que cazas rusos violaron en dos ocasiones el espacio aéreo durante la noche. Por la tarde, un portavoz del mismo departamento ha informado de que la flota rusa había dado un ultimátum hasta las 05.00 hora local del martes (04.00 hora peninsular española) para que las tropas ucranianas se rindan. Poco después, fuentes del Ministerio de Defensa ruso han desmentido esa información y la han calificado de "tontería".
Divisiones
Las Fuerzas Armadas ucranianas, además, sufren una aparente división interna. Más de 5.000 de sus efectivos se habrían subordinado a las autoridades de la república autónoma de Crimea, según ha asegurado un portavoz de las mismas a la agencia Interfax, aunque no hay ninguna confirmación.
El primer ministro prorruso de Crimea, Serguéi Axiónov, al que Kiev no reconoce, ha anunciado la creación de una Marina de Guerra propia. Axiónov ha indicado que el mando de la Armada lo tendrá el contraalmirante Denís Berezovski, que el domingo juró lealtad al gobierno autónomo tras desertar como comandante en jefe de las fuerzas navales ucranianas, cargo que había asumido el sábado.
Un portavoz de la guardia de fronteras ucraniana ha asegurado también que el Ejército ruso está concentrando tropas y vehículos en la península rusa de Taman, al otro lado del estrecho de Kerch. La distancia más corta entre uno y otro punto es de tan solo 4.5 kilómetros.
Puente entre Crimea y Rusia
El Ministerio de Defensa de Rusia no ha hecho ningún comentario, pero el primer ministro, Dmitri Medvédev, ha anunciado que su país llevará adelante el proyecto de construcción de un puente sobre el estrecho, para unir Crimea al territorio ruso.
El acuerdo para la construcción del puente fue suscrito entre el Gobierno ruso y Yanukóvich, y ahora el proyecto ha sido adjudicado a la compañía estatal Avtodor.
"Hemos adoptado decisiones que son vinculantes, en particular documentos que fueron firmados en diciembre del año pasado que no han sido modificados ni denunciados por nadie", ha dicho Medvédev, citado por las agencias rusas.
"Crimea no se entregará a nadie"
Desde Kiev, y antes de los rumores sobre un ultimátum, el primer ministro interino, Arseni Yatseniuk, ha asegurado que "Crimea no se entregará a nadie" y ha advertido a las autoridades crimeas que serán responsables ante la ley ucraniana por sus acciones.
"No ha habido, no hay, ni habrá motivos para el uso de la fuerza contra los ucranianos ni para el despliegue de un contingente militar ruso", ha afirmado Yatseniuk.
El gobierno interino de Kiev no tiene que hacer frente solamente al separatismo de Crimea. En otros lugares del país, continúan las protestas de ucranianos de lengua rusa, proclives a mantener los lazos con el vecino del este.
En Donetsk (este), manifestantes prorrusos han ocupado este lunes la primera planta de la delegación del Gobierno. Miles de personas han vuelto a salir a la calle para expresar su rechazo al nombramiento del nuevo delegado del Gobierno central en la región homónima, Serguéi Tarut.
En la ciudad portuaria de Odessa (suroeste), alrededor de 700 manifestantes han irrumpido en el Parlamento regional cuando se estaba celebrando una sesión, para exigir a los diputados que desobedezcan a las nuevas autoridades de Kiev, a las que acusan de haber tomado el poder en un golpe de Estado, según Efe. La agencia añade que los activistas, pertrechados con porras y cascos, han roto algunas puertas y ventanas.
Algunos servicios de telefonía no funcionan en partes del país.