Al Sisi afirma que no dará la espalda a la "mayoría de egipcios" que quieren que sea presidente
- El jefe del Ejército da la señal más clara de que será candidato presidencial
- Un tribunal ha ordenado prohibir las actividades de Hamás en Egipto
El ministro egipcio de Defensa y jefe del Ejército, Abdelfatah al Sisi, ha afirmado que no puede "dar la espalda" a la "mayoría" de ciudadanos que desean que se presente como candidato a las próximas elecciones presidenciales.
En un discurso en la Academia de Guerra, Al Sisi ha pedido "dejar pasar los próximos días para que se aprueben las medidas oficiales", en aparente alusión a la Ley Electoral que debe refrendar el presidente interino del país, Adli Mansur, y que regulará la convocatoria de los comicios.
Las declaraciones de Al Sisi, difundidas por la agencia oficial Mena, llegan en un momento en que la prensa y círculos diplomáticos especulaban con creciente intensidad sobre la posibilidad de que el mariscal finalmente no concurriese a las presidenciales.
Sin embargo, las palabras de este martes del militar, quien antes debería abandonar las Fuerzas Armadas si quiere postular a la Presidencia, pueden ser interpretadas como una intención de presentarse a las elecciones.
"La patria pasa por circunstancias difíciles que requieren la cohesión del pueblo, el Ejército y la Policía, porque nadie puede por si solo contribuir al desarrollo del país en circunstancias como estas", ha agregado en su alocución Al Sisi, considerado el gran favorito en los comicios.
El Consejo de Estado (máximo órgano de la justicia administrativa) ha completado la revisión de la Ley Electoral y la ha remitido con sus enmiendas al presidente Mansur, quien deberá promulgarla en los próximos días, según han informado los medios egipcios. Entre las enmiendas introducidas está la regulación de los recursos a los resultados de las elecciones, que deberán ser presentados en un plazo de dos días tras su publicación, y los tribunales superiores administrativos tendrán una semana para dirimir antes de emitir su fallo, que será inapelable.
Mientras Al Sisi se postula como candidato, la persecución de los islamistas continúa, dejando en evidencia el pulso tradicional que durante los 60 años han mantenido el Ejército y los Hermanos Musulmanes por el poder.
Egipto prohíbe las actividades de Hamás
Ahora el Tribunal de Asuntos Urgentes de El Cairo ha emitido un fallo que prohíbe temporalmente todas las actividades del movimiento islamista palestino Hamás en Egipto y decreta la confiscación de sus oficinas.
La sentencia afecta también a las asociaciones dependientes de Hamás o que reciben respaldo financiero o cualquier tipo de ayuda de este, hasta que se diriman dos causas judiciales contra el grupo palestino en Egipto, informa la agencia oficial Mena.
Dichos procesos judiciales, abiertos contra el depuesto presidente egipcio Mohamed Mursi y otros dirigentes de los Hermanos Musulmanes, implican a Hamás en un caso de espionaje para dañar la seguridad de Egipto y en un asalto a varias cárceles para liberar a presos islamistas.
En la causa de las cárceles, unos 70 palestinos están siendo procesados en rebeldía, acusados también de atacar a las fuerzas de seguridad egipcias y secuestrar y matar a agentes.
La demanda, presentada por el abogado Samir Sabri, pedía al presidente interino de Egipto, Adli Mansur, al entonces primer ministro Hazem el Beblaui, y al titular de Interior, Mohamed Ibrahim que consideraran de manera urgente a Hamás una organización terrorista.
Sabri señaló también en su denuncia que Hamás tiene vínculos estrechos con los Hermanos Musulmanes, declarados "grupo terrorista" por las autoridades egipcias en diciembre pasado.
Deterioro de las relaciones entre Egipto y Hamás
Las relaciones entre Egipto y Hamás se han deteriorado desde la destitución militar el pasado julio de Mursi, y las posteriores acusaciones de colaboración entre la Hermandad y el movimiento palestino para perpetrar atentados terroristas en el país árabe.
Hamás, que gobierna la franja palestina de Gaza desde 2006 y mantenía una estrecha relación con el gobierno de Mursi, ha negado todas estas acusaciones.
Además de los casos en los tribunales, las fuerzas de seguridad egipcias han incrementado desde el pasado julio sus operaciones en la península del Sinaí para acabar con los grupos extremistas radicados en la zona.
La mayoría de las campañas militares tienen lugar en zonas cercanas a Gaza, desde donde Egipto denuncia que se infiltran extremistas.
En el marco de estas operaciones, han sido destruidos cientos de túneles que conectaban el Sinaí con la franja y eran usados para labores de contrabando, lo que ha afectado gravemente a la economía palestina.