Maduro rechaza el envío de una misión de la OEA a Venezuela y rompe relaciones con Panamá
- Congela las relaciones diplomáticas y económicas entre los dos países
- Panamá solicitó en la OEA una reunión sobre la situación de Venezuela
- Maduro señala que el organismo no entrará en el país "ni ahora ni nunca"
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha anunciado este miércoles la ruptura de relaciones diplomáticas de su país con Panamá y ha rechazado el envío al país de una misión de la Organización de Estados Americanos (OEA). El organismo internacional, que tiene sede en Washington y donde se sienta EE.UU., no entrará en el país "ni ahora ni nunca", ha dicho Maduro.
Las palabras de Maduro se han producido después de que el Consejo Permanente de la OEA anunciara que estudiará este jueves una solicitud de Panamá para convocar una reunión de consulta de los cancilleres sobre la situación del país caribeño, donde en las últimas semanas han muerto 19 personas en enfrentamientos violentos entre la Policía y parte de la oposición.
Maduro denuncia una intervención internacional
Maduro ha anunciado la ruptura y la congelación de relaciones económicas con Panamá en un acto de homenaje al fallecido Hugo Chávez en Caracas, al que han asistido, entre otros, los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Nicaragua, Daniel Ortega, y de Bolivia, Evo Morales.
"He decidido romper relaciones políticas y diplomáticas con el Gobierno actual de Panamá y congelar todas las relaciones comerciales y económicas desde este momento", ha anunciado el presidente venezolano.
Maduro ha tildado al Gobierno panameño de "lacayo" y ha tenido duras palabras contra su presidente, Ricardo Martinelli, al que ha acusado de no ser "digno de su pueblo" y de haber estado "activamente obrando contra Venezuela, creando condiciones para que la OEA y otros organismos den un paso de intervención".
"A Venezuela se respeta y no voy a aceptar que nadie conspire contra Venezuela para pedir una intervención internacional contra nuestra paz y nuestra soberanía", ha agregado.
Maduro ha tenido también advertencias para el presidente de la OEA, José Miguel Insulza. Insulza aseguró el miércoles que no había ruptura de la democracia en Venezuela, por lo que no era necesaria una reunión de ministros de Exteriores, aunque sí sería útil enviar una misión al país.
"Yo a Insulza le digo: quédese quieto, no se meta con quien no lo ha llamado, Venezuela no ha solicitado un debate sobre su situación interna en la OEA", ha afirmado Maduro.
"La OEA no entra a Venezuela ni ahora ni nunca", ha zanjado el presidente venezolano, quien ha advertido que la misión solo podría entrar "clandestinamente".
Panama niega injerencias
Por su parte, el presidente panameño ha expresado su sorpresa. "Sorprende la decisión del Gobierno de Venezuela. Panamá solo anhela que ese hermano país encuentre la paz y fortalezca su democracia", ha asegurado Ricardo Martinelli a través de Twitter.
El Gobierno de Panamá ha rechazado que la iniciativa panameña constituya una injerencia en los asuntos venezolanos y ha emitido un comunicado en el que explica que convocó la reunión para "fortalecer la democracia y los derechos humanos".
La oposición venezolana considera la decisión de Maduro como un intento por desviar la atención de los problemas del país. "Lo de Panamá, otra acción irresponsable de Nicolás para tratar de desviar atención de grave crisis en todos los ámbitos del país", ha señalado el dirigente opositor Henrique Capriles en su cuenta en la red social Twitter poco después del anuncio de Maduro.
Invitación a UNASUR
El presidente venezolano se ha inclinado en cambio por convocar a una reunión de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), indicando que el "destino" de Venezuela está en Sudamérica y no en la OEA, donde "es poco lo que hay que hacer".
"Hemos pedido que UNASUR haga una reunión a solicitud de Venezuela para llevar las pruebas del ataque y fascista a que se ha sometido la democracia venezolana", ha señalado.
Maduro ha añadido que "en el momento en que se fije la reunión allí estaremos con todas las pruebas del llamado golpe de Estado".
Venezuela atraviesa una ola de protestas desde el pasado 12 de febrero, con enfrentamientos violentos en los que han muerto 19 personas, 250 han resultado heridas y se han producido centenares de detenciones.