Arabia Saudí, Emiratos y Baréin retiran a sus embajadores en Catar en una decisión inédita
- La acusan de injerencia y de utilizar a la televisión Al Yazira
- Les divide su distinta política hacia los Hermanos Musulmanes
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin han anunciado que retiran a sus embajadores en Catar, en medio de un aumento de la tensión entre las monarquías del Golfo por las supuestas injerencias cataríes en sus asuntos internos.
En un comunicado conjunto, difundido por la agencia oficial saudí Spa, estos tres países subrayan que Catar ha incumplido "los principios de no intervención en los asuntos internos de cada país, ya sea directa o indirectamente".
Denuncian, asimismo, que tampoco ha respondido a las demandas de "no respaldar a grupos u organizaciones que amenacen la estabilidad y seguridad" de los Estados del Golfo, en alusión a los Hermanos Musulmanes.
Esta amenaza se ha producido mediante acciones de seguridad e intentos de influir en asuntos políticos, según la nota sobre la retirada de los embajadores, una medida sin precedentes en las tres décadas de historia del Consejo de Cooperación del Golfo (CCG), una alianza prooccidental formada por Arabia Saudí, Baréin, Kuwait, Catar, Emiratos Árabes Unidos y Omán.
Al Yazira, arma arrojadiza
También acusan a Catar de apoyar a "medios de comunicación hostiles", en clara referencia a la televisión catarí Al Yazira, cuyas informaciones tienden a respaldar a la cofradía.
Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Baréin señalan que Catar ha incumplido, además, un acuerdo de seguridad firmado por los países del CCG en noviembre pasado. Dicho acuerdo estipula, entre otros, la colaboración en la lucha contra el terrorismo, el crimen organizado o la extradición de presos. Según el comunicado, Catar no ha adoptado las medidas necesarias para cumplir con el acuerdo, por lo que ellos se han visto obligados a "unirse para preservar la seguridad de sus países y la estabilidad".
Hace dos días, un tribunal emiratí condenó a un ciudadano catarí a siete años de prisión por colaborar y participar en "una organización secreta e ilegal", los Hermanos Musulmanes. Emiratos está procesando a numerosos supuestos miembros de la Hermandad. En julio pasado, 69 de ellos fueron condenados a penas de hasta quince años de prisión por intentar tomar el poder y poner en peligro la seguridad nacional del país.
Por su parte, el Gobierno de Catar se ha mostrado sorprendido por la retirada de los embajadores, ha dicho que se debe a diferencias de opinión y ha considerado que perjudica "los intereses de los pueblos del golfo Pérsico", informa Efe. En un comunicado difundido por Al Yazira, las autoridades cataríes también han reafirmado su intención de cumplir con los principios fundacionales del CCG.
Enfrentamiento por el Gobierno egipcio
Durante una serie de sermones en febrero, el conocido jeque egipcio-catarí Yusef Qardawy criticó que Emiratos se opone a cualquier gobierno islamista, encarcela a sus simpatizantes y mantiene una política "enemiga al islam".
Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, junto a Kuwait, han sido el principal respaldo -político y financiero- de las autoridades que asumieron el poder en Egipto tras el golpe de Estado contra el islamista Mohamed Morsi. Catar, por el contrario, es el rebelde entre las monarquías conservadoras hereditarias de la región, y ha respaldado a los grupos islamistas en Egipto, Siria y Oriente Próximo, algo visto con recelo o abierta hostilidad por sus vecinos.
Por el contrario, el régimen catarí mantuvo estrechos lazos con Egipto durante el mandato de Mursi (de la cofradía) lo que ha fomentado un enfriamiento de las relaciones entre estos países del CCG.