Juncker: el 'viejo zorro' de la política económica europea regresa al primer plano
- Jean-Claude Juncker ha sido elegido candidato del PPE a las europeas
- Estuvo al frente del Eurogrupo entre 2005 y 2013
- Pese a su controvertida figura, es un personaje clave del europeísmo
La elección de Jean-Claude Juncker como candidato del Partido Popular Europeo a la presidencia de la Comisión Europea puede significar el primer paso para el regreso de este veterano estadista luxemburgués a la primera fila política continental, un ámbito en el que ha desempeñado durante ocho años (2005-2013) el cargo de presidente del Eurogrupo.
Posiblemente sea ese carácter de 'viejo zorro' de la política del viejo continente lo que ha llevado a los populares europeos, animados por el apoyo hacia su persona de la CDU de Angela Merkel, la Nueva Democracia griega y el PP español, a otorgarle su representación para las próximas elecciones, imponiéndose en la elección interna al comisario de Mercado Interior, el francés Michel Bernier.
El líder luxemburgués se medirá ahora al candidato del Partido Socialista Europeo, el alemán Martin Schulz, en un duelo que se presenta muy ajustado, dado lo igualado de las encuestas.
Juncker, político democristiano, de carácter espontáneo y con fama de bebedor -si nos atenemos a las acusaciones realizadas por su sucesor al frente del Eurogrupo, Jeoren Dijsselbloem- es una figura esencial del europeísmo del último cuarto de siglo, a pesar de que sus formas públicas no sean su faceta mejor valorada.
Y es que Juncker es también una figura controvertida, que en su época de presidente del Eurogrupo, durante la etapa más difícil de la crisis económica, llegó a asegurar que a veces era necesario mentir y que tuvo que dimitir como primer ministro de Luxemburgo por un escándalo relacionado con los servicios secretos.
Su personalidad extrovertida e irónica ha dejado un sinfín de anécdotas, como cuando en 2004 anunció erróneamente la muerte del líder palestino Yaser Arafat o cuando en marzo de 2012 las cámaras de todo el mundo captaron su broma de echarle las manos al cuello al ministro de Economía español, Luis De Guindos.
Santer fue su mentor
Nacido en 1954 en la pequeña localidad de Redange, al oeste de Luxemburgo y muy cerca de la frontera con Bélgica, Jean-Claude Juncker estudió Derecho en Estrasburgo "sin entusiasmo", como asegura él mismo. La falta de interés no impidió que se licenciara en 1979 aunque nunca ha ejercido como abogado.
En su juventud se afilió al Partido Cristiano Social y en 1979 ya fue elegido Secretario Parlamentario de su formación. Su carrera política está muy ligada a la de Jacques Santer quien, siendo ministro de Finanzas de Luxemburgo, nombró a Juncker secretario de Estado en 1982. Dos años después, cuando Santer se convirtió en primer ministro del país, Juncker ocupó las carteras de Trabajo y Finanzas.
Su papel en el PSC luxemburgués fue en aumento en los años siguientes, hasta asumir la presidencia del partido en 1990 y ser nombrado primer ministro de Luxemburgo en 1995, cuando Santer fue elegido presidente de la Unión Europea.
Juncker iniciaba en ese momento un largo camino de casi 19 años al frente del Gobierno de su país (enero de 1995 a diciembre de 2013), que compatibilizó durante un largo período con la cartera de Finanzas y otras responsabilidades ministeriales.
A la vez, fue incrementando su relevancia en la política económica europea, donde ya tuvo un papel importante en la creación del Tratado de Maastricht.
Aunque uno de su episodios más destacados fue el que le valió el apodo de héroe de Dublín, gracias a su mediación entre el canciller alemán Helmut Kohn y el presidente de la República francesa Jacques Chirac a propósito del Pacto de Estabilidad.
Una etapa complicada al frente del Eurogrupo
Esta capacidad diplomática le sirvió para mantenerse durante ocho años (2005-2013) al frente de la presidencia del Eurogrupo, organismo informal formado por los ministros de Finanzas de la Eurozona. Un cargo en el que le tocó vivir probablemente la etapa más complicada de la UE desde el punto de vista económico, incluyendo el peligro para la moneda única.
A principios de 2013 dijo adiós al Eurogrupo y pareció centrarse de nuevo en la política luxemburguesa, pero una serie de irregularidades en el servicio secreto (SERL) le llevaron a convocar unas elecciones anticipadas que dieron una nueva victoria a su partido pero sin los escaños suficientes para revalidar su cargo.
Una coalición de socialistas, verdes y liberales permitió al presidente del DP, Xavier Bettel, convertirse en nuevo primer ministro de Luxemburgo, desalojando a los democristianos de un gobierno luxemburgués en el que, excepto un período de cinco años, se habían perpetuado desde la Segunda Guerra Mundial.
Parecía el epílogo político de Juncker pero su elección como cabeza del PPE a las próximas elecciones parece augurar un nuevo capítulo en la carrera de este 'viejo zorro' de la politica europea.