Tensión en las bases de Crimea mientras Ucrania y Rusia inician "tímidos" contactos
- A los jefes militares que no consientan se les ofrecerá dejar la región
- Unidades fieles a Kiev se resisten a entregar sus instalaciones
- Soldados prorrusos disparan al aire en Belbek
- Rusia prueba el lanzamiento de un misil intercontinental a Kazasjastán
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Las autoridades regionales de Crimea, donde tropas prorrusas han tomado el control de las principales infraestructuras, han anunciado este martes que han asumido el control sobre la seguridad de la península ucraniana al tiempo que dio un ultimátum a los últimos oficiales del Ejército leales a Kiev para que se subordinen a las autoridades de la república. Mientras, según ha informado el primer ministro ucraniano Arseniy Yatsenyuk, las autoridades Moscú y Kiev han mantenido los primeros “tímidos” contactos.
"La situación se encuentra bajo el control absoluto del gobierno de la república autónoma de Crimea. Nada amenaza la vida de los crimeos. Coordinamos todas nuestras actividades con la Flota rusa del mar Negro, pero, a día de hoy, ya no necesitamos ayuda física", ha asegurado Serguéi Axiónov, primer ministro crimeo, en rueda de prensa. "Me dirigí al presidente ruso con una petición de ayuda con el fin de estabilizar la situación y garantizar la seguridad de la población (...) Y esa ayuda llegó", ha añadido, según Efe.
Axiónov, cuya legitimidad no reconoce ni Kiev ni la minoría ucraniana y tártara de Crimea, se mostró convencido de que en breve todas las unidades militares se subordinarán a las nuevas autoridades locales. "En estos momentos tienen lugar negociaciones con los jefes de las unidades militares emplazadas en Crimea, que deben cumplir hoy con la orden de someterse a las autoridades de la república autónoma de Crimea", ha resaltado en Simferópol, la capital de este enclave.
Axiónov ha anunciado esta mañana que se convocará un referéndum el 30 de marzo para decidir el estatuto de la ciudad de Sebastopol, donde tiene su base la Flota rusa del Mar Negro. La consulta prevista para ese mismo día sobre la ampliación de la autonomía podría adelantarse.
El presidente ruso, Vladímir Putin, ha negado este martes que las tropas desplegadas en Crimea pertenezcan a su Ejército y las ha definido como "fuerzas locales de autodefensa". Putin ha asegurado que su país no tiene intención de desplegar tropas en Ucrania ni de promover el separatismo.
Las afirmaciones del presidente ruso van en línea con lo que hasta ahora han mantenido las autoridades de Moscú, que han negado haber desplegado tropas en la península. Los soldados que han tomado el control en Crimea no tienen ningún distintivo en el uniforme, pese a que utilizan vehículos con matrícula del Ejército ruso.
Disparos en Belbek
Las intenciones del gobierno regional de poner bajo su mando a todas las unidades militares han encontrado sin embargo la resistencia de militares fieles al gobierno de Kiev en varias de las bases.
El enviado especial de TVE a Crimea, Carlos Franganillo, ha comprobado in situ cómo una unidad de guardias fronterizos acantonada en la capital, Simferópol, se negaba a ceder las instalaciones a un grupo de militares encapuchados.
Es el caso de una de las bases de Simferópol en la que ha conseguido entrar un equipo de TVE. Allí, el coronel Kurnikov, de la Guardia de Fronteras de Ucrania, ha mostrado los camiones en los que han llegado los enmascarados a la base, con matrícula rusa, informa Carlos Franganillo.
El equipo de TVE ha podido grabarlo hasta que ha llegado un grupo de enmascarados exigiendo que se dejase de grabar. “Sois personas inteligentes, debéis de saber que esto es una base militar y que grabar está prohibido”, apuntaba a TVE un hombre que parece ser el líder los encapuchados.
Algunos militares ucraniano han plantado cara a los encapuchados asegurando que no piensan rendirse, hasta que ha llegado un superior para pedirles a los subordinados que abandonen la base. Aunque la tensión es constante entre ambos bandos, apunta Franganillo, tienen orden de contener la situación y no disparar.
Mientras tanto, a pocos kilómetros de Sebastopol, en el aeródromo militar de Belbek, ha ocurrido el incidente más grave hasta ahora entre ambos bandos.
Hasta la base, ocupada por militares prorrusos desde hace días, ha llegado una brigada del Ejército ucraniano, que ha marchado en formación pero sin armas.
Los militares ucranianos pretendían llegar hasta la entrada del aeródromo para pedir que se les devolviera el control del mismo. Uno de los soldados prorrusos que vigilaban la entrada ha realizado al menos un disparo al aire para detenerles.
El corresponsal del diario Time, Simon Shuster, ha asegurado en Twitter que los soldados ucranianos pertenecían a la 204ª brigada de aviación táctica y portaban una bandera usada por los pilotos soviéticos en la II Guerra Mundial. De momento la situación se mantiene estable, los militares ucranianos permanecen frente a la puerta y no se han producido más disparos, según la misma fuente.
Rusia prueba un misil intercontinental en Kazajstán
Sin embargo, la tensión militar ha subido durante la tarde de este martes después de que el Ministerio de Defensa ruso anunciase que ha completado con éxito una prueba de lanzamiento de un misil intercontinental con objetivo en un campo de pruebas en Kazajstán. El misil, un RS-12M Topol, ha sido lanzado desde la región de Astrakhan, cerca del mar Caspio.
Según ha informado a AFP un funcionario americano, Washington había sido informado de la realización de esta prueba. "Nos avisaron de esta prueba a principios de esta semana, esto no es algo inesperado", ha comentado la fuente a AFP.
Primeros contactos entre Moscú y Kiev
Mientras, los miembros del nuevo gobierno de Ucrania formado después de la destitución del Presidente Viktor Yanukovich han mantenido este martes los primeros contactos con sus homólogos rusos, según ha anunciado el primer ministro de Ucrania Arseniy Yatsenyuk.
“Hasta ahora, los contactos son tímidos, pero los primeros pasos se han dado", ha comentado Yatsenyuk en un comunicado, según AFP.
La crisis en Crimea, que enfrenta a Rusia con Ucrania, EE.UU. y la UE, es una derivación de la crisis política que vive Ucrania. El pasado 27 de febrero, después de una jornada de enfrentamientos en Simferópol entre partidarios y detractores del nuevo gobierno formado en Kiev, un comando de hombres armados ocupó los edificios del Gobierno y el Parlamento regionales, e izó la bandera rusa. Desde entonces, soldados prorrusos (fuerzas especiales rusas, según Kiev) se han hecho con el control de la región, provocando las protestas internacionales.