Leopoldo María Panero, maldito entre malditos
- Hijo del radicalismo, tuvo una vida personal transgresora
- Pasó a lo largo de su vida por cinco psiquiátricos
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El poeta madrileño Leopoldo María Panero, fallecido la pasada noche en Las Palmas de Gran Canaria, fue una de las figuras que irrumpió en el escenario de la poesía española de los años 70 y que, con su aureola de escritor maldito, vivió largas temporadas en hospitales psiquiátricos.
Nacido en Madrid el 16 de junio de 1948, sus padres fueron el poeta Leopoldo Panero, una de las mejores voces líricas de la posguerra, y la escritora y actriz Felicidad Blanc, y era hermano de los también escritores Juan Luis y José Moisés Michi Panero, ambos fallecidos.
Leopoldo María fue uno de los nueve nombres incluidos en la antología de poesía Nueve Novísimos (1970) por el crítico literario catalán José María Castellet.
Hijo del radicalismo y la revuelta juvenil de los años 60 y 70, tuvo una vida personal transgresora. Estudió Filosofía y Letras, que abandonó en segundo curso, en protesta contra el conocimiento formal.
Inicio en la poesía
Publicó por primera vez en 1968 el poemario Por el camino de Swant, al que siguieron Así se fundó Carnaby Street (1970), Teoría (1973), El que no ve (1980), The last river together (1980), Dioscuros (1982) y El último hombre (1984).
Son años que transcurren para Panero entre largas temporadas de tratamiento psiquiátrico y en los que también fue detenido en seis ocasiones. Tras un año en París, regresa a España en 1979 y publica Narciso en el acorde último de las flautas, uno de sus libros más celebrados. Su cuento Paradiso o le revenant obtuvo el premio de cuentos Gabriel Miró 1984, pero le fue retirado por haber sido editado antes en la revista literaria La luna de Madrid. Publicó ese mismo año el relato Aquello que callan los nombres.
Luego se publicaron Dos relatos y una perversión (1984), Poesía, 1970-1985 (1985), Antología (1985), Poesía 1970-1985 (1986) y Poemas del manicomio de Mondragón (1987).
Fue en 1976 cuando se estrenó la película El Desencanto, de Jaime Chávarri, una cinta demoledora sobre la vida de la familia Panero y Felicidad Blanc.
Y en 1994 trabajó con el director Ricardo Franco, interpretándose a sí mismo en Después de tantos años (1994), una nueva versión acerca de la vida de los Panero.
Vida entre psiquiátricos
Panero, que pasó a lo largo de su vida por cinco psiquiátricos, escribió también Contra España y otros poema de no amor (1990), la selección poética Agujero llamado Nevermore 1968-1992 (1992), Heroína y otros poemas (1992) y Piedra negra o del temblar (1992).
A final de los noventa aparecieron Orfebre (1994), Tensó (1996, con Claudio Rizzo), El tarot del inconsciente anónimo (1997), Guarida de un animal que no existe (1998), el ensayo Mi cerebro es una rosa (1998), Abismo (1999), Teoría lautreamontiana del plagio (1999), su relato Palabras de un asesino (1999) y Poemas del Manicomio de Mondragón (1999).
Dio un único recital en 2005 en 'La Paloma' de Barcelona para presentar el disco-libro Leopoldo María Panero y el documental Un día con Panero.
Premio Estaño de Literatura 2003 por Antología poética, Panero también escribió Suplicio en la cruz de la boca (2000), Teoría del miedo (2000), Poesía Completa 1970-2000 (2001), Águila contra el hombre: poemas para un suicidamiento (2001), Me amarás cuando esté muerto y ¿Quién soy yo?: apuntes para una poesía sin autor (2001, y 2002, ambos con José Águedo Olivares) y su ensayo Prueba de vida. Autobiografía de la muerte (2002).
Siguieron luego Buena nueva del desastre (2002), Poemas del manicomio del Dr. Rafael Inglot (2002), Conversación (2003), Esquizofrénicas o la balada de la lámpara azul (2004), Erección del labio sobre la página (2004), Danza de la muerte (2004), Poemas de la locura seguido por El hombre elefante (2005) y Presentación del superhombre (2005, con Félix Caballero) y su epistolario con Diego Medrano Los héroes inútiles (2005) y el relato Papá, dame la mano que tengo miedo (2007).