Científicos británicos identifican cuatro nuevos gases que amenazan la capa de ozono
- Se trata de tres clorofluorocarbonos (CFC) y un hidroclorofluorocarbono (HCFC)
- Calculan que se han lanzado a la atmósfera más de 74.000 toneladas
- Su destrucción en la atmósfera hará que estén presentes durante décadas
Un grupo de investigadores de la Universidad de East Anglia, en Norfolk, Reino Unido, han identificado cuatro nuevos gases artificiales en la atmósfera que contribuyen a la destrucción de la capa de ozono. Su investigación, que se ha publicado este domingo en la revista Nature Geoscience, revela que se han lanzado a la atmósfera más de 74.000 toneladas de tres nuevos clorofluorocarbonos (CFC-112, CFC-112a, CFC-113a) y un nuevo hidroclorofluorocarbono (HCFC-133a).
El estudio revela que estos cuatro nuevos gases se han lanzado a la atmósfera recientemente y que dos se están acumulando de manera significativa. Según los investigadores, no se ha visto aumento de las emisiones de esta magnitud de cualquier otro CFC porque en la década de 1990 se introdujeron controles.
Además, los investigadores alertan de que los tres CFC se están destruyendo lentamente en la atmósfera, por lo que incluso si las emisiones se detuvieran de inmediato, seguirán estando durante muchas décadas.
Aparecieron en 1960 y se desconoce su origen
A juicio del investigador principal, el doctor Johannes Laube, de la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de East Anglia, la identificación de estos cuatro nuevos gases es "muy preocupante" porque contribuirán a la destrucción de la capa de ozono.
"Nuestra investigación muestra cuatro gases que no estaban alrededor en la atmósfera en todo este tiempo hasta la década de 1960, lo que sugiere que son producidas por el hombre", explica Laube, aunque asegura que desconocen desde dónde están siendo emitidos por lo que es algo que debe investigarse.
"Las posibles fuentes incluyen productos químicos de materias primas para la producción de insecticidas y disolventes para la limpieza de los componentes electrónicos”, afirma.
Fueron prohibidos en 2010 pero algunos países aún los usan
"Los CFC son la principal causa del agujero en la capa de ozono sobre la Antártida. Las leyes para reducir y eliminar gradualmente los CFC entraron en vigor en 1989, seguidas de una prohibición total en 2010, lo que ha generado una disminución de la producción de muchos de estos compuestos en una escala global. Sin embargo, las lagunas de la legislación todavía permiten cierto uso para fines exentos", explica Laube.
Los científicos han realizado el descubrimiento al comparar muestras de aire de hoy en día con aire atrapado en la nieve polar firn (nieve acumulada de distintos inviernos que está en un estado intermedio entre nieve y hielo glacial), que proporciona un archivo natural centenario de la atmósfera.
También han analizado aire no contaminado recogido entre 1978 y 2012 en Tasmania.