Rouco se despide alertando de la amenaza de "rupturas insolidarias" sobre España
- En la inauguración de la asamblea plenaria de la CEE que elegirá a su sucesor
- El cardenal ha lamentado la "crisis profunda" del matrimonio y la familia
- Describe a la sociedad española como "postcristiana"
El cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, ha alertado este martes, en su último discurso como presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), de que España se encuentra con "graves" problemas de identidad y está amenazada por "posibles rupturas insolidarias".
En la inauguración de la asamblea plenaria de la CEE que elegirá a su sucesor, Rouco ha subrayado el "agravamiento" en los últimos tiempos del problema de la "posible ruptura de la unidad de España" y ha denunciado que el nivel intelectual del discurso público "es más bien pobre", afectado por el "relativismo y emotivismo".
Una vez más, el cardenal ha lamentado la "crisis profunda" del matrimonio y la familia, el "envejecimiento" de la sociedad y la cultura "disgregadora y materialista del tener y disfrutar", características de lo que definió como situación cultural "postcristiana".
"La situación no es fácil", ha enfatizado Rouco en su discurso inaugural de la CIII Asamblea Plenaria de la CEE, pues "nos encontramos ante una cultura mundana que arrincona a Dios en la vida privada y los excluye del ámbito público", aunque ha afirmado que los obispos españoles no van a ahorrar esfuerzos para "abrir nuevos caminos al Evangelio" y para estar "en un verdadero estado de misión permanente".
Sobre las "posturas nacionalistas", Rouco se ha referido a una declaración ya hecha en la Comisión Permanente de la CEE de octubre de 2012, en el que se dijo que las "propuestas políticas encaminadas a la desintegración unilateral de la unidad cultural y política" de España causan "una grave inquietud y, de acuerdo con la doctrina social católica acerca de la secesión, no son moralmente aceptables".
Crisis económica y aborto
La crisis económica ha estado presente, asimismo, en el discurso de Rouco, que ha situado el tratamiento de este tema en el marco de "la honda crisis religiosa, moral y cultural" que vivimos y que afecta de manera especial a las familias, los jóvenes y los emigrantes.
Ha reconocido que el matrimonio y la familia no son "una realidad exclusiva o particular de los cristianos", pero que la Iglesia debe ayudarles "cuando no son reconocidos ni protegidos por la sociedad ni por las leyes de modo adecuado a su propia naturaleza y a su relevancia humana".
Así, ha criticado que "la tutela del derecho a la vida" se haya enfrentado en los últimos años a "nuevos desafíos", tanto en los comienzos de la existencia como en los finales de la misma, y ha denunciado la "ilicitud" de la reproducción humana artificial y sobre las "prácticas injustas" autorizadas por ley en España sobre ese tema o sobre o la regulación del aborto y del proceso final de la vida.
En cuanto a la educación, Rouco ha aseverado que la familia es "el sujeto primario" de la misma pero también necesita de la escuela y, en su caso, de la Iglesia.
Ha resaltado que el Estado debe velar por que todos tengan acceso a la educación y que sea de calidad, pero que aquél no puede sustituir a la familia ni a la sociedad en la tarea educativa" y ha abogado por el derecho de los padres a elegir la educación religiosa de sus hijos.
Asimismo ha defendido la escuela católica, "que sufre las dificultades propias de la crisis de la fe, sigue siendo un instrumento básico de ayuda a las familias católicas e incluso no católicas".
Renovación de la Conferencia Episcopal
"Se ha hecho mucho" pero "queda mucho más por hacer", ha resumido el cardenal arzobispo de Madrid, que ha concluido reflexionando sobre si sería "conveniente" renovar los estatutos de la CEE para "una mayor participación" de todos sus miembros, y asegurando que la gran tarea pendiente es la de "la misión", a la que invita el papa Francisco.
El cardenal ha afirmado que la CEE deberá "avanzar en su organización interna y en la eficacia del servicio que presta". En todo caso, ha precisado que la "gran" tarea pendiente es la de la misión y nueva evangelización y ha explicado que el papa Francisco les dio "pistas sugerentes y valiosas" de cómo hacerlo durante la visita ad limina de los obispos españoles a Roma.
Antonio María Rouco Varela (Villalba, Lugo, 1936) dejará de ser este miércoles presidente de la Conferencia Episcopal Española, un cargo que ocupa desde 2008 y que ya ocupó también entre 1999 y 2005. Es el obispo que más años ha ocupado este puesto, por delante del cardenal Vicente Enrique y Tarancón -un año en funciones y tres trienios-.
Rouco Varela no podrá ser reelegido por más trienios ya que, según los nuevos Estatutos aprobados en diciembre de 2008, los cargos de presidente y vicepresidente sólo pueden renovarse para un segundo trienio sucesivo.
Así, Rouco Varela ha permanecido al frente de la CEE durante 12 años que han estado marcados por mensajes, encuentros y valoraciones de las distintas legislaciones que afectan a la vida, a la familia y a la religión, en los sucesivos Gobiernos con los que ha coincidido, tanto del PSOE como del PP, y ha sido presidente del órgano de gobierno de los obispos españoles con tres papas diferentes: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.